Micheletti y los empresarios retroceden para salvar el sistema

Honduras.- Se avizora un Acuerdo reaccionario

Una medida para desmovilizar y entablar las negociaciones

Es evidente que la medida estaba establecida para desmovilizar a los miles de pobladores que se estaban desplazando desde los distintos lugares del país. La semi insurrección popular de la semana anterior había golpeado y atemorizado profundamente a la burguesía hondureña, de tal modo que, el día siguiente representantes del gobierno de facto, candidatos presidenciales, así como altos jerarcas de la iglesia católica se reunían con Mel para agilizar los acuerdos. Por otro lado, el amplio movimiento de masas que se había gestado tras la llegada del Presidente a territorio nacional, había obligado al gobierno ilegitimo a decretar un extenso toque de queda.

Medida que detuvo la economía nacional por casi dos días, hecho que puso en detrimento las ganancias de los empresarios de Honduras. Es a partir de allí, que los Estados Unidos de Norteamérica, así como los distintos gobiernos de la región y la misma burguesía hondureña, exigían a Micheletti acelerar los acuerdos para estabilizar la situación por el profundo temor a una revolución social.

Un clima de inseguridad contradictoriamente desfavorece al régimen

La violación profunda a la libertad de prensa tras el cierre de Radio Globo y Canal 36 en la ciudad capital, la militarización de la sociedad, la represión policial a las distintas movilizaciones, y la violación profunda a los derechos humanos tras la declaratoria del estado de sitio, le permitían al régimen salvaguardar el orden de las cosas ante un estallido violento e insurrecto de las masas. Sin embargo, estas medidas eran contradictorias ante la salida del imperialismo y de la burguesía, ya que estas pretenden canalizar la ira y el descontento del pueblo a través de la vía electoral. Recordemos que tras los distintos estallidos de levantamiento de las masas, en los distintos procesos de la lucha, el régimen de facto, los empresarios y la oligarquía eclesial ha declaro a los distintos medios de comunicación que la mejor manera de resolver la crisis es por la vía electoral.

No es casual que ante este contexto, esto más, bajo una ley electoral extremadamente antidemocrática que favorece absolutamente al bipartidismo, se haya permitido la inscripción de una candidatura popular independiente de un dirigente sindical y otros líderes populares. Pero sobre todo, se hayan introducido mociones de ley para permitirles a la candidatura independiente la inscripción a candidatos de diputados y alcaldes. De lo que se trata es de encauzar a la izquierda de la calle a las urnas, ofreciéndoles algunas regalías dentro del sistema democrático burgués. Este eje político trazado por el departamento de Estado y aprobado por la oligarquía y la burguesía nacional, no será posible en un contexto de inestabilidad política. Es por todo ello que el embajador de los Estados Unidos de Norte América –Hugo Llorens- se haya reunido con los distintos sectores para hacerles ver la orientación de la nación imperial, insistiéndoles que la firma del acuerdo de San José es la mejor salida a la crisis.

Frente a la aparente terquedad de Micheletti para restablecer a Zelaya, encontramos una enorme voluntad de los empresarios, los Estados Unidos y gobiernos de la región para su restitución. De esa manera, generarían un clima de seguridad y de reacción para emprender el deseoso y anhelado proceso electoral. La burguesía nacional, representada en este momento por Roberto Micheletti, sabe muy bien que en un clima de represión y coacción es imposible llevar a las masas a la trampa electoral. Es por lo anterior que todos claman por la firma del acuerdo de San José, el mismo Arias ha manifestado que insistirá al gobierno de Micheletti para que acepte los 12 puntos propuestos.

La salida de la burguesía y la timidez de la izquierda

En las líneas anteriores, hemos dejado ver la muy pretendida salida de la burguesía nacional y del imperialismo norteamericano. De lo que se trata es de restituir a Manuel Zelaya, descompresionar el amplio movimiento de masas que clama por la refundación de una nueva república, es decir por un país que se reconstruya a partir de un nuevo sistema jurídico y político que abogue por el cumplimiento de las necesidades de las grandes mayorías.

Con la restitución de Zelaya se desmovilizaría y estabilizaría la situación, así se generarían las condiciones adecuadas para entablar la trampa histórica de democratizar a través del sufragio.

De manera muy extraña, la candidatura popular de Carlos H. Reyes se pronuncia a favor de la salida proporcionada por Oscar Arias y el Departamento de estado. Recordemos que estos manifiestan que solo las “elecciones pueden resolver la crisis”. No obstante, estas no se pueden generar en un clima de militarización y de amplio descontento. Pero sobre todo por considerar que no hay legalidad institucional sin la restitución presidencial. Es por ello que “Cualquier diálogo previo al proceso electoral de noviembre tiene que tener por premisa la restitución al Orden Constitucional sin condiciones y de inmediato.”

Ante el preludio de un Acuerdo

Frente a el preludio de un acuerdo entre la burguesía, la oligarquía nacional y el melismo, mismo que se manifiesta en las palabras del Jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras -Romeo Vásquez Velásquez- cuando señalo a una televisora local lo siguiente: "veo que rápidamente estamos llegando a una solución, que es lo que todos estamos esperando". "En el ambiente se percibe esa disposición de diferentes sectores que están buscando una Salida (...), lo que tenemos que hacer ahora es empezar a crear niveles de confianza apropiados", para hacer posible el acuerdo. En otras palabras, lo que nos quiso decir es que casi han llegado a un acuerdo, la restitución de Mel y la salida de Micheletti es inminente como condiciones necesarias para salvaguardar el sistema.

Es frente a este panorama, que el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hace un llamado de alerta a la CNRP, Bloque Popular, gremios magisteriales y organizaciones sindicales para que no acepten los acuerdos amañados de los ricos y golpistas. El proceso electoral no es la mejor salida para las masas desposeídas. El acuerdo de San José restringe la posibilidad de la reconstitución de una mejor Honduras. La caída de Micheletti y del régimen golpista debe de ser el resultado de la lucha y la insurrección popular y no de movimientos tácticos de la burguesía y del imperialismo. Solo la presión popular nos garantizara el cumplimiento de nuestros objetivos trazados, aquellos por los cuales han entregado la vida nuestros compañeros.

Revivamos la lucha y no confiemos en los acuerdos fraudulentos de los empresarios y los golpistas.

http://www.elsoca.org


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