Comandante presidente, ordene,... vacilar es perdernos

Desde la subjetividad a lo concreto, Chávez se levanta

Con la información recibida de la Red Nacional de Medios Públicos y los poderosos laboratorios de guerra mediática antichavista, con la misma intensidad y frecuencia a la que puede estar expuesto cualquier habitante del territorio localizado en el eje Anzoátegui – Caracas, con acceso a internet, televisión satelital, vinculado al PSUV y al trabajo de bases que supone interrelación con personas de diferentes opiniones y percepciones de la realidad igualmente expuestos a las diversas fuentes de información. En este marco de referencia, es decir con información limitada, asumo la responsabilidad de explorar en el terreno de lo subjetivo para elaborar este escrito donde pretendo expresar una real preocupación provocada por el análisis de hechos concretos de la realidad concreta; me tomo la libertad basado en la información oficial progresivamente comunicada al país en relación al estado de salud del Comandante Presidente Hugo Chávez misma que en esos periodos de prolongado silencio informativo, dio origen a un angustioso llamado de atención en los limitados círculos de opinión en este, mi entorno.

Procedente de La Habana el Presidente Chávez sorprendió a todos la madrugada del pasado 4 de Julio de 2011; las redes sociales estaban a reventar. Los mensajitos de texto con el ” volvió, volvió, volvió…” llegaban insistentemente, provenientes de militantes políticos, compañeros de trabajo y amigos que nos sorprendieron gratamente al mostrarse como seres humanos sensibles ante la tragedia personal del líder de la revolución. La solidaridad, el reconocimiento y los sentimientos de amor a flor de piel, en ese ámbito muestral, insisto, limitado, también son elementos para valorar en lo concreto, estas acciones, posturas y declaraciones espontaneas y personalísimas que responden al impulso emocional. Ante las cámaras de televisión, la imagen del Comandante Chávez, vestido de atleta fue la de un triunfador que parece haber vencido a la muerte desde el fondo mismo de su estructura celular; una vez más, madrugando, conversando, cantando y bromeando con la muerte. A penas unos pocos días habían transcurrido desde su aparición pública, desde La Habana, anunciando al mundo su delicada condición de salud; en esa alocución, que impactó por la dramática imagen de un Chávez convaleciente, con sus labios resecos, indiscutiblemente enfermo, con la potencia de su voz disminuida, delgado, con los pliegues en su rostro distendidos, leyendo un discurso fugaz y dejando ese mensaje con tantas interpretaciones posibles. Cuatro días después, el Comandante Chávez retornó al país para romper una vez más con todos los pronósticos y especulaciones sobre su recuperación. Sin embargo, desde el mundo de lo subjetivo, en ese amargo periodo de incertidumbre, surgieron pasiones que hablan de lo delicado de la unidad sobre la cual se soporta el proceso político bolivariano.

La convocatoria al Balcón del Pueblo, a las 4 de la tarde del mismo 4 de Julio, circuló como ventarrón por todo el país y el pueblo de manera espontánea, plenó las inmediaciones de Miraflores desde tempranas horas para darle el recibimiento al Comandante y llenarlo de bendiciones. Aquello fue, una mezcla de emociones y declaraciones de afecto, que una vez más colocan a Hugo Chávez como el líder indiscutible del proceso revolucionario. Nuevamente la unidad es la consigna, pero un nuevo escenario está planteado, el juego mediático de la derecha venezolana queda plenamente desarticulado, y una vez más, Hugo Chávez a pesar de su delicado estado de salud tendrá en sus manos la decisión de avanzar en la construcción del socialismo.

Pasado los días, observamos a un Chávez en un franco proceso de recuperación, conclusión que sale del hecho de sus cada vez más frecuentes apariciones en funciones plenas de gobierno.

Sin embargo, las hipótesis de lo sucedido y lo que pudiera suceder no cesan. Todos hemos sido testigos a lo largo de estos doce años, de las denuncias permanentes de planes de magnicidio hacia el Presidente Chávez, todos tenemos la certeza que la oligarquía venezolana y sus aliados internacionales no descartan esa vía para salir del Presidente Chávez y así intentar matar nuestra revolución Socialista, Bolivariana y Latinoamericana. Pero, de tanto decirlo y escucharlo, de tanto no pasa nada, el lobo nos pudo haber sorprendido distraídos.

La amenaza pudo haber llegado camuflada en otras tácticas de operación militar de inteligencia que pudieron haber vulnerado el aparato de seguridad del Presidente. Es que parece tonto pensar, que los grupos de capital nacionales e internacionales, por el solo hecho de eliminar físicamente al Presidente, se arriesguen a perderlo todo ante un inminente estado de caos y guerra civil que es fácil pronosticar ante un atentado de esas características. Por eso, si la tesis del magnicidio sigue en la agenda de los contra-revolucionarios, si desde Washington las posiciones guerreristas y de agresión a países incómodos para sus políticas hegemónicas son cada vez más evidentes, no podemos entonces descartar que insistirán en concretar su objetivo.

Pero, hay libretos que ya han sido desarrollados en otros tiempos, el golpe de estado y asesinato de Salvador Allende en Chile, el avionazo del General Omar Torrijos en Panamá, y posteriormente la invasión y secuestro del General Manuel Noriega en el mismo país, la invasión y asesinato de Maurice Bishop en Granada, el secuestro de Jean-Bertrand Aristide en Haití, el secuestro de Manuel Zelaya en Honduras, el secuestro de Hugo Chávez en Venezuela, dan fe de una nefasta actitud política caracterizada por la intromisión y violación a la soberanía de los pueblos; cualquiera de estos libretos, aplicado en Venezuela, como sucedió el 11 de Abril de 2002, en las actuales circunstancias es sinónimo de guerra civil y ellos están conscientes. De allí es lógico pensar que los aparatos de inteligencia de la ultraderecha han de empeñarse en otras tácticas, entre las cuales cobra fuerza el envenenamiento, o ataque biológico con algún virus o germen maligno. Existen antecedentes en la historia reciente de líderes que han sido envenenados o contaminados, se dice de Milosevic, Arafat y el Papa Juan Pablo I, entre casos conocidos. Esta amenaza surgida del mundo de la especulación, de mi preocupación en horas de silencio informativo, debe ser contrarrestada; le toca a los equipos de inteligencia militar reforzar todas las medidas de seguridad para que algo así nunca pueda materializarse en Venezuela.

Solo el Presidente Chávez y su equipo médico conocen la verdad científica. El pueblo venezolano confía en la veracidad de la información suministrada por el Presidente.

Es natural que la gente se enferme y con frecuencia pierda la vida de manera sorpresiva por causas malignas que no son diagnosticadas a tiempo, igualmente, todos somos referentes de muchos casos que una vez diagnosticados y sometidos a rigurosos tratamientos médicos logran sobrevivir a males que en otros tiempos eran causa de muerte segura.

Para tranquilidad del país, esta es nuestra verdad, el Presidente Chávez está enfermo, fue diagnosticado a tiempo y ahora, gracias a su fortaleza física de soldado y pelotero, está en franca recuperación. Esta es nuestra verdad Señor Presidente, aunque la angustia de saber cuántos peligros le asechan nos lleve a afirmar que jamás aceptaremos su muerte física en las circunstancias que sean, y seguro estamos que el pueblo que le adora se levantara por todas partes, en todos los rincones de este país, a imponer orden para defender su revolución. Aunque esta determinación contrasta frente a las posturas babosas de “lideres fundamentales” de esta revolución que ante la incertidumbre por tu inesperada enfermedad y las especulaciones sobre su gravedad, evaluaban apresuradamente sus posiciones políticas y proclamaban un confuso “Sin Chávez nada”, dejándolos un extraño mensaje de desintegración.

Que Dios escuche las suplicas del pueblo Venezolano, que Dios nos de fuerzas y valentía para seguir adelante en la construcción de una sociedad más justa. Comandante Chávez usted tiene una vez más la oportunidad de avanzar y profundizar la revolución bolivariana. Unos cuantos han quedado muy mal parados con su retorno e impresionante recuperación, muy mal parados ante el ejemplo de firmeza y lealtad del Vicepresidente Elías Jaua, el Canciller Nicolás Maduro y “El Viejo” Fernando Soto Rojas, entre otros valientes. Estoy seguro que esos, los menos, no podrán escuchar de la voz del Comandante Chávez, al menos por ahora, decir como Bolívar en su ocaso “he arado en el mar”, o como Cristo en la cruz, “perdónalos señor no saben lo que hacen…” Comandante Presidente, ordene, vacilar es perdernos…



jamarcano@hotmail.com


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José Angel Marcano Ortiz


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