En una nota anterior que se publicó en Aporrea este martes 06/10/2010 con el título: El PSUV y el Lenguaje de la matemática[1]. Analizaba un poco la conformación del Partido y resaltaba las siguientes situaciones:
1) Un alto porcentaje del Directorio Nacional del PSUV estaba conformado por: Ministros (44%), camaradas que dejaron de ser ministros y diputados muy recientemente (37%), Diputados en ejercicio (15%) y una periodista (4%) sin cargo en el alto gobierno.
2) Planteaba también, muy a pesar de impulso de la “nueva geometría del poder, que un 77% de esta Directiva tenía como sitio de residencia la gran Caracas y manifestaba, que siendo una directiva con estas condiciones, los votos en los municipios de la gran Caracas vienen mermando en cada uno de los procesos electorales sucedidos desde el año 2006. Es un dato
Por ahora, este es el PSUV que tenemos para poner andar la opción de construir el socialismo, sin embargo, esta opción de construir un nuevo modelo de sociedad bajo el lema del socialismo del siglo XXI, debe tener fija la mirada en el horizonte, pero sin dejar de observar críticamente por el espejo retrovisor, cómo se desenvolvieron los procesos de construcción de los modelos de sociedades socialistas durante el siglo XX. Con la mirada fija en el horizonte pero pendiente del lo que puede verse a través del espejo retrovisor, el proyecto necesita de un instrumento que tenga claramente definido el modelo de sociedad incluido en el proyecto y el perfil de los conductores del tren que nos llevará al socialismo. Estas son dos situaciones significativas.
¿Qué nos dicen las experiencias más conocidas del Socialismo del Siglo XX?
Las más conocidas, sin incluir el caso o modelo cubano, son la experiencia de la república soviética y la experiencia de Yugoslavia. La primera se inspiró o “cuajo” con la activa participación de los Soviets y la experiencia Yugoslava con un modelo de participación que tomó fuerza a partir de 1974 con el sistema de delegados.
Los Soviets se conformaron en la primera década del siglo XX, previo al triunfo de la Revolución de octubre y fue un poderoso instrumento para el triunfo de esa revolución. La república soviética y el eslogan que conocimos “todo el poder para los soviet” quedó como consigna porque el partido y el stanilismo disminuyeron el poder de los soviets. La experiencia de ese socialismo nos advierte que un partido sin una clara y contundente participación de los que más tienen que perder con el proyecto en desarrollo (clase obrera/trabajadores) es un riesgo; pero es importante tener claro, que lo central no es tener a nivel del partido una vocería de los trabajadores, porque esa categoría de “trabajadores” es como un sombrero de un mago de donde cualquier conejo puede saltar. Si hacemos uso del dato o los datos, es lógico que observemos el “debate” que se ha venido dando en los diferentes grupos que conforman la fuerza socialista bolivariana de trabajadores. Más que un encuentro constructivo, el “debate” se ha transformado en una pelea un tanto irrelevante, cuya justificación se explica por las intenciones de control y de figuración.
Conviene mirar por el espejo retrovisor del socialismo y fijarse un poco en el modelo Yugoslavo, que aunque no fue capaz de soportar el desmoronamiento del proyecto socialista, es una experiencia que tiene perfecta sintonía con la propuesta de democracia protagónica y revolucionaria contenida en el Proyecto nacional “Simón Bolívar” que no se ha hecho efectiva. En el sistema de delegación yugoslavo hay varias premisas interesantes. Una de ellas se concreta en el perfil, las responsabilidades y los límites de las delegaciones y los delegados que fueron dándole consistencia a todos los esquemas de organización que fueron conformándose.
Estas son dos experiencias que nos conviene tener muy presente en este proceso de construcción del socialismo bolivariano que como está claramente registrado en el libro rojo[2], se asume con las siguientes contribuciones:
“El Partido asume el ideario Bolivariano, la contribución de Ezequiel Zamora y Simón Rodríguez, así como los aportes de lucha y organización de los pueblos indo-afroamericanos; se inspira en los orígenes del cristianismo, en la teoría de la liberación, se nutre del socialismo científico y las experiencias de sus hombres y sus mujeres que han luchado por la revolución y la construcción del socialismo” (libro Rojo)
¿Qué partido propone el Libro Rojo?
El libro rojo es el texto que recoge todas las conclusiones y propuestas aprobadas en el último Congreso Ideológico y en ese libro, se precisa sin ambigüedades una clara idea sobre el perfil de los actores que tendrán la responsabilidad de conducir (con el partido) el Socialismo del siglo XXI. El perfil se expresa en estos términos:
1) “El Partido Socialista Unido de Venezuela representa los intereses del ploretariado urbano y rural, del campesinado y los demás sectores sociales explotados” (Art. 4 Estatutos)
44
2) “Las fuerzas motrices o sujetos de la Revolución Bolivariana son las trabajadoras y los trabajadores en su doble condición de creadores de la riqueza social y expropiados del fruto de su trabajo y, en tal condición, llamados a dirigir la revolución en el marco de la lucha de clases”
De dos estas citas, evaluemos la condición de esa representación y veamos, si esa alternativa, guarda relación con el modelo de democracia participativa y protagónica. ¿Estarán representados ahí los intereses del proletariado urbano y rural? ¿Estarán ahí representado los intereses de los campesinos? ¿En qué parte hay conuco en Caracas? Analicemos el asunto sin anteponer un juicio previo por su condición de profesionales, citadinos y concentrados todos en la gran Caracas, porque ese hecho no dice mucho, pero envía sus respectivas señales.
Trabajadores somos todos, sin embargo, los camaradas que integran la Direccional Nacional de PSUV todos tienen su perfil como trabajadores y no hay en esta dirección mucha diversidad social y laboral. Es más, diría que es una dirección clase media relativamente alta y comprometida con el proceso. Eso es muy bueno, pero veamos otro dato curioso: Siendo una Dirección Nacional con un perfil clase media alta, increíblemente en ese espacio social se nos hecho muy difícil penetrar. Ni chicha ni limonada.
¿Hay correspondencia entre el partido que tenemos en el libro rojo y el que tenemos realmente? ¿Qué cambiamos el libro o el PSUV?
[1] Disponible en: http://www.aporrea.org/ideologia/a109623.html
[2] Libro Rojo: Documentos Fundamentales. Disponible en: http://www.psuv.org.ve/wp-content/uploads/2010/06/Libro-Rojo.pdf
marcano.evaristo@gmail.com