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La ley antibloqueo: ¡No es lo mismo llamar al diablo, que verlo llegar!

"Ningún hombre conoce lo malo que es hasta que no ha tratado de esforzarse por ser bueno. Sólo podrás conocer la fuerza de un viento tratando de caminar contra él, no dejándote llevar". Fin de la cita. Clive Staples Lewis.

Dice una máxima popular que no es lo mismo llamar al diablo que verlo llegar. La explicación de la Asamblea Nacional Constituyente–ANC, en relación con el dislocamiento de la CRBV, a través de una ley que no se sabe a ciencia cierta para que es, así como el asueto del Estado de Derecho sugerido mediante decreto por el Presidente de la República, alrededor del día de la aprobación de este mamotreto indescifrable, son ejemplos de cómo retar al destino sin contar con los recursos para enfrentar las dificultades. Ambos casos son caras de la misma moneda.

Tentar al diablo sin pensar en que puede llegar en algún momento se evidencia en la ANC, cuando minimiza el dislocamiento de millones de venezolanos sobrevivientes de esta tragedia económica, el 85% del total nacional. ¿El 6D, ésos votarán a favor de Satanás? Como aquellos que lo hicieron años atrás bajo las mismas condiciones. Negar que la inmensa mayoría de esos votantes arreados como becerros, cada uno, sea un foco de descontento en los centros de votación, es ignorar a sabiendas el comportamiento humano en pleno siglo XXI.

La constituyente María Alejandra Díaz, aclaró su decisión durante la aprobación de la Ley Antibloqueo en la ANC, que: "salvar el voto, votar en contra, votar a favor, y abstenerse son cosas distintas". Ya que: "el votar en contra, o a favor es una posición de criterio en la mayoría de los casos política, y se cuenta numéricamente, esa es la función objetiva en una Asamblea, cuando se discute una materia, es un asunto medular entre mayorías, y minorías".

María Alejandra Díaz, sostuvo en declaraciones hechas públicas que: "salvar el voto es una posición ética, de tranquilidad de conciencia de la persona, es resolver un dilema ético, es no dejarse arrastrar por una mayoría avallas adora, e intentar ser manipulada por el chantaje, la extorsión, y el miedo, palabras más, palabras menos, similares, y conexas, por una minoría sin apoyo popular, etérea, y eliminada del afecto popular, es una aberración subvalorada, el oponerse, no a lo votado, o decidido, si no a lo que subyace detrás de un largo inconfesable en las razones del voto mayoritario, manu militari totalitario".

Continua María Alejandra diciendo que: "El voto salvado es una crítica a lo que se aprueba", agregó al tiempo que resaltó: "lo más importante es, que ese adefesio de la ley antibloqueo no se contó numéricamente, y por eso, cuando se hace el escrutinio, el fascismo-estalinista imperante no sabe distinguir entre votos a favor, votos en contra, y las abstenciones, donde los votos salvados no se cuentan, porque estos, y que no deciden, y en el caso de mi voto salvado es una reflexión, una postura con riesgos aceptables, ante la emisión irresponsable de un cheque en blanco".

Lamentó que la: "ceguera del triunfo mayoritario estalinista en la ANC" no ayude a distinguir que el salvar el voto es la mejor forma de resolver un debate ético, en un ente deliberante: "y se debe hacer con ética, y con decencia" sin fusilar a ninguna de las partes durante el debate de marras.

Los constituyentes que la descalificaron por su voto salvado saben de leyes: "lo que un burro sabe de chicle bomba" María Alejandra Díaz alegó estar inconforme al no poder acceder a la información integra de la Ley Antibloqueo. María Alejandra Díaz es abogada constitucionalista venezolana y representante del Estado ante la Comisión, y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Actualmente se desempeña como vicepresidente de la Comisión de Justicia, y Tutela Efectiva de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela desde el año 2017.

Debemos entender que la persona se considera individuo, es decir, un ser distinto, y que al momento de ser afectado por algo, en lo primero que piensa es en sí mismo. Imaginemos a alguien que, como muchos, rechaza la idea de recluirse en un "órgano legislativo cerrado" durante varias horas para poder ejercer su voto, ante una materia, donde se desconoce su contenido.

Si al verificar su presencia en el recinto constituyente, se le informa que no puede opinar, y que se podría estar en otro recinto, es probable que, en principio, dude si de verdad vale la pena continuar ahí. Esa persona insistiría en ejercer, o en defender su posición, si fuera militante de alguna organización que respete el derecho de opinión, y de conciencia. De no ser así, es altamente probable que se sienta inclinado a recoger sus peroles e irse a otro lado, renegando del intento fascistoide, de las dificultades encontradas, y del tiempo perdido en ese afán. Evidentemente, la intención del voto no sería reforzada con el dislocamiento provocado por la orden de su aprobación emitida en la Habana.

La intención del voto se ve también amenazada porque a nuestro inefable Presidente de la República se le ocurrió emitir un proyecto de ley en el cual la declara como "antiimperialista", donde las partes alienadas, la aprobaron sin objeciones el día de la votación. Se crea así la tentación para una potencial "tiranía" a la cubana. Ese proyecto de ley presidencial partió de un sofisma: supuso que la totalidad de los becerros constituyentes, tienen que votar Si o Si. Como fue el caso del constituyente Telémaco Figueroa con capacidad de voto que habita en Cumana en el Estado venezolano de Sucre, el autobús no lo fue a buscar para desplazarse hasta Caracas, presuntamente por estar en descontento con la aprobación a trote, y moche de la cuestionada ley antibloqueo, sin estudiar o leer su contenido, y así emitir a favor o en contra o abstenerse, en ese lugar de cremación llamado ANC, donde legislan zombis.

Aprobaciones, como el de ese proyecto de ley antibloqueo, increíble racionalmente hablando, llevan a uno a pensar, en que el grupo gobernante quisiera inducir el aumento de la abstención en las próximas elecciones parlamentarias. Quizás, quienes creen tener un voto duro, militante, y fanático, piensen que con la dislocación, y el espejismo de este mamotreto antiimperialista anti bloqueante, muchos de los que no sienten tanta atracción por el voto reflexionen, y prefieran no ejercer ese derecho. Es grande la tentación, hay que reconocerlo, cuando le proponen a centenares de miles de indecisos, acudir a sufragar en unas parlamentarias el 6D llenas de problemas fraudulentos. Desprecian aposta que la economía nacional se vería perjudicada por el colapso total de la recaudación fiscal, del ruinoso panorama de la ya producción industrial escasa, así como de una actividad comercial mínima. Varias tragedias socioeconómicas juntas sin que haya algo positivo que significar, donde todo lo que hacen es malo para el país. Tanto desatino sólo es entendible, si lo que se busca es provocar una disolución de la Republica.

Así las cosas, entre la dislocación de una constituyente moribunda, y la larga cuarentena por un decreto presidencial cruel, podría vaticinarse que la llegada del demonio será mucho peor que la que desearían los babalaos, santeros y paleros, que en mala hora pisaron esta bella, y bendecida nación. A menos que se impulse un movimiento ciudadano formal, y nacional de emergencia, que obligue a la nomenklatura fallida a corregir su propia dislocación, así como a rechazar la derogación de la Constitución de 1999 de facto, sugerida por el Presidente de la República.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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