En el artículo pasado decíamos y titulábamos "NO TODO ES CULPA DEL BLOQUE0". Argumentábamos además que el bloqueo no iba a cesar y que su término era imprevisible. Al final decíamos que la palabra PRODUCCION resumía el EJE DE ACCION en la actual coyuntura. Días después, el Presidente Maduro afirmaba que la palabra clave para derrotar la Guerra Económica era PRODUCIR, PRODUCIR Y PRODUCIR. Y sin dudas, el gobierno realiza esfuerzos en esta línea de acción que ha venido dando algunos frutos. Ese aspecto lo abordaremos con más detalles más adelante. Al final proponíamos que era necesario fortalecer nuestra moneda respaldándola en nuestras reservas de oro y crear el ansiado BOLÍVAR ORO.

En esta oportunidad queremos detenernos a analizar el ataque criminal a nuestra moneda, a través de la manipulación cambiaria. Esto que también forma parte del bloqueo y de la guerra económica multiforme, constituye la principal arma de ataque a nuestra economía por parte del imperialismo norteamericano. Así lo reconocen distintos expertos en la materia y lo ha martillado hasta la saciedad la economista y profesora universitaria Pascualina Curcio. El pueblo venezolano lo vive y padece diariamente en el aumento descarado de alimentos y medicinas, por sólo mencionar algo tan fundamental para el ser humano, como es la alimentación y la salud.

Este ataque a la moneda se ha acentuado fundamentalmente a partir del año 2013, luego de la partida física del Comandante Chávez. Veamos la evolución del valor del dólar "paralelo" con respecto al bolívar desde el 2008 al 2012, en el siguiente cuadro:

VARIACIÓN DEL DÓLAR CON RESPECTO AL BOLIVAR (Bolívar Fuerte)

Como puede verse la depreciación de nuestra moneda era gradual y la variación intersemestral era de centésimas, con la excepción del segundo semestre del 2012 que varió de julio a diciembre casi 8 bolívares fuertes. Recordemos que para esa fecha la enfermedad del comandante se había agravado. Las variaciones a partir de enero de 2013 se alejan de cualquier racionalidad económica y a todas luces adquieren una intencionalidad política. Se nos ha pretendido poner de rodillas, a partir de la asfixia de nuestra economía y el detrimento acelerado de la calidad de vida de todos los venezolanos. Veamos el cuadro análogo del 2013 a la presente fecha:

Las cifras hablan por sí solas. Sin embargo, uno consigue gente en la calle que dice que lo de la guerra económica es "puro cuento" del gobierno. Otros, sin más ni más, despachan el asunto echando toda la culpa a Maduro. Desde enero del 2013 a la fecha el precio del dólar paralelo se ha incrementado casi 40 millones de veces. De 18 BsF a 7173,39 BsS. Tuve que repetir la cuenta, se supone que los BsS fueron llevados a BsF, para convencerme que esa era la cifra: 3.984.999.900%. Por insólito que parezca así es. Y nuestra capacidad de compra o poder adquisitivo se ha deteriorado en esa misma medida. Por ello es que analistas internacionales no se explican cómo nuestra sociedad haya aguantado eso. Y es que de tal dimensión ha sido el ataque a nuestra moneda, que nosotros además de la Capacidad de Compra, casi hemos perdido nuestra Capacidad de Asombro.

Dentro del contexto planteado. Vistas como están las variables de una situación por demás compleja, hay decisiones que en mi opinión han debido tomarse y desafortunadamente no ha sido así. Como puede verse en los cuadros mostrados el ataque a nuestra moneda comenzó a acentuarse desde el segundo semestre del 2012. Y desde el 2013 hasta hoy ese ataque, fuera de toda racionalidad económica, ha alcanzado niveles criminales. Crímenes de lesa humanidad. No de otra forma puede catalogarse el que se atente a diario contra la vida de todo un pueblo al hacerle cada vez más difícil, el acceso a la alimentación y a las medicinas. Es incuantificable el número de muertos que directa e indirectamente ha ocasionado tan despreciable situación.

En días recientes, el Presidente Maduro dio la orden de monetizar una cantidad de oro equivalente a 94 mil millones de dólares. La quinta parte de esta cantidad la envidiaría cualquier país, para tenerla como reserva nacional. No sería, por lo tanto, aventurado afirmar que esta cantidad a ser monetizada pudiera servir holgadamente para respaldar nuestro maltrecho Bolívar Soberano y liberarlo de una vez por todas de la perniciosa dependencia del dólar estadounidense. El valor de una onza troy de oro (31,1 gramos) tiene hoy (22-06-19) el valor de 1397,15 US$, alcanzando su máximo histórico en 6 años.

Nuestro salario mínimo (Sm) es actualmente de 40.000 BsS equivalente para la fecha a 5,57 US$. Para el 30 de junio no sabemos cuál será la equivalencia, lo que sí podemos estar seguros es que será menor. Esa ha sido la tendencia desde el 20-08-18, cuando se hizo la reconversión monetaria y el Sm fue ubicado en 1.800 BsS . Recordemos que el valor del Petro fue fijado en 3600 BsS equivalente a 60 US$ y el Sm en medio Petro por lo que equivalía en ese momento a 30 US$. Se nos dijo además que el Sm estaría anclado al Petro, pero en términos reales eso no ha sido así. El 20-11-18 el Sm fue fijado 4500 BsS, equivalente a 7,5 US$, ya que el valor del dólar paralelo era de 600 BsS. Así continuó decreciendo hasta llegar a los 5,57 US$ de hoy. Los llamados Factores de Corrección lo que han permitido es puntualmente elevarlo un poco para que al otro día continúen el descenso acostumbrado.

Si nuestro Bolívar Soberano hubiese estado respaldado en el precio internacional del oro, como vamos a demostrar mediante un ejemplo , nuestro Sm no sólo no se hubiese desvalorizado de esa manera, sino que se hubiera apreciado. Supongamos en nuestro ejemplo que 1 BsS fuera equivalente al valor de 0,1% de 1 onza troy de oro. En agosto del 2018 el precio de una onza troy estuvo alrededor de 1200 US$ por lo que ese 0,1% hubiera puesto a valer nuestro BsS 1,2 US$. Siguiendo en el ejemplo, supongamos que el Sm se hubiese fijado en 150 BsS. En ese caso nuestro Sm hubiese tenido una equivalencia de 180 US$ (150x1,2). En un escenario pesimista supongamos también que ese Sm se hubiese mantenido en 150 BsS. Para el 22-06-19 la onza troy, como ya dijimos tenía un valor de 1.397,15 US$, por lo que ese 0,1% equivale ahora a 1,40 US$. Nuestro Sm ahora equivaldría a 210 US (150x1,4). ES DECIR, NUESTRO SALARIO MÍNIMO SE HUBIESE APRECIADO EN 30 US$, SIN HABER RECIBIDO AUMENTO ALGUNO POR DECRETO GUBERNAMENTAL. ES OBVIA LA VENTAJA. LAS PALABRAS SOBRAN.

Para llevar adelante esta propuesta sólo se necesita la voluntad política para hacerlo. Parafraseando la canción de Serenata Guayanesa "Ya no es por el Oro, pues ya lo tenemos". Esta proposición fue hecha pública por un grupo respetable de compatriotas hace ya casi un año. Fue formalmente entregada a la Comisión para Asuntos Económicos de la ANC (no sé si ese es el nombre) y a representantes del Ejecutivo Nacional, etc. Entre los firmantes del documento recuerdo a Pascualina Curcio, Julio Escalona, Vladimir Adrianza, Mario Silva, Francisco Cedeño, María Alejandra Díaz y otros. Pero antes que ellos, desde por lo menos el año 2014, esta propuesta está rodando y desde entonces le vengo haciendo seguimiento. Hay que señalar para honrar su memoria a Jairo Larota, como uno de sus más fervientes impulsores.

Para que tengamos una idea de lo sólida y estable que podría ser nuestra moneda respaldada en el oro investigué sobre el comportamiento del precio de la onza troy en el período de los últimos diez años. Considerando un período de un año la apreciación ha sido de 5,48 %. Y si ese período lo ampliamos a 5 años, la apreciación es de 2,4 %. Finalmente en un período de 10 años es de 43,71%. Es decir en este período más largo, el precio más bajo de la onza fue de 972,20 US$. Como es obvio, esta variación es irrisoria en comparación con las variaciones de la criminal manipulación cambiaria orquestada por el imperio del norte. En el ámbito geopolítico internacional hay que agregar que Rusia y China han venido adquiriendo oro en los últimos años con la finalidad de desplazar al dólar estadounidense como moneda hegemónica en el intercambio comercial mundial. Esto que es de una gran relevancia, merece ser tratado aparte. Ya volveremos sobre la ventaja de esta propuesta. Por ahora, concluiremos diciendo que no es ninguna locura pedir QUE NOS REBAJEN EL SALARIO, PERO IMPLANTEN EL BOLIVAR ORO.