El Socialismo no se decreta, y tampoco el Marxismo es un recetario para hacer revoluciones, de eso que no quede la menor duda. La Economía camina mucho mas despacio que la política, todo esto ya lo he analizado por esta vía. Nuestro país sigue estando sumergido en el sistema Pre capitalista, nunca pudimos desarrollar a plenitud las fuerza productivas con que contábamos desde 1876 cuando se firmo el Tratado de Coche. Venezuela sigue siendo un país mono productor de combustible fósil. El desarrollo económico aguas abajo nunca fue posible durante la explotación de esta fuente de energía contaminante. En el mundo nos conocen por ser un país petrolero, de mujeres bellas y ahora por estar en una Revolución de transito a un nuevo socialismo.
Este socialismo no puede ser calco y copia de los que aparecieron en el siglo pasado, mucho menos convertirse en un socialismo dogmático, ultroso, ortodoxo, inflexible etc. Por cierto errores cometidos por los que nos antecedieron. Ya por aquí reflexionamos sobre la eventual expropiación de industrias como la Polar. Allí exponíamos que si en verdad estamos en una Revolución verdadera, esas medidas no harían falta, ya que los mismos trabajadores de esas compañías se encargarían de hacer el viraje del pre capitalismo existente hacia un modelo de producción socialista. Uno de los primeros pasos a ejecutar era la conformación de los Concejos de trabajadores en todas las empresas sean estas Privadas, Publicas, Mixtas o Endógenas. La misma dinámica de la transición hacia el Socialismo llevaría a estos Concejos de Trabajadores a cambiar de manera radical la doctrina capitalista por una Socialista, cuando los trabajadores vean las bondades del Modo de Producción Socialista, las “expropiaciones” por decreto se convertirían en la “apropiación” por parte de los trabajadores de la producción de bienes que generan, y aquí si estuviésemos aplicando una variable socialista, y no entraríamos en el error de crear un monstruo burocrático estatal de producción planificada.
Nosotros no nos cansaremos de repetir, que la ejecución forzada de convertir a una empresa en socialista no la hace socialista per se, esta contradicción es obligatorio entenderla. Una cosa es un decreto y otras cosa es lo que realmente pasa dentro de las fábricas. Nuestra Economía sigue siendo y será por mucho tiempo una Economía de Mercado. Nuestros socios comerciales nacionales y extranjeros aplican Economía de Mercado. Ninguna fábrica sea esta privada, socialista estatal, podrá zafarse de esta Economía, que lleva a la misma producción a crear un “Agujero Negro” que se traga al obrero, a su salario y a todo lo que lo rodea. El dilema está: Por donde empezamos, cambiamos el sistema económico pre capitalista, o expropiamos todo el aparato productivo privado, donde el aparato socialista tendrá que jugar en una economía de mercado neoliberal.
La Revolución Bolivariana tiene una tarea de hormiga, no es posible cambiar de mentalidad a toda la gente en cortísimo tiempo. Estamos inmersos en una vorágine capitalista mundial, donde la herramienta comunicacional es punta de lanza de la ideología neoliberal. Nuestro proceso no es soplar y hacer botellas de vidrio, el feudalismo costo dios y su ayuda para ser defenestrado por la Revolución Burguesa. En ese espejo hay que vernos, no es cuestión de tiempo, es cuestión de hacerlo bien, pero muy bien. Las acciones tomadas a la ligera, crean desasosiego y animadversión, apatía y tantas cosas más.
Las 3R al cuadrado, según la matemática clásica se convierten en 9R, y la variable R seguirá al cuadrado, apliquémoslas, hagamos nuestra propia teoría revolucionaria que nos llevará a la praxis socialista del nuevo siglo. Dos pasos adelante y uno atrás, el paso ganado será firme y contundente.... Es ahora o Nunca... Venceremos¡
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