La Formación en tiempos de Revolución

La Revolución Bolivariana es un largo proceso político que hemos venido construyendo en estos últimos 14 años, gracias al ejemplo inmortal de nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez, quién rescató nuestra verdadera historia y enrumbó al pueblo venezolano hacia su verdadero destino, mediante políticas sociales que impactaron directamente en el pueblo desposeído que antes era visto bajo la mirada del desprecio de las pequeñas élites burguesas que gobernaron este país durante el período cuarto-republicano.

El Comandante Chávez rompió los esquemas y le dio el pueblo la oportunidad de participar e incidir directamente en la toma de decisiones gubernamentales a través del Poder Popular, mediante inéditas formas de participación, que definieron para ese entonces y definen en la actualidad el horizonte político de protagonismo social que se dibuja en este proceso revolucionario. Sin duda alguna el pueblo venezolano está asumiendo la vanguardia de los procesos políticos de la nación, a través de distintas dinámicas de democracia participativa y protagónica enmarcadas en nuestra Constitución Bolivariana, que es parte de las reivindicaciones sociales que asumió la Revolución Bolivariana ante la historia.

El Comandante Chávez resaltó el legado emancipador de nuestros próceres independentistas y nos dio a conocer nuestra verdadera identidad venezolana y latinoamericana, lejos de aquellos modelos desgastados que nos banalizaban con culturas importadas que nada tenían que ver con nuestra hermosa historia de pueblo aguerrido y luchador que desplazó de estas tierras a las tropas realistas de la corona española. Fue así como conocimos nuestras raíces bolivarianas, mirandinas, robinsonianas y zamoranas, y entendimos la importancia de conocer nuestro pasado, para actuar en el presente y así poder construir el futuro.

A partir de la Revolución Bolivariana encabezada por el incansable espíritu de trabajo del Comandante Chávez, conocimos nuestro carácter liberador e impulsamos el Socialismo del siglo XXI como contrapuesta al sistema nefasto y acabado del capitalismo salvaje que tiene hundida en una profunda crisis económica a las llamadas "potencias" del mundo que ven con indiferencia como sus pueblos sufren las consecuencias intrínsecas del sistema capitalista, que beneficia a una pocas élites dueñas del poder, mientras que aquellos que no poseen un gran poder adquisitivo, tienen que conformarse con soportar los efectos del desempleo y la miseria por falta de oportunidades. En Venezuela ocurre todo lo contrario, ya que los ciudadanos son quienes asumen la conducción del país, mediante las prácticas populares de democracia participativa, y no solamente eso, sino que además se benefician de la riqueza que les pertenecen como pueblo, mediante la distribución equitativa de la misma, a través de las diferentes políticas de carácter social impulsadas por el gobierno bolivariano.

Es ahora, en este tiempo trascendental de la historia, cuando nuestros pueblos han rescatado sus raíces libertarias y han decidido caminar hacia la concreción de un sueño emancipador histórico, como punta de lanza de los procesos reivindicativos; es ahora y sin esperar más, que tenemos que avanzar definitivamente hacia nuestra liberación definitiva. Es por ello que es imprescindible la formación política de todo nuestro pueblo, para que éste sea conocedor de su historia y de su actualidad geopolítica, y no se deje aplastar por el yugo imperial de quienes pretenden dominarnos para utilizarnos como neocolonias.

Un pueblo que no está formado no conoce su historia, y al no conocer su historia está condenado a sufrir los efectos de la dominación imperial, ya que no tiene la capacidad de interpretar de manera correcta lo que ocurrió en épocas anteriores y lo que ocurre actualmente, debido a la inexistencia de conocimientos históricos y políticos que le permitan determinar las consecuencias de un modelo opresor y los beneficios de un modelo liberador. He allí la importancia de la formación del pueblo y la imperiosa necesidad de abordar los diferentes espacios de la población para emancipar las conciencias y alejarlas de la ignorancia en la que la subsume el modelo capitalista.

Sin embargo el proceso de formación del pueblo no escapa de la complejidad, y es una de las tareas más difíciles que se debe asumir en la Revolución Bolivariana para contrarrestar los efectos de la manipulación mediática de los laboratorios de guerra sucia que representan los medios de comunicación de la hegemonía global.

Ante la derecha manipuladora debemos asumir el debate con rigor teórico e ideológico, para poder explotar todas nuestras capacidades argumentativas, que nos permitan desmontar las falsedades de la élite burguesa y seguir avanzando como proceso revolucionario. Es nuestro deber político, ético y moral, seguir impulsando el protagonismo social desde las bases, como signo inequívoco de Poder Popular, y para ello es absolutamente necesario la construcción de una estructura de formación que trascienda los espacios de sistematización del aprendizaje y la simple adquisición de conocimientos.

La formación en tiempos revolucionarios debe ser integral, esto quiere decir que, más allá de los conocimientos políticos, el pueblo debe enrumbarse hacia la plena conciencia de su realidad, además de coadyuvar a construir el Socialismo del Siglo XXI colocando los intereses colectivos por encima de los individuales. Solo un pueblo culto, educado, con valores socialistas y con capacidad argumentativa, es capaz de cimentar las bases para la edificación de un nuevo sistema político que apunte hacia la construcción de nuevas relaciones de poder popular.
Avancemos pues hacia la formación de los pueblos, hacia la liberación de la conciencia, y consolidemos el actual proyecto político emancipador, con el legado inmortal de nuestros próceres y el ejemplo puro de nuestro Comandante eterno. No es momento de fallarle a la historia! Con la misma voz contestaria de todos aquellos que lucharon por derrocar los viejos modelos, con la misma mirada visionaria de Bolívar y con el mismo espíritu incansable de lucha de nuestro Comandante eterno, vamos a darle continuidad a la Revolución Bolivariana, para defender y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado en los últimos 200 años, tal como lo dice el primer gran objetivo histórico del Plan de la Patria. ¡Formación para liberación!

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Luis Fernando Guanipa Jiménez

Chavista crítico pero siempre leal. Cero medias tintas. Comentarista aficionado del Voleibol, Baloncesto, Fórmula 1 y Béisbol.

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