A propósito del atraso del pago de la quincena

Soledad inducida en la universidad ¿ culpa de quien ?

Desde hace ya tiempo hemos visto como la anemia cerebral, fue carcomiendo las bases que sostienen la casa vencida por las sombras, todo su producto eterno y bruto fue egresando de esas murallas que se hicieron impermeables para el pueblo, convirtiéndola en una sociedad de cómplices y elites familiares aburguesadas, que ahora chillan pidiendo auxilio para que resucite lo que inevitablemente se les viene, la debacle, si no se rectifica su política administrativa y académica. No me alegra, todo lo contrario me llena la tristeza en todo mí ser, porque reconozco, fue mucha de la sabiduría que bañó mi ser como persona, en el contacto con excelentes entes de la especie humana, que le hicieron honor a su rango de estrellas en el firmamento de la academia.

Sin embargo y esto lo digo, con la autoridad que me da el honor de haber sido jubilada con un expediente limpio y haber pasado con la moral de luchar por los beneficios y logros de los trabajadores, sin pedir que me dieran beneficios laborales por acompañar las luchas perpetuas del movimiento de los mismos, no me gusta usar la palabra sindical, (me suena como aprovecharse de las circunstancias).

Ya con 20 años apartados del movimiento de los trabajadores, intenté volver, siendo los mimos entes del sindicalismo prehistórico, consideré, en su actitud y pensamiento, los protagonistas de todas las épocas llegando a considerar que valía la pena acompañarlos nuevamente, pero no, una gran decepción fue lo que me llegó de parte de ellos. Como dicen algunos, también jubilados del mismo lugar, convirtieron los órganos de la lucha, en alas del palacio rectoral, trabajando como virreinatos, donde la real cedula administrativa, es un apéndice de la dinastía, manejada a su antojo y conveniencia. Hablo específicamente, caso Universidad de Carabobo, pasa también con la UCV, Universidad Central de Venezuela, por información directa que me llegó, no sé en realidad como estarán las demás autónomas, pero que usaron el mismo método para ir vaciando las universidades de pueblo.

Este prologo con una narrativa de término real, no por lo sincero, sino por el vocabulario que amerite cuando nos referimos a lo que se ha convertido la universidad en Venezuela, caso Universidad de Carabobo, un dominio lleno de vasallos a la orden de su majestad. La institución fue convertida en una Asamblea de castas de abolengo y mafias. Hoy vemos como muere la casa que vence las sombras, dando pie a la casa vencida por las sombras.

Cuando empezaron a aplicar aquellos reglamentos al pueblo que quería ingresar a sus aulas, como la Prueba de actitud académicas o la tal prueba de admisión, que de paso había que comprar el tal filtro, abrir concursos amañados para obtener cupos en los pre y post grados, así mismo para aspirar a un cargo docente o administrativo, también aplicados a obreros, parece que se masturbaron el cerebro cuando parieron esa figura política, mejor dicho, roscas de mafias, para excluir al pueblo de a pie, con aquella figura de población flotante, sin contar la piedra que completa la corona, el libre mercado de la compra y venta de títulos.

La melancolía nos rebasa, cuando fuimos testigos en su recinto de saber, a una universidad llena de alegría, gritos, eufóricos, pasillos, patios, cafetines llenos de esperanza de muchachos ansiosos del saber, tiempos después vi los mismos espacios llenos de silencios interminables, soledad y tristezas, lo lamentable, que hoy, hay una ciudad Universitaria de finas y muy adornadas estructuras, con zonas verdes que invitan al saber y al estudios, pero ¿Para quién?, si cuando eran solos galpones para gallineros, se llenaron de sueños, egresando a un gran número de profesionales que hacen vida en el país y que otros volaron a buscar otros rumbos, equivocados o no. Pues me atreví y quise ver lo que en otrora viví, pero creo que morí en el intento.

Hoy pseudos dirigentes que luchan por llenar esos espacios, hacen llamados inútiles para evitar que se cierre la Universidad, déjenme decirles, creo que es tarde para ese llamamiento, porque la universidad si de verdad, bien la hace el trajinar de sus trabajadores y docentes junto a figuras burocráticas con títulos onerosos, sin sus estudiantes no hay vida, esa mala praxis de sus autoridades de turno, junto a la academia pensante, alejó al pueblo de su recinto. Gústeles no, la universidad es del pueblo y para él se creó, y el pueblo es quien la salva o salvará.

En valencia a los 21 días del mes de mayo 2019



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Norma Rivas Santacruz


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