“El primer poder que debe tener el Pueblo, es el conocimiento”. Hugo Chávez Frías
En breve, la República Bolivariana de Venezuela será declarada por UNESCO, como país libre de analfabetismo.
Una de las mayores preocupaciones del Presidente Chávez al asumir el mandato constitucional, fue –entre otras- librar al país del flagelo de la iliteralidad. Para ello y con ayuda de la hermana República de Cuba y adaptando a nuestra cultura, particularidades y realidad, aplica el método por ellos creados: Yo, Sí Puedo, naciendo así la MISIÓN ROBINSON. Misión recibida con agrado y entusiasmo por aquellos ávidos del conocimiento y de la luz esperanzadora que iluminan las letras, los invisibles de siempre, e injustamente vituperada, vilipendiada y agraviada por la gente oposicionista, conscientes del peligro que semejante esfuerzo por dar luz significa para su imperio de la oscuridad.
Misión que como fuego sagrado corrió por las calles, los barrios y campos de Venezuela, no precisamente en los hombros de los burócratas, sino de los millones de compatriotas quienes con gran entusiasmo y alegría acudían masivamente al llamado que hiciera nuestro Presidente: ¡Vamos, vamos pues, todos a aprender a Leer y Escribir! Si, con mayúsculas, ya que mayúscula es esta misión. En lenguaje coloquial se suele decir que cuando un adulto alcanza determinada edad... pierde aptitudes para el aprendizaje...pero no... Ha quedado demostrado con largueza que hombres y mujeres mayores, aún con 80 ó 90 años de edad lograron realizar su más caro y anhelado sueño: APRENDER A LEER Y ESCRIBIR, abrir los barrotes de la más terrible de las prisiones: LA IGNORANCIA.
La denominación de la misión con el nombre de ROBINSÓN, ya entraña una hermosa evocación, éste es el seudónimo de Simón Rodríguez, maestro y ductor de Simón Bolívar, El Libertador. Rodríguez imprimió en el ánimo del GENIO DE AMÉRICA, visionario y antiimperialista, las ideas libertarias y revolucionarias quien después de su juramento en el Monte Sacro, realizó su gesta y liberó del imperio español a su Venezuela y nuestros países hermanos de la América Meridional.
Misión esta que lucía casi imposible dado el elevado índice de compatriotas que habían permanecido en el oscurantismo e ignorancia. Siendo así como se establecieron por casi cinco décadas el bipartidismo de la democracia representativa. Sobre la ignorancia medraron. Mantenerla les era de vital necesidad.
La única manera que este bipartidismo obsceno, corrupto, obsesivo y despótico se mantuviera en el poder por casi cinco décadas era mantener sus gobernados bajo el manto de la ignorancia, haciendo cada vez más difícil el ingreso a la escolaridad que por Mandato Constitucional es gratis y obligatoria. Se fue privatizando la educación en todos sus niveles y extensión. Negando así el acceso a este mandato a los excluidos de siempre, los de menores, casi o ningún ingreso económico.
De tal manera que la educación que debía ser gratis y obligatoria se fue elitizando, hasta el punto que teníamos una Deuda Social, como la denomina el Presidente Chávez con más de 1.500.000 venezolanos que hoy, en un porcentaje de 99,99 por ciento pueden considerarse libres. Mujeres y hombres, jóvenes y adolescentes niños y niñas, que formaban parte del inmenso universo de analfabetas, son ahora los que han roto las cadenas de la oscuridad, incorporándose al núcleo de los que pueden defender sus derechos ciudadanos. Ya dejaron de ser víctimas. Han pasado a escribir su propia historia personal. Ellos, nuestros hermanos demostraron: QUE SÍ PUDIERON.
Tal ha sido éxito alcanzado por la MISIÓN ROBINSÓN que ya algunos países de la región están comenzando a implementarlo.
...Finalmente y para concluir, no puedo dejar de evocar las palabras que Simón Bolívar, El Libertador exclamara en su Discurso de Angostura, el 15 de febrero de 1819: “UN PUEBLO IGNORANTE ES UN INSTRUMENTO CIEGO DE SU PROPIA DESTRUCCIÓN”...
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