Pasar de una sociedad
rentista en términos de la riqueza natural proporcionada por la inmensa
cantidad de reservas petroleras en el país (296 mil 500 millones de
barriles de crudo), que nos posicionan en el primer lugar del globo
terráqueo; pareciera presentar un escenario bastante difícil en cuanto
a la motivación cultural que pudiera tener nuestro pueblo para superar
los vicios consumistas y la continuidad de una economía destructiva
y por otra parte las amenazas de la permanente agresión que las águilas
imperiales generan sobre nuestro territorio con el afán de adueñarse
de nuestra riqueza petrolera por el camino violento, a lo que Dussell
denomina coacción ilegítima y fin de la política.
El Gobierno del Presidente
Chávez luego de los sucesos del paro petrolero orquestado por los altos
intereses del Norte en conjunto con sus operadores locales, permitió
crear a partir de la crisis una situación de apropiación de la industria
petrolera y en consecuencia la autonomía del Gobierno de poder determinar
las políticas para el Desarrollo del país libremente.
Andrés Giussepe Ávalos
en su libro Petrodiplomacia y Economía en Venezuela proyectaba que
para el 2011 el precio de la cesta petrolera de Venezuela estaría en
75,1$ por Barril, lo que indica que los actuales precios del crudo (105,75$)
apuntan significativamente a una variación positiva que refleja por
una parte la consolidación de la OPEP como organismo contra-hegemónico
y autónomo en cuanto las políticas de producción, precios y comercialización
a escala mundial y por otra el impacto de las economías emergentes
como China, Brasil e India en la demanda de este producto.
Es así como vemos
que la inversión social desarrollada en el país entre 1999 y
2010 (más de 350.000 millones de dólares), ha permitido tener
como fuente de recursos PDVSA, que a pesar de los esfuerzos por parte
de la revolución en desarrollar fuerzas productivas alternativas a
la economía capitalista, aún nos encontramos muy lejos de esta meta
y con ello lejos de la posibilidad de sembrar el petróleo, sin embargo
vale la pena destacar que el esfuerzo que se ha generado para saldar
la deuda social que sobre nuestro pueblo dejaron los gobiernos precedentes
han dado sus frutos, nos queda por ahora el camino más difícil, como
lo planteaba el Ché en la necesidad de formar el hombre nuevo.
Por ahora nos queda una
tarea de profundizar los esfuerzos de la revolución en consolidar una
economía socialista, para ello en términos materiales el petróleo
será en consecuencia el insumo fundamental, y para ello los destinos
de los recursos económicos provenientes de la industria petrolera deben
ser en concordancia administrados de manera progresiva por la comunidad
organizada, como resultado de un proceso de armonía entre lo organizativo,
formativo y de transferencia de competencias.
“Debemos sembrar
el petróleo y utilizar la riqueza racionalmente para el desarrollo”.
Hugo Chávez Frías.
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