Durante su participación en el Seminario “Déjennos respirar: Las sanciones como violación a los derechos humanos”, Arreaza explicó que «hay señales claras, incluso este año de pandemia, de aumento de la producción de alimentos en Venezuela, hay señales de que con las nuevas legislaciones y con una Asamblea Nacional, que legisle para el pueblo, que se instalará el 5 de enero, tendremos nuevas herramientas para potenciar los sectores productivos venezolanos».
Se refirió a la propuesta de ir a un juicio internacional para llevar al banquillo al capitalismo, al imperialismo y a sus rostros políticos, que son Estados Unidos, Washington, Bruselas y los países de América Latina que se han agrupado contra Venezuela.
A su juicio, este es el momento para crear herramientas para que los pueblos presenten evidencias de los crímenes que ha cometido el gobierno de Estados Unidos.
En este sentido, refirió que el pasado 13 de febrero Venezuela llevó ante la Corte Penal Internacional un recurso para demostrar que las medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela, «constituyen crímenes de lesa humanidad, generan un ataque sistematizado, generalizado contra todo un país, es genocidio, es persecución».
Por ello, -dijo- sería bueno que toda esa fuerza popular antimperialista que se expresa nos apoye, nos avale con argumentos, con documentos, con cartas, hasta con postales que manden a la Corte Penal Internacional, diciendo que están a favor».
“El antiimperialismo debe de resurgir y ser refrescado para derrotar el capitalismo, afirmó el diplomático al explicar que el imperialismo no es solo un gobierno, es un entramado corporativo, financiero con expresiones políticas en Estados Unidos y en Europa.
Arreaza sostuvo que el imperialismo norteamericano se ha enfrascado en el pueblo venezolano desde el año 2015, cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama declaró al país como una amenaza inusual y extraordinaria, acción que fue una puerta para todas las órdenes ejecutivas firmadas actualmente por Donald Trump.
“Actualmente Venezuela enfrenta más de 300 medidas coercitivas impuestas por EE.UU. desde 2015, con el único fin de bloquear nuestra economía, dañar y agredir al pueblo”. En el libro “El arte de las Sanciones” de Richard Nephew, se revela que ese sufrimiento busca que el pueblo acepte una intervención internacional o que el pueblo se rebele contra su gobierno.
Detalló que parte de estos ataques han sido en contra de la industria petrolera venezolana la cual ha sido severamente atacada, al impedir exportar petróleo, comprar equipos, aditivos.
El canciller explicó que el impacto de las sanciones a las empresas petroleras venezolanas, disminuye la capacidad del Estado para producir todo lo que el pueblo requiere y amerita. Dichas medidas son parte de un ataque multiforme, “es una guerra económica y mediática para desprestigiar a la dirigencia del pueblo venezolano” expresó.
Recordó que hasta el momento Venezuela posee 5 mil millones de dólares congelados en EE.UU y 5 mil millones más en Europa, los cuales gracias a las medidas implementadas por el gobierno norteamericano no se han podido utilizar para la compra de alimentos, medicinas o insumos para la lucha con la pandemia de la COVID-19.
Reiteró que ante estas medidas se espera que la Ley Antibloqueo logre dar las herramientas necesarias para flexibilizar determinadas acciones de la política económica que enfrenta el país. “Vienen muchas cosas positivas para Venezuela en los próximos años y sabemos que contamos con la solidaridad de todos los pueblos antiimperialistas del mundo” concluyo.
Video Fuente: Luigino Bracci Roa
Video Fuente: Tricontinental
