Una de las preocupaciones de Hugo Chávez fueron las personas de tercera edad. Por eso inmediatamente al llegar al poder homologó al sueldo mínimo las míseras pensiones que entonces se pagaban, con el agregado que cada vez que se aumenta el sueldo a los trabajadores los pensionados gozaran también de ese beneficio.

Negar que esa misma preocupación que tuvo Chávez por los abuelos la tenga el presidente Maduro seria mezquino de nuestra parte. Nicolás ha demostrado su interés por mejorar el ingreso tanto a los trabajadores como a los pensionados. Que la inflación inducida y desbordada que estamos viviendo se trague sueldos y pensiones ya es asunto para discutirlo en otra ocasión.

Hoy me veo en la obligación de, más que un articulo, hacer una denuncia acerca del drama que estamos viviendo los pensionados cada vez que vamos a cobrar nuestra pensión. El asunto se convierte literalmente en un calvario. Abuelos y abuelas incapacitados para sostenerse de pie que pernotan para formar largas e interminables colas tanto afuera como adentro de los bancos y que muchas veces son maltratados por los vigilantes y algunos empleados de estás instituciones, tanto publicas como privados.

Ahora se suma un problema muchísimo más grave; la falta de efectivo. Muchos pensionados no usan la tarjeta de débito por diversas razones, en todo caso siempre es necesario tener algún dinero en efectivo, pero lo grave del caso es que los bancos en su mayoría se niegan a pagar toda la pensión en efectivo, sugiriéndole al pensionado que deben hacer uso de los puntos, como es el caso del B.O.D, que por haber pagado la semana pasada, al igual que todos los bancos, tan solo dos millones de bolívares, de los ocho millones cuatrocientos mil que correspondían, le manifestaron a los que acudieron este lunes a las taquillas a retirar el resto de su pensión, que no podían pagarles más y que usaran los puntos de venta, argumentando que esa era una política del banco y que si lo deseaban fueran a la fiscalía a denunciarlos. ¿Qué tal?.

Ahora bien, ¿Qué ha ocasionado esto? Los bancos este lunes amanecieron con unas kilométricas colas de pensionados, muchos de ellos en muletas, sillas de ruedas, bastones, con collarín por problemas cervicales o de columna. Algo que al observarlo se presenta dantesco al notar la necesidad de estas personas que por cuestiones biológicas están en una etapa de no merecer pasar por esta agonía. La pregunta obligada es: ¿Por qué se permite esta situación y donde están los funcionarios encargados de velar por la seguridad y bienestar del adulto mayor? Y surgen otras preguntas . ¿Si los bancos carecen de efectivo, porque a cada momento detiene un camión o cualquier otro tipo de vehículo con montones de billetes del nuevo cono monetario en las fronteras? ¿Quién los entrega a esos contrabandistas?. ¿Es muy difícil para las autoridades averiguar esto? ¿O tendremos que preguntarle a Lilian Tintori como hizo ella para que le entregaran 200 millones en efectivo en billetes nuevecitos, mientras que a los `pensionados se nos hace cuesta arriba que nos paguen unos piches centavitos que no alcanzan ni para un cartón de huevos?.

Señor presidente Nicolás Maduro, con todo el respeto que usted se merece, tanto por ser presidente de este país, como por el apoyo que le hemos dado a través del voto; esta situación se está tornado muy peligrosa, están jugando con la paciencia no solo del pueblo llano, sino con lo más sagrado de un país como son las personas de tercera edad. Muchos tenemos la necesidad de cobrar nuestra pensión integra y no debe existir ningún argumento para que esta no se cancele. Son muchos los pensionados que dependen tan solo de ese beneficio otorgado merecidamente por sus años de trabajo y por diversas necesidades tienen que cobrarlas completa. No es justo que se nos ponga a sufrir calamidades cada fin de mes y llegar al colmo de engañarnos de la forma como se hizo en esta oportunidad, que prometieron pagar completo para luego burlarse cancelando tan solo una pizca de lo que nos corresponde.

Esperamos de usted una solución a esta grave situación que cada día se nos presenta más difícil y nos afecta, tanto económica como físicamente, porque estar parado, a nuestra edad en una cola, día tras día, va en detrimento de nuestra salud.