Como parte del crecimiento vegetativo en términos absolutos el salario
del docente refleja un crecimiento natural. Pero si los comparamos en
términos relativos con el salario mínimo de los trabajadores y
trabajadoras del País se demuestra estadísticamente que se han
venido acercando para equilibrarse en los mismos valores. Con
cualquier análisis se observa que la curva de crecimiento
vegetativo del salario de los docentes en comparación con el salario
mínimo nacional se infiere que ambos parámetros se acercaron en
los últimos años.
Que significa en lenguaje cristiano estos términos estadísticos?
Simple, que el salario del docente ha tenido un progresivo deterioro,
aun a pesar del crecimiento vegetativo natural del mismo. Lo grave de
esta apreciación es que el salario mínimo es un parámetro en función
del trabajador no calificado, sin sesgar ni descalificar los derechos
inalienables de cualquier trabajador primerizo, del cual solo se
espera solo saber leer y escribir. En cambio un docente obtiene un
título universitario con todo un esfuerzo de él y su familia
necesario para obtenerlo y la función que desempeña. Por lo mismo
debe ser valorado en una justa medida.
Nadie desconoce las razones para que un oficial militar desde
subteniente hasta general tenga una remuneración adecuada, o que un
medico con años de servicio y posgrado también se le reconozca su
valía para la sociedad, pero no podemos aceptar en cambio a un docente
se lo subordinan a ser un simple funcionario equivalente a un
trabajador no calificado. No es justo.
Esta es la razón por la cual cada vez que se discute una convención
colectiva nos encontramos que los docentes en los primeros niveles,
docente I y docente II se encuentran por debajo de ese mínimo
nacional. Lo cual además nos muestra la inexistencia de una buena
política salarial para el magisterio de parte de los gobiernos. Es
más, el porqué en diversos portales de la red en los cuales
participa los docentes nacionales son constantes sus reclamos sobre
esta pérdida del poder adquisitivo.
Aunque se afirme por razones políticas e ideológicas que todo pasado
fue peor, en materia estadística se nos muestra que el salario del
docente, como profesional estuvo siempre por encimas del salario
minino. Entonces es la hora de proponer con fuerza que el escalafón
del salario de los docentes debe corresponder con el mismo argumento
de la ley de emolumentos de funcionarios públicos. En el cual se
calcula en función de salarios mínimos.
Proponemos que la próxima convención no se solicite porcentajes del
actual salario como propuesta para su ajuste. Si no tomar como
base el primer nivel docente como equivalente a dos salarios mínimos
y así progresivamente los demás niveles 2, 3, 4, 5 y 6. Porque si
existe un sector que tiene mejores y más validos argumentos que los
altos funcionarios públicos son los docentes, además la ventaja
adicional que cada vez que se realiza un ajuste del salario mínimo el
mismo también le corresponde y a los docentes debería ser igual por
su equivalencia en valor a lo que aportan a la sociedad.
Es una propuesta justa y necesaria
Por otra parte, En un anterior escrito establecimos de manera
palmaria los sectores de la economía en los cuales los docentes
consumen su mísero salario, afectados todos por la inflación
galopante. Son tres grandes sectores: alimentación, trasporte y
salud. En cada uno de estos sectores se refleja un aumento
considerable del proceso inflacionario. En Los alimentos subieron en
más de un 75%. El trasporte en casi un 100% y la salud en un 50%.
Este año 2014 la inflación global está en más del 60% hasta el mes
pasado de septiembre, aun falta lo correspondiente al mes de octubre,
noviembre y por supuesto diciembre con su carga normal de especulación
desatada en todos los aspectos.
Por todo ello, solicitamos un merecido ajuste salarial al magisterio
por parte del estado venezolano, mientras recojamos y validamos
propuestas para la próxima convención colectiva.
