Carlos Vargas, titular de la SUPERINTENDENCIA DE CRIPTOMONEDAS de la República Bolivariana de Venezuela, recientemente expresó por Venezolana de Televisión (VTV), que el Petro "es un criptoactivo de intercambio para bienes y servicios e inclusive de otros activos", que impactará significativamente al "dólar paralelo" y estará "al alcance de todos los venezolanos". La "idea innovadora" de Vargas, pudiese ser viable su desarrollo y concreción, pero requiere ser evaluada desde diferentes perspectivas (https://www.aporrea.org/economia/a256271). El portal www.coin.dance da cuenta de que en Venezuela semanalmente se realizan transacciones con criptomonedas a través de www.localbitcoins.com y el sistema bancario venezolano, que superan los 239 mil millones de bolívares o a la tasa DICOM equivaldría a más de 21 millones de dólares estadounidenses (cifra correspondiente a la semana bursátil que finalizó el sábado 09-DIC-2017). Con el Petro y la creación de la SUPERINTENDENCIA DE CRIPTOMONEDAS se está tácitamente derogando el "control de cambios" en Venezuela.
El "dólar paralelo" al cual se refirió Vargas, ha estado conviviendo en Venezuela en un mercado real en crecimiento sostenido del Bitcoin y otras criptomonedas alternas. A través de casas de cambio virtuales como www.airtm.io, www.onixcoin.com y www.localbitcoins.com; el Bitcoin y otras criptomonedas alternas capitalizables, se cotizan en Bolívares a través del libre-cambio indirecto de la Banca pública y privada de Venezuela. Así, la inmensa mayoría de venezolanos y venezolanas, están teniendo acceso y reciben "remesas" de divisas (Euros o Dólares estadounidenses transferidos a Venezuela por más de 3.000.000 de compatriotas que viven en el exterior) en modestas cantidades para que sus familiares y allegados enfrenten en Venezuela a la hiperinflación y corrupción generalizada, al igual que como víctimas civiles y militares, sobrevivan a los actos de guerra en el flanco económico de la Guerra no Convencional y a la lucha entre las dos clases del siglo XXI [la élite transnacional que no supera el 1 % de la población mundial y el 99 % representados por los "indignados" (obreros, campesinos, estudiantes, maestros de instituciones educativas y profesores universitarios, entre muchos otros ciudadanos y ciudadanas depauperados o en vías hacia esa condición en el país y en el Planeta)].
Después del anuncio de la creación del Petro, el Presidente Nicolás Maduro debería pasar del discurso a la acción; apoyando de manera irrestricta a la educación, investigación, desarrollo e innovación científico-tecnológica para la vida y la paz en la emergente Economía Digital (https://usbnoticias.info/post/53542). No se debe permitir que esta loable iniciativa sea utilizada y secuestrada por los mercaderes del templo de todas las horas, como una eficaz estratagema de política cambiaria para el enriquecimiento ilícito, al igual que aquellas formuladas por la burguesía venezolana y sus congéneres dirigentes políticos en conjunto con el Imperio de Estados Unidos, con el propósito de apropiarse de la renta petrolera de Venezuela desde 1945 hasta fecha reciente.
Para que el Petro sea factible en términos económicos y financieros, es necesario deslastrarlo del carácter cuasi-fiduciario por causa de la impropia multiplicidad de "garantías fiduciarias" (petróleo, oro, gas y diamantes) que inicialmente fueron propuestas. El Petro debería regirse o adoptar el "Patrón Oro 2.0" en el contexto de la cooperación Rusia-China y del Consenso de Beijing (http://www.atimes.com/can-beijing-consensus-emulated-elsewhere/). El Estado venezolano a través del futuro "Observatorio de Criptomonedas" deberá planificar y promover una operación ICO ("Initial Coin Offering") de nueva generación en la óptica y pensamiento del Maestro Simón Rodríguez, para lograr el alumbramiento natural del Petro y la nueva criptomoneda convertible que le sea asociada en paridad.
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