La hipocresía como hija legítima de la mentira tiene piernas cortas, por eso no llega lejos y además nos traiciona cuando menos lo esperamos y cuando más tratamos de ocultarla, dice presente y se hace visible ante los ojos del mundo.
Por eso los indeseables, miserables, cargados de odio, de envidia y de fracasos jamás pueden engañar ni al más ingenuo, porque como decían nuestros sabios viejos: El crimen condena. De hecho la humanidad en su historia no registra ningún crimen perfecto, porque podrá tardar en descubrirse pero al final se conoce y en detalles.
Así es el rostro de lo fascismo, el rostro del crimen, es tan auténtico que ni siquiera envejece, ni sufre el más mínimo cambio evolutivo, es y valga la mala comparación, como el tiburón, con todo el respeto a este noble animal, que a través de los siglos no ha evolucionado.
Así es el rostro del fascismo, desde la inquisición, el oscurantismo, el nacionalsocialismo alemán de la Segunda Guerra Mundial, y todos esos episodios oscuros de la humanidad, no cambia. Ese mismo rostro lo vimos el 11, 12 y 13 de abril de 2002, cuando los genuinos representantes de ese pétreo resabio ideológico, a la postre alcaldes de Baruta y Chacao, encabezaron la jauría azuzada por el amo y entrenador Pedro Carmona Stanga, para armar la cacería contra los cuatros revolucionarios y preparar la emboscada para el pueblo, que por fortuna pudo más que ellos y a la medianoche del trece, los puso en fuga de Miraflores, donde se habían atrincherado a festejar con fino escocés y costoso aditivos alucinógenos la caída del gobierno del pueblo. Aquel día fue el heroico rescate del Comandante, por el pueblo civil y en armas, que en unión monolítica se fueron contra el fascismo y los traidores. Se reeditó Santa Inés, Florentino derrotó al diablo.
Luego del fracaso de esa aventura salieron con su cara muy lavada a decir: No se nada, nunca estuve allí, me enteré por los medios. Como fascistas cobardes. Llegado el momento y aprovechando la bondad y la ausencia de revanchismo en el corazón del Comandante Presidente Hugo Chávez, se refugiaron en la legalidad electoral para obtener cargos de elección popular, gracias a la ingenuidad de muchos compatriotas confundidos.
Desde esas trincheras se burlaron cruelmente de la enfermedad del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, de su familia y del pueblo venezolano. Luego con sus cachorros amaestrados y tarifados en dólares, montaron shows mediáticos infames en diversos espacios, demostrando, que la carga de miseria humana, exhibida a lo largo de los 14 años de gobierno revolucionario, ahora es cuando se pudre y aumenta su contaminación.
En su inhumana y calculada ambición por el poder, en oportunidades de manera muy sutil, tuvieron asómos de solidaridad con la familia del Comandante para fingir sentimientos humanos, más no con el pueblo que también lloraba la gravedad del líder, porque el odio y asco que sienten por ese pueblo de a píe no les permite acercarse a él, ni siquiera en campaña electoral, donde portan sus desinfectantes para protegerse en las caminatas, de las bacterias que algún osado pudo dejarles al darles la mano o abrazarlos.
Ayer vimos en las pantallas de la Televisión, a un personaje, que durante la campaña presidencial de octubre de 2012, pugnó por mimetizarse en Chávez, para ver si granjeaba algunas simpatías y podía acercarse más a su contendor, el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, pero ante el estruendoso fracaso su odio se exacerbó y lo desquició, al punto que se presentó ante el mundo a difamar la memoria del fallecido presidente, a insultar a su familia, a los miembros del Tribunal Supremo de Justicia, a la directiva del Consejo Nacional Electoral y a las Fuerza Armada Nacional Bolivariana y de manera especial al Almirante en Jefe, Molero, Ministro del Poder Popular para la Defensa.
Allí lo vimos con mirada y socarrona sonrisa de loco, afirmando: Ahora Chávez no está..y nadie se los podrá devolver. Frotándose las manos de alegría por el deceso del Comandante, porque piensa que esa ausencia física le abrirá la senda a Miraflores, o quizás provocando para que lo detengan y sometan a juicio, com lo merece o que cualquier hombre o mujer del pueblo le cobre físicamente su miserable pose, para de esa manera encontrar una razón valedera para decir que no se presenta a la contienda electoral o que se retira, como candidato de la MUD porque su vida corre peligro y de esa manera evitar la vergonzosa derrota que va a tener el 14 de abril, cuando Nicolás Maduro, le gane de abuso y al mismo tiempo declararse perseguido político e irse a Washington a limpiarle las botas al inquilino de la Casa Blanca, ya que no puede enseñarle las rodillas y más allá.
Pero a ese provocador de oficio, le decimos como dijo el Comandante Chávez, cuando recién electo en su primer período presidencial, un enemigo gratuito llevado por el fascismo al entonces Congreso Nacional, para que lo ofendiera, vilipendiara y provocara, al final del acto un periodista preguntó al digno Jefe de estado y Comandante en jefe de la Revolución Bolivariana, que tenía como respuesta al discurso del orador y con su habitual calma y buen humor, sin meditarlo y sin poses fingidas respondió: Águila no caza moscas.
Periodista*
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