Estas líneas son solo para llamar a la reflexión tanto de los expertos cómo de los que no lo somos tanto en materia económica, sobretodo, al haber convertido algo tan inherente a todas y todos como algo inalcanzable para ser conocido por los mortales, es decir, por los de a pie y ser materia de discusión y debate solo para "sesudos analistas", en eso convirtió el sistema capitalista a la economía. No hay duda de que el dólar ha sido una formidable herramienta del imperio para su hegemonía. Un papel que no tiene respaldo en riqueza alguna y que solo se refugia detrás de bombas atómicas, tanques de guerra, armas de todo tipo, cañones mediáticos, sistemas educativos, etcétera, etcétera.
Total que un simple papel, eso es lo que es el dólar, sin respaldo en ninguna riqueza, hoy es la causa de muchos dolores de cabeza para los pueblos del mundo. El chantaje cómo mecanismo de sometimiento a través de todo un tinglado de organismos e instituciones al servicio del imperio han convertido al papelito ese en el becerro de oro de los tiempos modernos.
Pero como "todo tiene su hora", pues ha llegado la hora de abrirse a ventanas libertarias y en eso la revolución bolivariana está en la línea de vanguardia en el mundo. El lanzamiento de la criptomoneda EL PETRO, es la respuesta más contundente en el inicio de la batalla esencial contra el modelo financiero capitalista en el planeta. Razón tienen los imperialistas cuando nos llaman "una amenaza"... ¡Quien puede dudarlo! Somos una amenaza a su hegemonía gracias al chantaje, a las guerras, a la violencia concebida en su plan de "la guerra de perros" a la que someten a muchos pueblos mientras ellos se apoderan de las riquezas de éstos.
Un nuevo sistema mundial financiero y comercial está surgiendo con mucha fuerza, independiente de los centros hegemónicos mundiales que seguramente éstos intentarán evitar a toda costa, de eso debemos estar conscientes, pero seguros estamos de que los pueblos del mundo con el ejemplo bolivariano lograrán la victoria, por eso la locura de Trump y sus acólitos dentro y fuera de Venezuela. Saben que su "becerro de oro" no es más que un papelito sin soporte económico, sin riqueza de ningún tipo. La manipulación llegará a su fin y quienes hoy atesoran ese papel se enterarán en medio de su borrachera que solo adoraban un papel que ni siquiera servirá para ir al baño por lo rustico del mismo.