La palabra ignorancia es aplicada en sentido peyorativo para calificar a un individuo o colectivo de estupidez y es también, en un sentido mas “sentido”, como falta de conocimiento. Pero en ambos casos, ser ignorante no implica nada bueno, solo para el que emite esta sentencia. Yo quisiera rescatar esta acepción, diciendo que la ignorancia lejos de ser una estúpida forma de no saber o actuar, es un conocimiento en si mismo. A un “ser ignorante” se le califica su comportamiento o su desconocimiento, en base a la erudición de otros. Es decir, un ignorante es sometido a un “estudio” que arroja, que esta persona no posee nociones que les permitan desarrollar destrezas acordes al entorno. Pero ¿Quién evalúa y avala la falta de saberes y habilidades? Los que “saben”, claro.
Y es que el calificado de ignorante, ¿no posee conocimientos en si mismo o es que su percepción se quedo lívida desde su aparición en este mundo y su mente no asimiló nada, ni desde el punto de vista empírico? Imposible. Nadie es ignorante. Todo poseemos nociones o destrezas, de la cuales nos podemos ufanar que somos duchos y que son útiles. Lo difícil en todo caso es exponerla. Así, que la ignorancia en si misma no es la falta de conocimiento ni un dechado de estupidez, es la no disponibilidad de algunas informaciones temporales o permanentes no adquiridas y por ende no utilizadas, en las circunstancias convenidas. Pero a veces, aun teniendo este conocimiento y la manera de darlo a conocer o aplicarlo, si no le conviene al circundante ambiente, este lo desaprobará con el insulso remoquete de la ignorancia. En pocas palabras, “la falta de ignorancia” es un privilegio. En fin, la ignorancia es una situación relativa; se es ignorante aun con conocimientos y se tiene conocimientos aun siendo ignorante. Lo importante en si para muchos, es no pasar por ignorante y hay mucha gente que utiliza “inteligentemente” esta argucia.
Más que un pueblo ignorante, hemos sido un pueblo ignorado que ha sido sometido con vileza a un servilismo mental y hasta físico de los “poderosos”, que amparados por gobiernos infames vendieron “en saco” la dignidad del pueblo a través de los votos representativos, de esa mercancía llamada democracia, como decía nuestro camarita Alí. Pero, no podemos cantar victoria porque hoy mas que nunca están más activa la canalla opositora y los voceros extranacionales y del imperio para seguir con el trabajo de Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de Hitler. Estos dos años que se avecinan son cruciales para el fortalecimiento de nuestro inédito proceso y también para la defensa.
La vocería apátrida está creando un escenario virtual donde reiterativamente y por todos los medios “hacen ver” la “decadencia del régimen chavista” y por su puesto de Chávez. Aquí se aplica la máxima de Goebbels “Una mentira mil veces repetida....se transforma en verdad”. Todos los días, a cada momento, sin miramientos, sin importarle el sufrimiento del pueblo afectado por las inundaciones, con una persistente y agobiante campaña de desgaste mental, perturbando la psiquis del pueblo, estos canallas hacen uso de todos los espacios mediáticos y presenciales, para promover las “bondades”, que según estos sediciosos, implica la salida de este “reeegiiimen oprobioso”.
En el plano internacional el sitio de internet Wikileaks reveló un sinnúmero de documentos del mayor mentiroso del mundo y que con sus farsas a querido hacer creer que el hemisferio sur de la tierra, vivimos puros ignorantes. A raíz de esto, la secretaria de estado norteamericana H. Clinton llamó a varios jefes de estado para “desmentir” lo que en esas “misivas diplomáticas” decían. Una de las que obtuvo una “aclaratoria” fue la presidenta de argentina, la viuda Kirchner que fue tildada como una persona con desajustes emocionales y mentales. Por su puesto, al camarada Chávez no llamó porque consideran que lo escrito en esa correspondencia sobre el, se ajusta a la “verdad”
En nuestro país los “diputados” de la MUD ya están “legislando” con sus sentencias mortuorias. Julio Borges manifestó de manera ruin que “…con los alcaldes o gobernadores de oposición no se ha coordinado el trabajo, en este momento no se han dado reuniones para superar la crisis, y solamente se atiende donde es gobierno el oficialismo, y esto el pueblo venezolano siente que a la final es politizar una crisis, y politizar un tema que es profundamente social y sentido como es el tema de las lluvias que ya lleva 25 personas muertas y miles de personas que han perdido sus casas o enceres…” Ahí se puede ver la carga visceral y el contexto que este “sesudo y cejudo” individuo le quiere dar a la tragedia nacional. ¡Que miserable! cuando es el, que politiza los muertos y las pérdidas materiales, haciendo ver que el Gobierno Bolivariano es el culpable y que nosotros seguimos siendo ignorantes ante el sentido que quiere darle a esa tramposa intervención mediática. A toda iniciativa del gobierno bolivariano para el beneficio del colectivo, ellos le dan un cariz contrario y desafortunadamente son más incisivos en la mentira que el aparato mediático y los voceros de nuestro gobierno y sobre todo del partido, en defender la verdad. La proporción (o desproporción) es apabullante y ha sido una falla de nuestro lado en los once años de revolución. Es como si nos diera vergüenza, no solo defender la gestión socializadora de la revolución, sino el incondicional liderazgo del camarada Chávez. El mismo, ha sido un crítico constante en cada alocución al transmitir, no solo su descontento, sino la del pueblo que manifiesta que el Comandante va en una dirección y a paso firme, mientras los que tienen responsabilidades de la acción de gobierno tienen otro rumbo y se quedan rezagados.
La omnipresencia del camarada Chávez debe estar cimentada en gente que no se entretengan con la carga burocrática y que conviertan la ejecución del Plan Nacional en un proyecto utópico. Debe ser personas con el más recio talante vanguardista y comprometidos con los cambios y que realmente crean que estos cambios, que muchos no disfrutaremos, permitirán salir y enrumbar nuestra nación hacia derroteros muy lejanos a la ignorancia que nos querían (con relativo éxito) endilgar.
Ahora, ya no somos ni los ignorados ni mucho menos los ignorantes y cada uno de nosotros debemos fortalecer nuestro conocimiento en base a nuestra conciencia, porque “…lo peor de la ignorancia…es que a medida que se prolonga...adquiere confianza”. Y finalizo con un pensamiento de otro alemán, que procuraba lo contrario del infame Goebbels, el poeta Johann Wolfgang Goethe “Nada hay más terrible que una ignorancia activa” La nuestra ya se desactivó ahora nos toca defender esta revolución para evitar el retorno al oscurantismo en que estaba sumido nuestro pueblo.
Ing. Carlos J. Contreras C.
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