Desde que se abrieron las compuertas del debate profundo para plantear la refundación de la República no han cesado las propuestas de seguir avanzando hacia la transformación de las estructuras políticas, económicas y sociales de nuestro país. En ese sentido se ha venido avanzando y construyendo los cimientos del nuevo sistema político venezolano, que todos los días se consolida en el marco del proceso constituyente.
Poco a poco se han ido abordando a fondo los problemas coyunturales y estructurales de la sociedad venezolana y redefiniendo con ahínco el método de solución. Aunque el problema es complejo, ya se ejecutan acciones que tienden puentes a esas realidades complejas. Desde el año 1999, cuando la revolución venezolana asume las riendas del poder, se inició todo este proceso constituyente que llevó, en primer término, a la redacción y promulgación de una nueva Carta Magna, abriéndose de esa manera las compuertas para que desde adentro, de las entrañas mismas del pueblo venezolano, sonaran las bisagras de la transformación.
A partir de ese proyecto de país se han ido definiendo las coordenadas de la República, estableciendo en primer lugar la Agenda Alternativa Bolivariana, para cruzar las primeras aguas en lo político y lo económico; luego vino el Plan de Desarrollo Nacional 2001-2007, con sus estrategias y políticas de acción para enfrentar las realidades. Culminado ese periodo de planificación, nace el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013, cuyos lineamientos abrieron los surcos, desde donde brotaría la nueva realidad del Estado venezolano.
Así hemos ido avanzando, donde la cultura política de la participación ha despertado la conciencia de todos los sectores de la sociedad venezolana que ahora van más allá de las organizaciones partidistas y a través de nuevos mecanismos como los consejos comunales y las comunas participan para hacer propuestas y plantear soluciones a los problemas de la comunidad. El poder popular activado, sin intermediarios, en acción directa con el gobierno y con el Estado, asumiendo el rol histórico para seguir impulsando el proceso revolucionario y consolidando el proyecto nacional, que define las líneas de acción del Estado.
Precisamente, en este escenario de debate profundo se activó este sábado 10 de noviembre, de manera oficial, planificado desde el gobierno central, el proceso constituyente, que viene a revivir el debate nacional, esta vez sobre el Plan Socialista de Desarrollo Nacional 2013-2019, para darle continuidad al proyecto socialista, respaldado por la mayoría del país y refrendado en las pasadas elecciones del 7 de octubre. Digo refrendado, porque la mayoría, más de ocho millones de personas, votamos por ese proyecto. Y como el mismo es flexible y sujeto a modificaciones, entonces se le da la oportunidad al pueblo para revise, corrija y presente nuevas propuestas si es necesario, en base a sus realidades locales y regionales.
Decimos que en el Táchira ya llevamos buen rato desarrollando ese debate constituyente. Con los estudiantes y desde los salones del IUT y de la Universidad Bolivariana de Venezuela, hemos estado guiando la discusión sobre el proyecto nacional, sus objetivos, sus características y los lineamientos de formulación. Estamos a tono y vamos por la línea correcta.
Eduardo Marapacuto
Politólogo
eduardojm51@gmail.com