A los docentes y en especial a las mujeres en su día y todos los días

Es premonitorio el pensamiento del libertador cuando proclama que “el
progreso de las naciones avanza en la misma forma como camine su
educación”. Los grandes países que poseen las más ultimas tecnologías
y un alto desarrollo social y político en sus sociedades es porque le
han dado a la educación el sitio de privilegio en cuanto a inversión
social. La docencia que es la esencia de un sistema educativo en el
sistema capitalista, siempre se ha tomado como una profesión de
segunda categoría, mucho mas en países en desarrollo o atrasados. Es
una profesión muy ligada a las mujeres. Las estadísticas en materia
de docencia no pueden ser desconocidas en el sector de la docencia,
por lo menos en Venezuela en educación primaria las mujeres
docentes son más de un 80 %. A todas ellas nuestro reconocimiento.
Es la hora de valorar las mujeres en ese aspecto. Sobre todo en
educación inicial y primaria.

Recordemos por su condición natural
de ser madres, las mujeres se destacan en la profesión docente,
creemos que no existe una profesión que permita desarrollar más el
potencial de la mujer como profesional que la misma profesión
docente. Con esto quiero decir que las mujeres llegan a la profesión
docentes con algunos elementos naturales que les permite adelantarse
en cuanto al trato con los niños, niñas y adolescentes en la edad
temprana, en la primaria mucho más rápido y con mejor efectividad que
los hombres. Bajo ninguna circunstancia desdeñamos el hombre en
materia educativa, pero en los primeros años de la vida del niño y
niñas, son las mujeres quienes realizan un trabajo fundamental, sobre
todo en educación inicial.

Así como, igualmente en especialidades de
la decencia existen numerosos hombres, maestros que han desarrollado
todo su caudal pedagógico innato, la capacidad de trasmitir las
enseñanzas mediante la practica diaria y permanente. Porque ser
maestros no es una circunstancia del momento, es una práctica
constante de vida. Los hombres desarrollan ese potencial, como
complemento en esa materia en niveles de secundaria y por supuestos
universitaria con su condición ejemplar y con su trabajo en la
docencia lo demuestran.

Los países desarrollados que alcanzaron altos grados de desarrollo
tecnológico, por circunstancias políticas, etnográficas, de
idiosincrasia, sociales geográficas, se percataron del verdadero
poder de cambio de la educación en la sociedad y por supuesto de la
profesión docente y en algunos le dieron el verdadero valor.
Pero, ahora cuando el capitalismo esta plena crisis neoliberal y
cuando se llevan a cabo grandes recortes en materia educativos en
dichos países, sufren sus consecuencias que ya se están demostrando
en todos sus aspectos. Porque pretender cambiar la formación del
pueblo por programas televisivos es un fraude, pero aun es peor, con
la supuesta disponibilidad del conocimiento a través del Internet,
esa es otra patraña neoliberal de abaratar los costos en educación.

Igualmente, la formación docente forma parte de las tareas ingente que
el estado tiene que asumir, ya que sin ella no es posible abordar la
formación del pueblo mismo. En Venezuela, aunque compartimos que se
haya instaurado programas de alfabetización tecnológica y el plan
Canaima, recordemos que eso es solo un instrumento y como tal puede
comprarse en el mercado y solo es con la formación de todo el pueblo
como podremos dar el gran salto cualitativo en organización social y
en cuanto a la defensa del proceso de cambios que pareciera
estancarse.

Es por ello que solicitamos que la transformación educativa, debe ser
un proceso de revisión, rectificación y reimpulso de la educación
bolivariana, donde los y las docentes trabajan ocho (8) horas
diarias. Este trabajo representa una jornada de 54 horas docentes
semanales, lo cual resulta demoledor para la humanidad del docente y
terminan siempre con enfermedades profesionales y es allí donde las
autoridades del ministerio, raudas y eficaces le suspenden el 40 %
del sueldo al trabajador cuando más los necesita, es decir el bono
bolivariano. Valoremos el trabajo de las mujeres en la docencia.

El Ministerio del Poder Popular para la Educación debe precisar el
cumplimiento del articulo 6 literal (i) Ley Orgánica de Educación que
garantiza: “Condiciones laborales dignas y de convivencia de los
trabajadores y las trabajadoras de la educación, que contribuyan a
humanizar el trabajo para alcanzar su desarrollo pleno y un nivel de
vida acorde con su elevada misión” ( LOE), del magisterio venezolano
en esta materia y por lo que corresponde un justo y digno aumento
salarial que dignifique tan noble profesión.

Delfín Amaro
SINAFUM LARA
delfin191@gmail.com


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