Si algo ha sabido caracterizar este proceso revolucionario, más que sus obras, son sus logros sociales que cada día nos enaltecen y orgullecen como nación, como venezolanos como latinoamericanos. Uno de los más sentidos y de mayor relevancia social fue el de pulverizar para siempre esa vergonzosa tasa de analfabetismo, para convertirnos en un país libre de esta atadura que durante muchos años oprimió la conciencia venezolana.
Aunque no muy sonado, este logro vino producto de las voces escondidas del alma del pueblo quienes fueron escuchadas, y ahora sirven de modelo para otros países, para emprender este sueño liberador.
Otro, de los tantos logros, son los números que arrojan la inclusión en materia de salud y educación. Una cantidad inescrutable de usuarios y usuarias que han tenido la oportunidad de asistir a cualquiera de los centros asistenciales del país: nuevos hospitales, Clínicas Populares, Centro de Diagnóstico Integral, Salas de Recuperación Integral y CAT; además de la alta tasa estudiantil que van desde la misión Robinson hasta la Sucre. Todo un colectivo que nunca antes había tenido acceso a la salud y a la multiplicidad de programas salubres que ahora son vitrina mundial de atención ciudadana; así como en la educación se abrió un nuevo abanico de oportunidades para formarse como profesionales con una alta conciencia social y comunitaria. Un recurso humano consciente de su importancia histórica en esta construcción de la Patria soñada.
Muchas han sido las metas alcanzadas, metas palpables, metas que se ven en la sonrisa de cada uno de los rostros de los venezolanos que ahora tienen un trabajo digno, un salario digno, una vivienda digna…,en fin: un hogar digno donde poder elevar los más puros y nobles sentimientos humanos y espirituales.
Logros que pasan por la elevación del autoestima del venezolano, quien ahora es más seguro y feliz. Logros que van desde la elevación del nivel competitivo de nuestros atletas en otras latitudes y muestra de ello es el puesto competitivo y batallador que muestra ahora nuestra selección vinotinto de futbol que otrora daba vergüenza cuando jugaba en suelo extranjero.
Son logros que sentimos a cada instante en el mejor vivir de las mayorías de los venezolanos. Fue la alegría que se despertó en el país cuando Pastor Maldonado, hijo de este suelo, subió al pódium más alto de una válida de la Formula Uno, un deporte tan exigente y riesgoso; pero, donde el maracayero mostró el pundonor de llevar la sangre de Libertadores, que poseemos todos quienes vivimos en esta patria bonita, de todos, y que todos debemos cuidar para seguir construyendo una morada de paz, de dignificación social y justicia social.
Haría falta mucha tinta para plasmar la cantidad de logros que salen gracias a la llegada a Miraflores de un hombre que viene del mismo centro del corazón de la patria. Sí, fue a partir de la llegada de Hugo Chávez a la presidencia que se pudo alcanzar los más importantes logros anhelados por la humanidad. Mientras en otras latitudes, países que se autodenominan “potencias”, sus gobiernos cada día arrinconan a los pueblos y promocionan y venden la violencia y la guerra como forma de catapultar u oxigenar al capitalismo Nosotros, la gran mayoría de los venezolanos, vamos caminando por la senda del socialismo, por la senda de la justicia, por la senda del amor.
Justamente de eso se trata, de que tenemos un hombre que ha sabido entender y atender las necesidades de los más pobres, un líder espiritual que ha encontrado el camino de Dios en el corazón del pueblo. El corazón de Chávez es el corazón del pueblo, donde sus latidos cada día nos llama a seguir unidos, como hermanos, como lo canta Salomón en su Salmo 133, “juntos en armonía”, en esta edificación de un país bandera por su alto grado de dignidad, paz y soberanía, que ha fin de la historia son las bendiciones y vida eterna que todos queremos sembrar a nuestros niños y niñas en este mundo de todos y para todos.
*Diputado AN
santanajerez@hotmail.com
