Leyendo la convocatoria de la Corriente Marxista Revolucionaria y la UNETE para la marcha del jueves 27 de octubre de este año, concluimos que efectivamente si las diversas corrientes que han hecho del movimiento laboral un “Chiripero”, que alimenta a muchos pescadores en río revuelto, deponen sus aptitudes grupales y van a lo medular que es la claridad y la ética ideológica, evidentemente que alcanzaremos la constitución del Control de los trabajadores en los medios de producción para marchar hacía la construcción del socialismo revolucionario, que es imposible lograr con la “Burocratización obrera”, que en algunos casos en los centros de producción bajo control del Estado, ha desplazado la voluntad de base para instaurar bonzos en posiciones gerenciales, que desde allí se erigen en reyezuelos y empiezan a mirar con desdén por encima del hombro a quienes hasta ayer fueron sus iguales.
Esta conducta acompañada con el peculado de uso, apropiándose de los activos de la empresa para beneficio personal y la malversación de los fondos, incluso para costear francachelas, ha sido vendida como “Control Obrero”, lo que ha prostituido este término.
Por eso proponemos hablar de control laboral o control de los trabajadores, que es más incluyente, porque abarca a profesionales medios y universitarios, empleados administrativos y obreros propiamente dicho, gobierno que lo ejercerían los Consejos Socialistas de Trabajadores, nombrados por las bases y las organizaciones sindicales identificadas con los intereses del colectivo laboral, tal como plantean los dos factores que convocan la marcha.
Ese control de trabajadores debe tener principios éticos bien definidos. No podemos pretender que ejercer el control por parte de los trabajadores, en los medios de producción es convertir en títeres a quienes por voluntad popular tengan la responsabilidad de administrar la unidad. El control de trabajadores debe ser para junto a los administradores y técnicos planificar el desarrollo integral del centro y hacer seguimiento para que los proyectos establecidos se cumplan al píe de la letra, para promover la formación ideológica dentro de los trabajadores, impulsar programas que beneficien al trabajador y al entorno de la unidad desde el punto de vista académico, cultural, económico y de la seguridad social.
En nuestra humilde opinión creemos que por ahí van los tiros: Primero buscar coincidencias de criterios a cerca de que tipo de organización queremos y necesitamos para los colectivos laborales, campesinos, estudiantiles y comunales, como columna vertebral de la nueva república que está en proceso de gestación y que es un parto para el cual tenemos que prepararnos, porque no es para una dulce y eterna espera, sino que es para ya, porque así lo demanda el momento histórico.
Los revolucionarios que nos sentimos identificados con el proceso que lidera el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías y que impulsamos y construimos todos como pueblo; no podemos continuar alimentando dispersiones y anarquías que solo llenan de júbilo al enemigo, que no es otro que el imperialismo y sus lacayos internos y externos. Los revolucionarios comprometidos con esta revolución pacífica y democrática no podemos alimentar escenarios de desestabilización en defensa de posiciones burocráticas capitalistas heredadas de la IV República. Cada uno de nosotros debe apostar por la unidad férrea indestructible de los trabajadores en torno a sus sueños, que no son otros que la consolidación del socialismo revolucionario, donde la equidad sustituya a la injusticia, el ser al tener, la solidaridad al egoísmo, la humildad, a la prepotencia y la conciencia de clase al servilismo entreguista, cipayo, que no tiene patria ni principios.
Es supremamente urgente lograr establecer una plataforma de lucha realmente revolucionaria, enmarcada dentro de los principios del pensamiento bolivariano, con las enseñanzas del Che Guevara y de la rica fuente del marxismo leninismo en general, para que se pueda dar esa unión histórica de trabajadores de la ciudad, con trabajadores del campo, estudiantes, amas de casa, intelectuales, que conformados en Consejos Socialistas, arrimen el hombro al tren del indosocialismo bolivariano, única salida para enfrentar al criminal imperio Euro-Norteamericano, que atrincherado en una peligrosa gruta llamada ONU, amenaza a todos los pueblos del mundo y especialmente al de Venezuela.
Así que vamos a fortalecer la unidad del pueblo y encender la fragua para templar el acero de la conciencia revolucionaria e impulsar el control de los trabajadores contra la burocratización obrera.
(*)Periodista
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