Aunque el titulo del presente escrito pareciera hacer creer que
hablaremos de la economía venezolana, cuando de verdad de lo que
escribiremos serà de la situación caótica de los docentes por su
miserable sueldo.
El año 2013 se firma una convención colectiva con un aumento de 50%,
pero desde enero de ese año hasta sus finales la inflación fue de un
56,2%.
Luego en el año 2014 se acordó un ajuste de 25 % para los docentes,
dado en dos partes, uno en enero de 10% y el otro en septiembre de
15%, pero la inflación fue de un 63,4%.
Este año 2015 nos iniciamos con un altísimo índice mensual de precios
por encima del 5 % lo que nos presagia una inflación igual o más alta
que la de los años anteriores. (Todos son datos del BCV).
Ahora entonces entramos en el titulo del escrito donde El ministro
para el Transporte y Obras Públicas, Haiman El Troudi acaba de
acordar con los empresarios trasportistas (¿serán parásitos?) un
aumento del pasaje en los términos descritos.
De todo es conocidos que los docentes en cada estado tenemos que
utilizar el sistema de trasporte urbanos y suburbanos, porque la
mayoría no tenemos vehículos, para cumplir nuestra digna labor
docente y con ese aumento de pasaje , nuestro salario se convertirá
definitivamente en una simple transferencia de nuestros recursos
para estos empresarios.
En el estado Lara poco a poco los docentes van renunciados al
exclusivo ejercicio docente y buscan desesperadamente otra forma de
mejorar su situación económica y social. Por ello las autoridades
educativas no esperen que los sábados los docentes se integren a
desarrollar esas brillantísimas ideas de “Sábado pedagógicos”, cuando
la papa se ha puesto dura para el hogar de los docentes.
Respeto a los dólares a 170 en el Simade, muy parecido al dólar de la
calle, nos preguntamos.
¿De verdad el gobierno nos pretende hacer creer que ese precio no
será el de referencia de los empresarios parásitos para toda la
mercancía?
Hay dejo la reflexión al gobierno y al pueblo, de la verdad
porque los docentes nacionales necesitamos urgentemente un ajuste
salarial.
Que no los asuste las próximas movilizaciones de los docentes por
sus justas reivindicaciones, no somos golpistas, pero los tres golpes
de la comida esta fuerte.