I.
En Enero del año 2011 escribimos el articulo “La Clase Obrera de frente contra la especulación” en el cual planteamos dos ideas centrales:
1. “No queda otra opción, que salir a combatir la especulación mas allá del portón de la empresa, del conuco, granja, fundo o peñero para garantizar que los trabajadores y el resto del pueblo consumamos lo que producimos para satisfacer necesidades humanas.”
2. “La batalla tiene varios frentes. Uno: Los trabajadores y las trabajadoras de Aceite Diana, Lácteos Los Andes, Sidor, Cemex, Sardinas La Gaviota y Centrales Azucareros eliminando las ventas por “los cupos” a la oligarquía. Haciendo Contraloría Social para lleguen con precios justos y solidarios a las manos del pueblo. Articulándose con las redes socialistas de distribución comunal”.
Lamentablemente eso, al pasar del tiempo, no materializó en organización y la oligarquía golpista, quien es la que controla la distribución de alimentos, inició el 2013 desapareciendo el azúcar, la harina de maíz y la leche en Venezuela para modular un estado sicológico, que pretendían desembocara en un golpe de Estado contra la revolución bolivariana.
Esta intentona golpista ha sido derrotada por la voluntad del pueblo, que ha buscado sustitutos a los artículos “desaparecidos”, y también por las acciones del gobierno bolivariano. Sin embargo, hubiese sido maravilloso que el Control Obrero sobre la producción, distribución y consumo, fuese el elemento determinante en la victoria revolucionaria.
II.
En la reciente y multitudinaria marcha de Caracas escuché la consigna “Control Obrero Contra la Especulación” y me dije: llegó el tiempo de mis escritos de 2011.
Ese grito de guerra debe llevarse a la práctica ya en todos los centros de trabajo y muy especialmente en las fabricas de artículos de primera necesidad, mas aun si son de utilidad pública.
Todo será posible, si y solo si, los trabajadores y las trabajadoras asumimos que: 1) somos la clase que tiene todo el poder de transformar y que sin nosotros la oligarquía no es nadie porque ella no trabaja, no maneja las maquinas; 2) los productos que salen de nuestro trabajo deben ser para resolver las necesidades del resto del pueblo; 3) nosotros tenemos que decidir para donde va el producto de nuestro trabajo; y 4) tenemos que ir a la huelga si vemos que lo que producimos está siendo utilizado para la especulación, el boicot y el acaparamiento.
III.
El Control Obrero contra la especulación pasa por cinco líneas básicas: 1) organizarnos en los centros de trabajo bajo la figura de Consejos de Trabajadores para planificar y decidir sobre la producción y la distribución de los artículos de primera necesidad; 2) articular los Consejos de Trabajadores bajo el esquema de Asamblea Permanente de Trabajadores Contra el Boicot, el Acaparamiento y la Especulación; 3) unirnos con los Consejos Comunales, Campesinos y Pescadores para potenciar y validar el proceso distribución-consumo sin las “roscas que tienen "cupos"; 4) darle vida a las redes de distribución de alimentos, tales como FRIOSA, KOMA y La Fuente, que hoy son un mal ejemplo de las nacionalizaciones en Guayana, y 5) Relanzar PDVAL y MERCAL.
¡Viva Chávez!.
¡Viva el Control Obrero contra la Especulación!.
aadarfio@hotmail.com