Día Dieciseis El Bono del 1 de mayo caminando por el filo de la navaja del 2018

El Bono del 1 de mayo de 2018 viene a constatar de manera inequívoca que la guerra económica es entre el gobierno de Nicolás Maduro ayudando al pueblo a sobrevivir, de la especulación salvaje, y por otra parte los capitalistas de la oposición estrangulando a los asalariados vendiéndonos los productos que ellos importan, producen y distribuyen a precios que sólo son accesibles por la burguesía maula, antinacional y antidemocrática.

La política emprendida por el imperialismo para recolonizar el planeta ha desatado en Venezuela la elevación, hasta un nivel inusitado, de la lucha de clases con características muy particulares que no están escritas en los libros clásicos. Esa lucha de clases entre la burguesía parásita, súbdita de Donald Trump, y la revolución bolivariana, comprometida con las mayorías populares, la van ganando los trabajadores a los dueños del capital desde el punto de vista ético. Los que predican hipócritamente la fulana "ayuda humanitaria", que todos sabemos que sería apenas el preludio de una guerra de ocupación, son los mismos que critican el bono del 1 de mayo para los trabajadores y el aumento de los salarios a los trabajadores. Los facinerosos que le ponen los altos precios artificiales a los productos, para que éstos no puedan ser adquiridos por el pueblo sin el mínimo rubor se tiran al suelo lloriqueando cuando el gobierno toma medidas como éstas. Las clases dominantes saben que con éstas medidas se contribuye a elevar la moral de los desposeídos en sus luchas para seguir resistiendo el chantaje capitalista. Nunca lograrán hacernos arrodillar ante los explotadores responsables de las necesidades del pueblo.

Es una lucha entre el capital y el trabajo, sin duda alguna, pero también entre la soberanía nacional y el imperialismo. Hay que caracterizarla como una lucha clasista y antiimperialista. Maduro dice que necesita la ayuda del pueblo para fortalecerse en Miraflores y lograr vencer la guerra económica que todos conocemos. El Presidente pide al pueblo que no lo deje sólo y salga a votar el 20 de mayo. Se propone, a partir de esa fecha, emprender el camino, con el apoyo del poder popular, de la recuperación económica, la prosperidad y la construcción del país potencia. ¡Denme diez millones de votos y yo les pongo los ganchos a las mafias económicas! Esa, es más o menos, la oferta electoral de Maduro con el Plan de la Patria en sus manos.

La sociedad reclama, ante todo, un gobierno con mano dura que sea capaz de meter en cintura al neoliberalismo desatado, el cual actúa impunemente sin freno ni medida. Todo parece indicar que las mayorías populares están seducidas por esta esperanza la cual sólo podrá ser concretada por el triunfo aplastante de Maduro con una avalancha de votos. Se trata de disuadir al enemigo capitalista, igual que lo hizo la Asamblea Nacional Constituyente con el terrorismo guarimbero responsable, por meses, de la zozobra, la violencia y la desestabilización.

*Profesor universitario de Filosofía de la Educación jubilado de la UPEL. Ex Director Ejecutivo de la Casa de Nuestra América José Martí.



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Sergio Briceño García

Profesor Universitario de Filosofía de la Educación Jubilado de la UPEL. Autor del Poemario "Porque me da la gana" y de la obra educativa "Utopía Pedagógica del Tercer Milenio". Ex Director Ejecutivo de la Casa de Nuestra América José Martí.

 sergiobricenog@yahoo.com

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