El compromiso para ayudar a consolidar la revolución, tiene que
ser un esfuerzo que se extienda mas allá de que si me das te doy, la
convicción de estar anotado en el proyecto, es algo que va
más adentro del llegar a cumplir un horario para cubrir los gastos que
proporciona la existencia en una sociedad de consumo, tiene que estar
estimulado por la hermandad y reconocimiento de entender, que es esto
que estamos construyendo; que no puede quedarse en a la adulación y
formalidad que proporciona el ser un funcionario con el carnet pegado en
la frente, para chapear representatividad a la orden de un jefe, en el
que no se puede confiar, porque está ayudando a formar un
individuo inestable; que podría estar en dudas frente al sitio de
votación, el acto que esperamos de él podría nutrirse de sombras y
no hay confianza que nos garantice el voto, pues en revolución todo
tiene que ir más allá de lo simple y el esfuerzo de ayudar en la
formación de la conciencia es lo que nos puede dar tranquilidad, para
garantizar que nuestro camarada, no es un saludo complaciente que nos
damos para cuantificar una encuesta que se hace verdad en la
cualificación.
Llamarnos revolucionarios y estar tranquilos viendo, como el ideal
capitalista se pasea por nuestros espacios, engañando a nuestros
hermanos descaradamente, aprovechando los efectos que produce
desmedidamente la estructura heredada, instaurada en parte de nuestro
pueblo, donde no llega el esfuerzo porque la penetración y el dominio
que ejercen con los medios está intacto.
No vamos a negar ninguna
forma de combate o campaña, como queramos llamarlo. Lo que si tenemos
que hacer urgente, es darle una dirección revolucionaria a la educación
en revolución, porque no podemos seguir haciendo lo mismo que hacíamos
en la IV con paños calientes; porque en capitalismo el ser tiene un
valor distinto, por lo tanto tiene que ser distinta su formación, para
que los vicios que arrastramos empiecen a desaparecer de una vez y para
siempre, porque lo peor que nos puede pasar es vivir el resto que nos
queda de revolución, luchando contra ese fantasma que crea la
ignorancia, que no se ve, pero hace mucho daño al proyecto en el que
apostamos todo. Porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA
SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VEDA.
HAZTE CONCIENCIA
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