A pocos meses de las elecciones presidenciales, a realizarse el 07 de octubre de 2012, el Presidente Chávez luce con una gran fortaleza política por la aceptación que tiene en los diferentes sectores de la sociedad venezolana.
Todas las encuestas sin lugar a dudas, indican la preferencia electoral de la ciudadanía, reconociendo la gestión gubernamental en la Revolución Bolivariana, hasta su insustituible liderazgo en este momento histórico.
La enfermedad del primer mandatario nacional, Hugo Chávez Frías y su tratamiento en La República de Cuba, ha permitido dilucidar premisas y mitos en torno al Jefe de Estado en Venezuela. La mentira que se está desmontando es que sin su presencia, la nación venezolana no tiene marcha y los planes se estancan, falso, los miembros del equipo del Comandante Chávez, han demostrado una gran eficiencia y capacidad para hacer funcionar las instituciones y las obras de gobierno continúan desarrollándose. De esta forma también se cae la tesis de la falta de otros liderazgos. Se ha debilitado la campaña en contra del Presidente Chávez, la fijación en su imagen como el único responsable de todos los fenómenos sociales, económicos y políticos negativos, en el discurso de los que adversan la revolución y a Chávez. Por esa razón surge con más fuerza la alianza extra nacional, de los sectores conservadores, como el caso de Uribe Vélez, periodistas de la derecha, los políticos golpistas venezolanos en Miami y representantes del gobierno norteamericano, que descalifican permanentemente al primer mandatario Nacional.
El candidato fascista, ha impulsado desde Colombia, la línea de su estrategia principal para tratar de subir en las encuestas y que los electores lo perciban como un diplomático. Allí existe una contradicción muy elemental, en principio sus conexiones con el ex presidente Uribe son una prueba contundente de desesperación, este personaje colombiano está totalmente al descubierto como un protector y fundador de los grupos paramilitares, los utilizó para asesinar dirigentes sindicales y políticos de la Nación de Colombia, con una supuesta campaña contra la delincuencia en Antioquia, donde se desempeñó como gobernador antes de ocupar su cargo de presidente en ese país. Uribe está acusado de narcotraficante, manteniendo relaciones cercanas con los conspiradores venezolanos fugados en los Estados Unidos y otros países.
El lenguaje opositor ya no expresa que hay crisis económica en Venezuela, están apuntando a reducir el prestigio del presidente Chávez con el argumento de la delincuencia. ¿Les interesa que haya violencia y asesinatos?
Parece que los hechos recientes de secuestros a miembros de embajadas, asesinato de la hija del embajador chileno, asesinato del manager del grupo musical caramelos de cianuro y hasta un robo al cantante Julio Iglesias en un hotel de la ciudad de Valencia, tienen relación con la campaña del fascismo en Venezuela. Sus planes electorales no han dado resultado hasta ahora, el empeño en tomar los Símbolos Patrios que restituyó el Presidente Hugo Chávez, es una vulgar copia y da la impresión que caen por un despeñadero. En esa disyuntiva no tienen salida. La gorra con la bandera de Venezuela es del chavismo, las misiones son del chavismo, el progreso es del chavismo, porque todo el entramado de los beneficios sociales a la población se hace con la consigna de la independencia y el Socialismo. Mientras se agudizan las contradicciones entre la burguesía y los trabajadores, es mucho más intrincado enfrentarse a Chávez como candidato, pues su identidad está en las grandes mayorías que lo apoyan y claman su regreso. El odio está en los que no aceptan que el pueblo tenga bienestar y sea protagonista de este proceso de cambios.
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