El pueblo de Honduras explotó de alegría y entusiasmo. Ese mismo pueblo que ha hecho la más larga y organizada resistencia contra un golpe en nuestro continente y que ha generado el FNRP que es hoy en día la organización de masas de más dinamismo que hay en Latinoamérica.
Como dice en el boletín “Resumen Latinoamericano” Carlos Aznares, “miles y miles de hombres, mujeres y niños en la calle, enfrentando a los militares y policías, poniendo el cuerpo a las balas y también dejando en esa dura batalla decenas de muertos. Esta vez, llegaron a Tegucigalpa desde todos los puntos del país a reencontrarse con su líder”. “Honduras se tiñó del rojo de la bandera del Frente Nacional de Resistencia Popular, y del azul de la enseña patria, mientras las consignas de "Sí, se pudo" y "Fuera el imperialismo" se mezclaban con los pitidos al gobierno de Porfirio Lobo…”
Quienes hemos participado y colaborado con el FNRP y sus dirigentes, entre ellos con Juan Barahona y Gilberto Rios-, como la ha hecho el PSOL a través de la Secretaría de Relaciones Internacionales -, no podemos dejar de saludar este gran triunfo de la resistencia hondureña y de todos los latinoamericanos. La vuelta de Zelaya era la primera gran consigna de la resistencia y así fue votada en el primer gran Asamblea Nacional realizada unos meses atrás. La vuelta de Zelaya es un claro recule del régimen surgido del golpe; la recuperación de los derechos democráticos para Mel significa que el pueblo no solo logra su primer objetivo sino que con él recupera un gran espacio para continuar la lucha democrática; se fortalece el FNRP como alternativa concreta de poder. De esta manera se da un gran paso lograr un nuevo gobierno popular democrático que tenga como base al FNRP, tarea que está asociada a una constituyente que lleve adelante una verdadera reorganización del país sobre otras bases.
La fuerza alcanzada por el FNRP es quien ha hecho posible el acuerdo de Cartagena en el que participaron el FNRP, y los gobiernos de Lobos y Chávez. En el mismo, el FNRP dejó aclarado que sigue su lucha por la asamblea constituyente y la restauración de todos los derechos democráticos y el castigo a los golpistas. Es evidente que con la vuelta de Zelaya el FNRP y el pueblo de Honduras están en mejores condiciones para llevarlas adelante.
Un hecho importante es que también- tal vez por primera vez en nuestro continente-, el acuerdo de Cartagena es construido gracias a la mediación del gobierno de Chávez, sin ninguna intervención del gobierno de los Estados Unidos. Esto muestra un cierto recule de las posibilidades de acción del imperialismo en la región que ocurre como consecuencia que tiene que concentrar su intervención política en el mundo árabe.
Ciertamente es allí, -y en la crisis abierta en Europa- que Obama tiene que enfocar su acción. Porque es en esta región donde las revoluciones democráticas han tirado dictadores que como Mubarak eran sus principales aliados en el sostenimiento del estado sionista de Israel. Es allí donde trata de no perder terreno, -su influencia política. Porque allí tiene la situación más desfavorable y su principal problema. No es una casualidad que en el mismo momento que ocurre la vuelta de Zelaya continúan las acciones revolucionarias, Egipto abre la frontera con Gaza y se logra la unidad entre Al Fatah y Hamas.
Con este acuerdo la dirección del FNRP dio una prueba de que, al mismo tiempo que se sostiene las banderas fundamentales y la organización de la resistencia para conquistarlas, tiene la capacidad de negociar con los enemigos en un momento en el cual la correlación de fuerzas no permite llevar adelante con una acción contundente para derrocar al gobierno. Negociar fue la opción para obtener pasos parciales que faciliten mejores condiciones para fortalecer el FNRP y al movimiento de masas. No hay dudas que la vuelta de Zelaya crea mejores condiciones para luchar por la caída del régimen surgido del golpe de estado y así lo tenemos que tomar todos los revolucionarios y las fuerzas antiimperialistas latinoamericanas.
*Secretaria de Relações Internacionais PSOL