Por su tiempo, por asegurar su liderazgo y permanencia en la conducción del proyecto; el pueblo revolucionario y chavista debe discutir las responsabilidades que viene asumiendo Chávez. Si estamos conscientes de su responsabilidad y del papel que viene desempeñando y de los retos que tiene hacia el futuro, esa discusión se hace necesaria y urgente. El uso de “su tiempo”, que ya no es suyo y las responsabilidades políticas y burocráticas que asume, no es o no debería ser una decisión exclusiva de Chávez, porque como el mismo líder lo ha dicho, Chávez no se pertenece, es un recurso político del pueblo chavistas y como tal; este pueblo chavista debería discutir qué hacemos con Chávez.
Es una gran responsabilidad estar al frente del gobierno y las múltiples tareas políticas burocráticas que esta responsabilidad tiene para Chávez. Son tareas de diferentes niveles que van desde revisar y firmar cuidadosamente montones de documentos, hasta las tareas calificadas como estratégicas y estas cubren situaciones nacionales e internacionales. Esto supone, muchas horas de trabajo y físico e intelectual. Pensar desde el gobierno y al estilo que lo hace Chávez, es una labor inmensa y muy agotadora. A esta gran carga, súmesele el impacto de otra variable que es necesario considerarla en esta evaluación; Chávez tiene más de trece años al frente de su responsabilidad como presidente y en ese lapso, no ha tenido tiempo de reposo. Ni en los momentos en los cuales se encontraba en proceso de recuperación de su enfermedad.
Esta situación, que ya está sumamente cargada, adiciónesele el dato sobre la condición de su tiempo. Los días de Chávez al frente de la responsabilidades del proyecto han sido días de una alta presión, porque cada día es una amenaza y desde su visión la política, Chávez apuesta siempre a la ofensiva y esto supone pensar dos veces al mismo tiempo: Con qué vienen y cómo respondo.
Este trabajo de estar al frente de la ofensiva política es inmenso y estoy plenamente seguro, que el 100% de la ofensiva política que se genera desde proyecto bolivariano, tiene el sello de: Pensado por Chávez.
Pensemos en lo que dijo ya hace mucho tiempo Fidel Castro, cuando manifestó con preocupación, que Chávez no puede ser alcalde de los 365 municipios del país o de los muchos municipios que están siendo conducido por un cuadro del proceso.
Entonces, esta sugerencia de debatir el punto Chávez, no tiene la intención de restarle importancia a su figura y a su liderazgo. Todo lo contrario, intenta colocarnos en una reflexión que nos permita comprender por la dimensión de su figura, el sentido de sus ideas, la importancia de su liderazgo que para el proyecto, Chávez es de fundamental importancia. Tenerlo y conservarlo como el actor clave, implica reconocer su condición de persona humana. Si me permiten utilizar un término vinculado con el béisbol; Chávez debemos asumirlo como el pitcher y el bateador estelar del equipo y se entiende que un pitcher estelar no debería estar disponible para todos los juegos. Es un jugador para los partidos fundamentales y necesitamos que los batazos los ofrezca en los momentos oportunos.
Pienso en un Chávez cada vez más necesario para Venezuela y el mundo, pero un Chávez mejor acompañado. Entregado a los juegos definitivos y siendo muy bien acompañado en las actividades menos estratégicas. Si esta propuesta o idea tiene sentido, conviene tomar conciencia de ello y ser muy autocrítico en un proceso de evaluación. Un acompañante necesario y estratégico tiene y debe ser el Poder Popular. Eso supone un cambio en el diseño de este Poder y del establecimiento de un mecanismo de conexión directa entre el Poder Popular y Chávez, sin intermediario y focalizado en la labor de control y seguimiento.
Es necesario también que el PSUV tenga otro perfil para realizar una labor de acompañamiento a ese liderazgo. Un PSUV con su respectivo nivel de liderazgo, autoridad y capacidad para asumir responsabilidades sin estar a la sombra de ese inmenso árbol que representa Chávez. Necesitamos un PSUV con capacidad y autoridad para conducir ciertas responsabilidades.
