De 65 a 59 Dólares: cómo la caída del crudo profundiza la crisis del bolívar y dispara la inflación a tres dígitos

"_El arte de la Economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o política y no meramente sus consecuencias inmediatas (...)_".

—Henry Hazlitt —

En cualquier sociedad existen medidas, actos y políticas que afectan la Economía y esto, a fin de cuentas, incide de una manera u otra en la calidad de vida de la población. En la actualidad, Venezuela atraviesa por circunstancias externas e internas que afectan y afectarán el valor del bolívar, la inflación, el empleo y el poder adquisitivo de la población.

Precios del petróleo: Menos dólares, más devaluación e inflación.

Durante el año 2024, el promedio de precio de la cesta petrolera venezolana fue de 65,26 dólares (fuente: Petroguías/PDVSA), mientras que el promedio de lo que va del año 2025 (cierre: 12 de marzo) es de 59,91 dólares. Lo anterior evidencia una caída de 5,35 dólares por cada barril vendido. Con cada dólar dejado de percibir en ventas, son varios los millones de dólares que dejan de ingresar al país por concepto de petróleo. En la actualidad, el precio del petróleo a nivel mundial mantiene una tendencia a la baja en un mercado con una caída de la demanda y una oferta saturada, ocasionada por múltiples factores, desde la apuesta por energías limpias hasta la ralentización de la economía global.

Pero es que la política monetaria de Venezuela para estabilizar el valor de la divisa ha basado una de sus estrategias en inyectar dólares por intermedio del Banco Central de Venezuela (BCV) al mercado cambiario, pero contradictoriamente no permite la fluctuación del dólar y financia el gasto público. Ahora bien, la caída de ingresos petroleros significa menos dólares, lo que ocasionará más devaluación. Pero además, si en este contexto no se permite que el precio del dólar fluctúe al ritmo de la inflación y, por último, se emiten más bolívares, también se ocasiona devaluación. En fin, de continuar la tendencia bajista o estabilizarse los precios de la cesta petrolera venezolana por debajo del promedio del año 2024, se acentuará la devaluación en Venezuela. Pero si además se mantiene la manera de conducir la política monetaria, tendremos un año con un incremento de la devaluación que podría oscilar entre 128 y hasta 144 bolívares por dólar, con un impacto directo en la inflación, que también se ubicará en la banda de los tres dígitos, es decir, niveles de devaluación e inflación mucho más altos que los del año 2024.

El diagnóstico anterior no incluye los efectos en la política monetaria por el cese de las operaciones de Chevron en Venezuela, efectos que redundarán en un mayor impacto en la devaluación e inflación en el país.

CRÉDITO, EMPLEO Y ALGO MÁS

Según los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Venezuela solo posee una tasa de crédito de poco más del 2% del PIB, mientras que el promedio para América Latina es del 47% del PIB. En el año 2024, países como República Dominicana, con un PIB un poco por encima del de Venezuela, otorgó préstamos por el orden de los 36.000 millones de dólares, y Uruguay, una economía más pequeña, lo hizo por un monto de 22.900 millones, mientras que en Venezuela fue de 2.421 millones. Esta diferencia da luces de por qué la actividad económica, industrial, comercial, pequeña y mediana industria e infraestructura se mantiene en mínimos históricos.

Los altos niveles de financiación y crédito en una nación pueden generar beneficios significativos para su economía si se gestionan adecuadamente. Estos incluyen crecimiento económico, empleo, mejora progresiva de los salarios, crecimiento del consumo de los hogares, incremento en la producción, entre otros.

Los índices de financiación de Venezuela son un lastre para el desarrollo de la producción, el empleo, la mejora de los salarios y la Economía en general. Si para el año 2025 no se adoptan políticas para incrementar el crédito bancario, no habrá inversión comercial, productiva, de infraestructura, entre otras, por lo que el número de empleo privado seguirá muy por debajo del promedio histórico del país, los salarios continuarán siendo los más bajos de América Latina y la economía podría entrar en recesión de mantenerse la baja de los precios mundiales del petróleo y los efectos de la suspensión de las actividades de Chevron.

LA HISTORIA SIEMPRE DARÁ SOLUCIONES

Los vaivenes económicos que hoy atraviesan el mundo y Venezuela no son inéditos; por el contrario, han sido experimentados en diversas décadas y en distintos países. En tanto y cuando sea así, existe en la historia de las naciones el cómo estas aplicaron medidas que permitieron salir con éxito en los momentos de crisis económica.

Tanto medidas monetarias como crediticias pueden implementarse para aminorar la inflación e incluso estimular el empleo y los salarios en Venezuela. En una nación con una dolarización de facto, que según algunos cómputos indican que 6.800 millones de dólares se mueven en el país, el Gobierno puede hacer que parte de estas divisas sirvan para aminorar la presión cambiaria, así como facilitar las transacciones en divisas en la banca, eliminar el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) y permitir la entrega de créditos en divisas. Además, permitir la fluctuación del dólar con la inflación y minimizar la financiación del gasto público por parte del BCV.

En cuanto a estimular la Economía y con ello el empleo, los salarios y el consumo interno proyectado para el último cuatrimestre del año, el Gobierno podría implementar una medida que combine disminuir el anclaje cambiario y permitir el crédito en divisas. La situación puede empeorar para el ciudadano de a pie; todo dependerá de si se tomarán medidas en las que muchos economistas coinciden y la historia respalda recurrentemente a través de sus páginas.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1515 veces.



José Antonio García


Visite el perfil de José Antonio García para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: