Narcotráfico e imperio convergen en el intento por desestabilizar el avance de los pueblos de América Latina

 A partir del golpe de estado en Honduras las intensiones desestabilizadoras del imperio en la región han sido desenmascaradas mas de una vez. Sin embargo los ataques contra todos los gobiernos que dan asomos de independencia son reiterados y permanentes, desde hace varios años siguiendo un patrón común.

Desde el frustrado golpe de estado en Venezuela en abril de 2002, la modalidad de derrocar de forma cruenta los gobiernos no ha sido abandonada, y se ha puesto en práctica en varios países, incluidos Argentina, Bolivia y Ecuador. Peor aun, no aparecen indicios por ningún lado de que la administración actual de la Casa Blanca vaya a cambiar esta intención.

Dentro de la estrategia golpista se incluye una intensa campaña mediática dirigida a desprestigiar la imagen de los dirigentes latinoamericanos por todas las vías posibles. Aquí se notan los reportes de ONG estructuradas con el fin de “bombardear” la opinión pública, como transparencia internacional cuyos últimos informes, misteriosamente, ponían entre los países mas corruptos a todos los que forman parte del ALBA. Este es un ranking por demás dudoso, ya que se practica mediante encuestas sesgadas a grupos empresariales y de la mal llamada “sociedad civil”.

Otras como Human Rights Watch, se dedica a alzar “protestas” contra Cuba, Venezuela y Bolivia, entre otros, pero tarda mas de un mes en condenar el golpe de estado en Honduras. De hecho, se pronuncia debido a la presión de otras organizaciones de derechos humanos mas comprometidos con su causa que con la intención desestabilizadora del imperio.

Sin embargo, es por medio de la actividad clandestina que hacen esfuerzos coordinados con el narcotráfico regional, siempre apuntando a hacer aparecer a nuestros líderes como vulgares instrumentos del negocio de estupefacientes y el crimen organizado.

En Honduras la actividad de los carteles de la droga, el lavado de dinero, el surgimiento de numerosas fortunas sin explicación, intensa actividad en la construcción, infraestructuras innecesarias, no son actividades nuevas. De hecho ya durante esta década incluso un diputado del derechista Partido Nacional fue capturado mientras peleaba por recuperar un cargamento d droga de una avioneta que aterrizo clandestinamente en una carretera sin pavimentar en el despoblado departamento de Olancho (http://www.elsalvador.com/noticias/2003/07/08/internacionales/inter2.html)  .

Este diputado fue puesto en la cárcel, y antes de que se esclareciera nada fue ejecutado en la penitenciaria. El caso se cerró pero la conexión entre los fondos de la droga y los políticos hizo aparición por primera vez. Resulta sorprendente la efectividad policial desde entonces para ignorar evidencias, pistas o indicios racionales sobre este tipo de casos.

Durante la administración Zelaya, la publicidad sobre los casos subió exponencialmente (ver articulo de la Prensa en 2008 (http://www.laprensahn.com/Series/content/view/section/14186 ). Incluso se ha llegado a afirmar que el celebre “Chapo” Guzmán ha establecido un centro de logística y operaciones en el territorio nacional.  En referencia a este caso se dejo sin resolver el caso de un jet privado que habría aterrizado en Toncontin, aeropuerto internacional de Tegucigalpa, sin que “nadie” lo hubiera visto, aunque es un secreto a voces que el celebre chapo habría sido el pasajero de honor del aeroplano.

Un día apareció el misterioso avión en a un lado de la pista, vacio, sin explicaciones, sin nada. El aeroplano se subasto y el caso nunca fue aclarado, menos aun guarda prisión alguien por esto.  Sin embargo, se utilizó para atacar al presidente Zelaya en los medios opositores, cuando en realidad lo único evidente era la inquebrantable voluntad de la Fiscalía General, la policía, la procuraduría general de la república y los tribunales de la república, de no encontrar nada (que ironía todas estas instituciones son elegidas por el congreso nacional, con el que perpetraron el golpe de estado el 28 de junio).

La idea de fomentar la imagen negativa de Zelaya se fue afinando, y los medios llenaban sus espacios con muchas imágenes de asesinatos ejecutados con lujo de sadismo y brutalidad. La hipótesis preliminar de la policía siempre era: “...creemos que se trata de un ajuste de cuentas...”. No cabe duda que ha habido una complicidad estatal en todo esto; pero ha provenido siempre de los órganos operadores de la justicia en el país.

Posteriormente se inicio un periódico aterrizaje de avionetas con bandera venezolana que trasladaban drogas o dinero (http://www.soitu.es/soitu/2009/05/19/info/1242685035_602391.html ). Lo único casual en todo esto era la inusual eficiencia de la policía para detectar y capturar estas avionetas. Nunca hubo un detenido, ni se llevo adelante ninguna causa en los tribunales. Lo único que se hizo fue relacionar las avionetas con el presidente Zelaya.

Aquí se intentaba mostrar como los presidentes Chávez y Zelaya estaban conectados con el narcotráfico internacional, y, de vez en cuando, gracias a las extraterrestres computadoras de Raúl Reyes, la conexión Honduras – FARC.  Los medios hondureños seguían un patrón muy especifico, incluso llegando a asumir formatos y líneas editoriales uniformes. Evidentemente esta línea provenía del actor eterno en los golpes de estado en el mundo: los Estados Unidos, su CIA, su departamento de estado, su pentágono y sus halcones.

Es difícil elaborar contra la teoría de que se trataba de narco avionetas; de hecho es muy probable que sea cierta; pero la bandera venezolana se pintaba en otro lugar y se enviaban a estrellarse a Honduras. Eran avionetas “desechables” para su dueño. El imperio y el narcotráfico parecen ser los actores con capacidad para descartar aeronaves de esa manera.

Del mismo modo que en los países democráticos de nuestra América, el narco negocio ha sido una excusa para la desestabilización, ha sido utilizada en países mas dóciles, como México y Colombia, para justificar la militarización e intervencionismo gringo, siempre con el propósito de atacar nuestros procesos populares.

Finalmente, el gobierno de facto ha venido argumentando insistentemente de un flujo de dólares para financiar la resistencia hondureña. Sin embargo, y como un misterio sin explicación, esos flujos no llegan al mercado negro local de divisas, grupo por el que siempre fluye el dinero legal o ilegal circulando en el país.

Esta parece ser una vía muy conveniente para dar apoyo logístico al gobierno usurpador, tanto para el departamento de estado, como para los socios de del golpe, internos y externos.

Es muy improbable que los acontecimientos sean casuales. Basta comparar lo que sucede en cada uno de nuestros países para ver a clara conexión entre el imperio y el narcotráfico.

Esto no es una novedad, pero debemos denunciarlo a tiempo en cualquier país donde las señales sean similares. El molde es siempre el mismo, por lo que la vacuna la podemos poner los pueblos a tiempo para evitar que nos haga más daño.

La historia es nuestra, pero hay que permanecer alerta frente a las extrañas asociaciones del imperio.

*Investigador Social


rsalgadob@yahoo.com



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