La siembra del petróleo se va materializando con las múltiples misiones que llegan directamente al pueblo, no como una limosna de un gobierno paternalista sino como una toma de conciencia para los grosera y eternamente olvidados. El pueblo es sabio y paciente rezan viejas consejas populares, pero el campeón de la paciencia ha sido nuestra gente, nuestro querido pueblo venezolano. Ahora se siente asistido, no con limosnas, sino participando, no sólo como beneficiario pasivo del sistema sino como propietario colectivo de los medios de producción.
Lo que produjo la exacerbación de la alta dirigencia burguesa y cipaya a partir de noviembre de 2001 fueron los 49 decretos con Fuerza de Ley, dictados por el Presidente de la República Hugo Chávez Frías, entre los que se encontraba La Ley de Tierras. ¡Cuántos compatriotas habían dejado su juventud y hasta ofrendaron sus vidas, trabajando las tierras para aquellos que aún siendo hasta de otras nacionalidades, poseían extensiones de terrenos que dejaban pálidos cualquier tamaño de un país europeo, sin obtener a cambio sino sangre y sudor!.
Después de gestionar la legalidad de los llamados “dueños”, quienes inclusive, utilizando métodos científicos “envejecían” los documentos de propiedad a fin de demostrar lo indemostrable: la propiedad legítima de la tierra, el Estado Venezolano, usando el poder que le consagra nuestra Carta Magna, sometió dichos documentos a los estudios necesarios y estos viles traficantes de tierra fueron desenmascarados. Ahora estas tierras han sido otorgadas a aquellos quienes por décadas les habían dedicado su vida, con préstamos a tasas solidarias, años de gracia para comenzar los abonos, así como proveerlos de maquinarias y equipos para su desarrollo, lo que el Presidente ha denominado “desarrollo endógeno. Ya no serán esclavos, y por supuesto, ven con entusiasmo como se va elevando su nivel socioeconómico. Hemos visto innumerables demostraciones de esta nueva economía y la felicidad que ha producido a quienes apasionadamente están trabajando en sus tierras.
Otra modalidad que ha puesto en funcionamiento el Estado, es la de aquellas empresas o fábricas abandonadas por sus dueños, con el simple y descarado propósito de deprimir la economía del país. Estas empresas o fábricas han sido recuperadas por el Estado, siendo sus socios los mismos empleados que habían contribuido a su desarrollo. Obreros quienes por hacer su trabajo productivo no obtenían más beneficio que una paga menguada para que la plusvalía del capitalista fuera bien suculenta. Ahora son accionistas y con beneficios igualitarios. Las empresas las hacen los empleados y nadie mejor que ellos para manejarlas, eso es Socialismo del Siglo XXI.
El Presidente de la República está absolutamente negado a una economía de mercado, así como también está negado a una Economía Estatista. Para ello debemos SEMBRAR UNA CONCIENCIA SOCIAL.
Con tristeza hemos visto como el Presidente en sus programas televisivos cuenta de personas que se han visto beneficiadas con algunas de estas políticas derrochando, abusando y actuando como capitalistas de nuevo cuño, abusando tal vez de la ingenuidad de los que están al servicio del Estado, al no ejercer estos los mecanismos de control necesarios para que estas perversiones no ocurran. Al final, falta de conciencia.
Ya el Presidente anunció en uno de sus Programas con Gobernadores y Alcaldes, que quienes no cumplan con el propósito de utilizar los medios económicos o de cualquier índole para aquello que fueron destinados y sean desviados a otros propósitos les serán retirados de inmediato.
Es por ello que debemos trabajar la Contraloría Social a fondo para no defraudar a nuestro Presidente, para no defraudar nuestros sueños, para no defraudar la patria, para no defraudar al pueblo, como tampoco proporcionarle motivos a la oposición para qué, con toda la mala intención y propósitos aviesos, utilice estas fallas como trampolín para aventuras golpistas. La peor de ellas, arrancar a Chávez del corazón del pueblo.
Absolutamente necesario es que la dirigencia política que apoya el proceso, se involucre aún más y se dedique con mayor fuerza a esta SIEMBRA DE CONCIENCIA, inculcar en nuestras mentes y corazones que los esfuerzos que hace el Estado Venezolano en la persona del Presidente de la República no son para beneficiar a unos cuantos qué, con algo de suerte, se han visto beneficiados con programas de asistencia social que no es para unos pocos "sortarios" sino PATRIMONIO DE TODOS LOS VENEZOLANOS.
Pedimos que la dirigencia política no se encapsule y se disponga a la concientización de quienes, algunos por ingenuos y otros por la “viveza criolla” aún no han comprendido los fines de este proceso y la urgencia de esta TOMA DE CONCIENCIA. Abandonar lo que por décadas nos fue tan familiar como la piel y despojarnos de esa mentalidad consumista y pequeño burguesa, aunque no tengamos nada que llevarnos a la boca.
...Finalmente, espero que estas palabras no caigan en saco roto y como dijera nuestro Libertador Simón Bolívar: “MAS CONFÍO EN EL CONSEJO DE PUEBLO QUE EN EL DE LOS SABIOS...”
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