Los injustificados enfoques que se daban a la formación de precios trajeron como consecuencia un rápido incremento de las subvenciones a la producción y comercialización de los más diversos artículos y servicios. La suma total de las subvenciones a costa del pueblo rebasa ahora los cuatrocientos mil millones de dólares. Por otra parte, numerosos tipos de productos llegaron a presentar un nivel de rentabilidad injustificadamente alto, que en modo alguno refleja la eficacia de la producción. También es un resultado de los desajustes en el sistema de fijación de precios.
El que tiene precios caros infundadamente carece de todo estímulo para incrementar la producción, y quien de los precios elevados obtiene ganancias excesivas no tiene estímulos para disminuir los gastos y hacer más eficaz la producción. Dada esta situación, inconcebibles resultan relaciones normales en la economía de la burguesía.
Por eso, lo que necesitamos no es adoptar medidas parciales para mejorar el sistema de precios, sino realizar una radical reforma de la formación de éstos y una ajustada transformación de su sistema: mayoristas, de compra, minoristas y tarifas.
Nos deferimos no sólo al nivel de los precios, sino también a la manera de establecerlos. Está claro que los precios de los productos básicos deben esta centralizadamente, y es necesario considerarlo como parte integrante del plan estatal. Pero teniendo en cuenta el nuevo mecanismo de gestión económica, sería conveniente utilizar más los precios contractuales. Así se ampliarán los derechos del pueblo.
La reforma de los precios mayoristas deberá sanear la situación económica y crear mejores condiciones para aumentar la eficiencia de la producción, ahorrar más recursos y mejorar la calidad de los productos. En cuanto a los precios minoristas, el cambiarlos, lejos de empeorar el nivel de vida del pueblo, deberá mejorarlo y propiciar una justicia social más completa.
En vista de que la reforma en la política de precios es importante y compleja, se debe prepararla con mucha responsabilidad. Será preciso efectuar, en plazos breves, un intenso volumen de trabajos e incorporar a este proceso las fuerzas necesarias. Debemos comprender que, sin resolver este problema, será imposible elaborar un plan conceptualmente nuevo e introducir un sistema integral de gestión económica.
Puesto que reviste inmensa significación política y social la reforma de los precios, ha de debatirla todo el pueblo.
Los cambios en el sistema de suministro técnico-material de la economía nacional están estrechamente vinculados con la reforma de los precios. Estos cambios obedecen a la necesidad de pasar resueltamente a la venta mayorista de medios de producción, tanto a base de contratos firmados entre el suministrador y el consumidor, como creando almacenes mayoristas funcionando a base de la autogestión económica. En tal caso, los organismos estatales no harían más que regular el comercio mayorista y controlarlo.
¡Chávez Vive, la Lucha sigue!