“La libertad es siempre la libertad
de aquellos que piensan de otra manera”
Rosa Luxemburgo
El 6 de diciembre del año 2016 se celebraron los comicios para elegir los diputados y diputadas de la Asamblea Nacional, elecciones en las cuales resultaron electos por mayoría los candidatos de la oposición agrupados en la llamada Mesa de la Unidad con un 56% de los votos sufragados en tanto la fórmula del PSUV y aliados obtuvo el 41%.
Esta es la primera derrota que sufre el partido de gobierno después de haber resultado vencedor en las elecciones nacionales, regionales y locales desde el año 1999 con la victoria del Comandante Chávez a la presidencia de la República.
Uno de los factores que produjo esa derrota es que durante los años 2013 y 2014 se presentaron en el territorio nacional largos periodos de sequía que afectaron gradual y gravemente los embalses de agua del país en especial las regiones del Zulia, Falcón y en el Oriente a los embalses del Turimiquire, Lagartijo y El Guri.
En el año 2015 la sequía continúa y se declara que El Fenómeno del Niño está afectando al territorio nacional, no sólo en el suministro de agua potable a las comunidades, sino también al Sistema Eléctrico Nacional ya que se hace necesario hacer recortes en el suministro del servicio a empresas, instituciones públicas, servicio doméstico, etc., durante gran parte del día y las noches inclusive.
Esta situación no fue lo suficientemente explicada a las comunidades por parte del ejecutivo nacional lo que fue utilizado por la oposición para usarlo como punta de lanza en su campaña electoral para desprestigiar la gestión que acaba de iniciar el Pte. Maduro.
Pero además, desde CORPOELEC se inicia un proceso de sabotaje sostenido de suspensión indiscriminada del servicio eléctrico durante largos períodos de tiempo, horas nocturnas, y por supuesto, la desinformación a las comunidades de las horas de suspensión del servicio en el cual estuvieron involucrados Directores Regionales, municipales, empleados, prestadores del servicio.
La campaña surtió efecto y los resultados electorales reflejaron, no sólo el descontento del pueblo, sino el éxito de la estrategia de la oposición que contaron con el apoyo de los infiltrados en la institución en referencia, pero además la ineficiencia de las instituciones encargadas de garantizar la seguridad del país, de investigar los actos de saboteo, destrucción de equipos, instalaciones estratégicas, y sobre todo, el psicoterror empleado para atemorizar al pueblo.
Al fin y al cabo la campaña estaba apoyada en denuncias referidas a la falta, por parte del ejecutivo nacional del mantenimiento a las instalaciones, de los equipos, de personal capacitado, así como la corrupción en el manejo de las inversiones, presupuestos, adquisición de maquinarias, servicios, etc. Es decir, verdades y mentiras, medias verdades y medias mentiras. Lo peor de todo, nunca hizo referencia los actos de sabotaje, los fake news usados en su campaña terrorista. Aunque siempre el ejecutivo nacional, a través de las instituciones de seguridad y defensa del país denunciaban acciones de sabotaje en contra del SEN, nunca se conocieron sus autores, detenidos, solicitados. Ut Scire.
Posteriormente, con el sabotaje contra el SEN ocurrido el 7 de marzo del año 2019, tanto como los autores materiales y sus cómplices internos que defendieron tal acto deplorable, no hubo detenidos, acusados, ni de los autores de acciones terroristas posteriores que atacaron e incendiaron la Estación de Alto Prado y otras subestaciones en diversas regiones del país. Siempre el mismo mutismo, el mismo silencio. Quod similes supra
Desde esas fechas los apagones, largos recortes de energía eléctrica no anunciados en los hogares del país que ocasionaron graves daños a equipos electrodomésticos, suministro de combustible, inseguridad, terror, fueron la dieta diaria de los venezolanos. Situación que había venido siendo superada en algunas regiones del país mientras que en otras el proceso ha sido difícil y complejo como en el caso del Estado Zulia y otros sitios fronterizos.
El caso es que en el venidero mes de noviembre se realizarán las elecciones regionales para renovar todos los cargos ejecutivos y legislativos de las 23 entidades federales al igual que de los 335 municipios del país, y al parecer el mismo plan siniestro utilizado por la derecha criminal en el año 2015 viene desarrollándose, no sólo en el SEN sino también en el servicio de agua potable para las comunidades, suministro de gasolina y diésel, semáforos, seguridad ciudadana y otros. Pero lo curioso es que las autoridades nacionales, a todo nivel nada dicen al respecto, no informan, no aclaran, es decir, silencio sepulcral.
Esta situación, en conjunción con la corrupción generalizada y en metástasis, el aumento especulativo del dólar, inseguridad ciudadana, deterioro de las instalaciones de las instituciones de salud, falta de equipos, aumento exagerado del precio de los medicamentos y un largo etcétera, constituyen una real amenaza para el logro de los objetivos planteados por el gobierno nacional como lo es la legitimación de los poderes a fin de generar un clima de armonía nacional a lo interno y con ello superar las sanciones y evitar acciones militares por parte del imperio y sus aliados.
Mientras tanto el plan sigue en pleno desarrollo pareciendo que la historia de los año 2014-2015 vuelve a repetirse teniendo nuevamente “mutatis mutandis” como actores a los infiltrados en Corpoelect y los agentes encubiertos de la CIA ocupando puestos claves en el Gobierno Nacional. O sea.
Difícil que la oposición, con sus profunda diferencias internas (pero que están haciendo esfuerzo por superarlas) así como el descrédito de sus dirigentes, de sus organizaciones y líderes y la falta de un proyecto de gobierno y un plan de acción creíble, logren triunfos sustanciales en el proceso electoral a no ser los bastiones en los cuales siempre han sido electos sus candidatos. Pero…
¿O quizás haya otro plan a lo interno no electoral que está desarrollándose y se están dando los preparativos en el terreno para su ejecución?
Uno no sabe, pero como dice el adagio popular “mordido de culebra cuando ve bejuco brinca”
Uno no sabe