Solo la educación y la formación permitirán que seamos mejor país

Educadores, periodistas y demás comunicadores y oorientadores, tienen el rol de llevar las ideas de transformación y de creación de mejores posibilidades para la sociedad venezolana.

Hay parte de un artículo de la actual Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que un buen número de ciudadanas y ciudadanos violan de manera reiterada y desconozco qué artículo de la moribunda carta magna lo refleja, pero el asunto es que se viola desde hace mucho tiempo, décadas atrás y que está relacionado con el hogar y la crianza de los hijos.

Hacemos referencia del Artículo 76, del Capítulo V, que corresponde a los Derechos Sociales y de las Familias y en él se dice, valga el ejemplo, que "El padre y la madre tienen el deber compartido e irrenunciable de criar, formar, educar, mantener y asistir a sus hijos o hijas, y éstos o éstas tienen el deber de asistirlos o asistirlas cuando aquel o aquella no puedan hacerlo por sí mismos o por si mismas. La Ley establecerá las medidas necesarias y adecuadas para garantizar la efectividad de la obligación alimentaria".

Si todos los venezolanos y demás ciudadanos de otros países, residentes en la nación, hubiesen tenido conciencia real de lo que significa lo establecido en ese u otro articulado dirigido hacia los deberes y derechos que consolidan fuertemente los hogares, otro gallo hubiese cantado y no tendríamos -nosotros como cualquier otro país- los problemas que han sido consecuencia de la fractura familiar, como son los casos del abandono, las agresiones a esposa e hijos, los asesinatos, el alcoholismo, la delincuencia, etc.

He escuchado de otras voces, por ejemplo, comentarios, conversaciones como la siguiente:

-¿Qué pasó, que quedaste en estado de gravidez, tan joven?

- ¡Bueno, eso fue una noche loca!

- ¿Y el padre, cómo se llama? ¿Es conocido?

- ¡En verdad que no sé, ni me importa!

Uno se pregunta cuáles son las razones por las cuales este tipo de situación suele ocurrir con más frecuencia de lo que imaginamos, tanta como el ver la cantidad de niñas que acuden a las maternidades de los hospitales.

Debemos decir que sucede por la irresponsabilidad de ambos géneros, por la hembra y el varón, quienes por dar rienda suelta a sus emociones, no piensan en lo absoluto en el sentido de las consecuencias que pueden tener. Algunas parejas, más preparadas se cuidan de modo permanente y asumen tener hijos cuando creen que tienen las posibilidades de velar por ellos.

En otros casos, las cosas no funcionan de esa manera y explotan en consecuencias nefastas:

-La joven o adulta queda embarazada, con todo lo que ello significa y, por lo general, el varón se marcha como si nada hubiese pasado, dejando así un retoño cuya evolución se ignora como será. En muchas ocasiones, este hecho se repite porque la madre, si no está bien formada, pensará que su próxima pareja si le dará estabilidad y, por lo general, no ocurre.

Entonces tenemos que eso se convierte en un ciclo nefasto que dejará a una mujer llena de hijos que, con dificultades, logrará dar de comer, vestir y mal educar, por otro lado, queda en evidencia concreta una actitud machista e irresponsable que podría repetirse con otra hembra.

Es este tipo de realidad que todas las ciudadanas, ciudadanos e instituciones deben asumir en todas las localidades del país, de modo que se establezca una especie de círculo que crece en función de la protección de los hogares y sus miembros.

Ello debe ser tomado muy en cuenta en los actuales momentos en los que nos aproximamos a la discusión y consolidación de los deberes y derechos de la sociedad venezolana, porque una sociedad bien educada y bien formada, será una sociedad en la que el delito disminuirá, en función de todos sus habitantes.

Si tenemos mejores hogares, cada día con óptimas respuestas del Estado, estamos seguros que las oportunidades se abrirán y con ellas, una disminución gradual del hecho criminal. Estamos obligados todos y particularmente ahora los que serán constituyentistas, a tener una sociedad que construya, que edifique, capaz de generar ideas, proyectos y riquezas para todos, pero para ello es necesario fortalecer el sentido de la educación y de la formación de las nuevas generaciones.

Escribo acá que, los educadores y también los periodistas y demás comunicadores y orientadores, deben ocupar un rol muy importante en la formación de las nuevas generaciones, porque compete a ellos transmitir las ideas de superación y de creación que son tan necesarias para el fortalecimiento de Venezuela.



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Pedro Estacio


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