Mujeres bolivarianas al poder

El comandante Chávez lo ha dicho y repetido como presidente y Jefe de Estado y como líder del PSUV: la revolución bolivariana tiene, rostro, belleza, sonrisa y fuerza de mujer, porque ellas, como principales víctimas del Capitalismo, son el corazón que impulsa en cada rincón de la Patria el deseo de acabar con las desigualdades, desaparecer la pobreza, dar la mayor suma de bienestar social y construir una Patria bonita y buena para todas y para todos.

Tales afirmaciones no son el fruto de un emocionado discurso político ni mucho menos de una expresión demagógica para captar apoyos y votos en los tantos procesos electorales en los que hemos enfrentado al imperialismo y a sus aliados subalternos de la gran burguesía nacional, sino la confirmación absoluta de la existencia de la mujer como factor político, social, económico, cultural y su creciente y dominante presencia en todos los órdenes de la vida nacional y, en particular, en su incorporación entusiasta el proceso revolucionario venezolano y la construcción del Poder Popular en el Estado de la Transición al Socialismo.

Sin embargo, en uno de los espacios de nuestra realidad revolucionaria, en donde nuestras guerreras, emprendedoras, creadoras y cultoras siguen siendo abierta e injustificadamente discriminada por nuestra dirección revolucionaria es en los órganos de representación popular, en donde sin razón alguna, los hombres que dominan el aparato de nuestros partidos y movimientos sociales, no solo no promueven los principios de Igualdad, Paridad y Equidad en los procesos eleccionarios en los sindicatos, cooperativas, frentes de masas, universidades, empresas públicas y hasta en los órganos del Poder Popular, sino que siguen resistiéndose, 13 AÑOS DESPUES DEL INICIO DE LA REVOLUCION!, a aceptar la presencia paritaria de las mujeres en la candidaturas a la Asamblea Nacional, los Consejo Legislativos, Cámaras Municipales en donde hoy, las mujeres solo tienen un 12%, 36% y 23%, respectivamente, de participación, lo cual no se corresponde con su cuantitividad poblacional, su presencia en la vida nacional ni, mucho menos, con su participación en la revolución bolivariana.

Esta injusta, odiosa y, políticamente inconveniente discriminación de la mujer en la revolución bolivariana, debe terminarse para siempre; no solo por ser contraria al espíritu de la revolución bolivariana como un proceso de liberación del Ser Humano de todas las formas de opresión, explotación y discriminación, engendrada por el Capitalismo y, como justo reconocimiento al aporte de la mujer venezolana a la defensa y desarrollo de la revolución bolivariana, sino porque la MITAD DEL PUEBLO VENEZOLANO, la más oprimida social, económica y políticamente durante toda la historia, no puede seguir siendo considerada como simple “base de apoyo político” o “voto duro” del chavismo, sino que debe reconocérsele sus virtudes humanas, valores morales y capacidades políticas para asumir la representación del pueblo, en igualdad de condiciones, derechos y obligaciones que los hombres bolivarianos.

Si, además de las razones anteriormente expuestas, se requieren razones jurídicas; examinemos el numeral 1 del artículo 21 de la Constitución que declara que no se permitirán discriminaciones en razón del sexo (género, NDR)). El acuerdo del CNE del 21/07/2008 y la confirmación del Tribunal Supremo de Justicia, desaplicando la norma que estableció la “cuota” del 30% ( que nunca se cumplió) de las candidaturas femeninas, la Resolución 050401-179, del CNE que exigió la paridad de hombre y mujeres en la postulaciones. También, el contenido del artículo 2-1 de la Declaración Universal, el artículo 2 de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (¿?), el artículo 2-1 de la Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos; así como La Convención Internacional contra Toda Forma de Discriminación contra la Mujer, (1.979), Declaración Contra la Discriminación Contra la Mujer (1.976), La Convención Sobre los Derechos Políticos de la Mujer (1.952), entre otros instrumentos internacionales suscritos por el Estado Venezolano.

Hoy la dirección revolucionaria, bajo el liderazgo fundamental del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías, tiene la obligación política y moral de emprender, en correspondencia el desarrollo de las Cinco Líneas Estratégicas, ese cambio en la vieja cultura política misógina, androcéntrica, sexista y machista que aún prevalece en nuestro proceso bolivariano, imponiendo en las postulaciones de las candidaturas a los Concejos Legislativos Regionales, listas Paritarias de bolivarianas y bolivarianos que permitan promover a esos cargos de representación popular a las mujeres bolivarianas con liderazgos sociales y políticos y a individualidades del mundo académico, intelectual y cultural que, junto con otros cuadros probados de las fuerzas del chavismo, puedan dar la batalla política - como ella la saben dar - en esos espacios de resistencia del Capital, y sus clases propietarias, avanzando en la destrucción del viejo Estado de la Burguesía, para que vaya surgiendo el nuevo Estado de la transición al Socialismo.

Hagamos honor a las dignas sucesoras de Josefa Camejo, Juana la Avanzadora, Luisa Cáceres de Arismendi, Josefa Joaquina Sánchez y tantas otras héroes y mártires de nuestra historia!.

yoelpmarcano@yahoo.com


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Yoel Pérez Marcano


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