En estos momentos en que la historia nos vuelve a colocar una valiosa oportunidad de seguir demostrando que unidos cada uno de los hombres y mujeres de esta gigante Venezuela podemos seguir dando pasos firmes a la emancipación suprema, es cuando debemos escuchar con detenimiento aquella inmortal frase de nuestro Comandante Supremo: “…unidad, lucha, batalla y victoria”. Qué oportuno, qué sabio, qué inmenso fue nuestro Hugo Chávez que sabía y entendía que se acercaban cada día tiempos difíciles donde los sectores más radicales de la oposición iban a tratar de dar todo de sí mismo para acabar con este legado chavista y esta herencia libertaria. De allí sus manipulaciones, sus engaños, sus ataques a toda la acción política y el eterno saboteo de los alimentos y algunos productos básicos del hogar que intentan vulnerar la capa ideológica y política de quienes socializamos con este proyecto bolivariano y con las fuerzas de avanzadas que luchan por la dignidad del hombre, por la libertad total, por la igualdad plena y la justicia social.
Es por ello que todas y todos los chavistas tenemos el compromiso indelegable e impostergable de internalizar las palabras Unidad, Lucha, Batalla y Victoria, es por eso que exhortamos a la máxima disciplina revolucionaria y confianza en un Psuv y Gran Polo Patriótico que sabrá en su estudio más concienzudo, en su evaluación más minuciosa, en su alta capacidad de sindéresis, quienes son los hombres y mujeres que decidirán con ahíncos y voluntad continuar moviendo el barro del hombre y la mujer plena en un proyecto social admirable y etéreo.
Estamos llamados todos a la voluntad y confianza en las máximas autoridades del chavismo y la revolución que seguro sabrán evaluar a cada quien que asome sus aspiraciones. Son autoridades que fueron escogidas en su oportuno momento y que gozaron en su tiempo de la confianza y aceptación del único y verdadero líder de este proyecto: Hugo Chávez Frías, de allí que todos debemos recibir con la mejor fe y apoyar irrestrictamente a todos los revolucionarios que en sus localidades sabrán arar la tierra y regar la siembra de todo un legado que debemos cultivar cada segundo de nuestras vidas.
No hay líderes locales, ni mucho menos indefectibles, que pudiesen compararse con la grandeza de Hugo Chávez, todos debemos de estar agradecidos de haber compartido con él. Es por eso que no es momento para la duda ni para las molestias ni para desviarse del camino pensando en grupalismos y liderazgos forjados con manipulaciones en medios de comunicación. No es el momento para apoyar sectas, grupos o liderazgos de proyectos personalistas y ejemplo de estos tenemos muchos. Sobran aquellos que fueron chavistas y saltaron la talanquera luego que amasaron grandes fortunas de dinero provenientes del erario público y sus negocios oscuros. Aquellos que jugaron con la esperanza del pueblo, que hicieron grandes riquezas y se llegaron a creer líderes. Ahora los vemos en el sumidero político donde se revuelcan con esos vagabundos opositores quienes seguramente les ofrecieron más dinero para que traicionaran la voluntad popular y los caminos de la revolución.
Líder ha sido y sigue siendo Chávez, es él el faro permanente de nuestras andanzas y es él quien sigue iluminando a hombres y mujeres de buena voluntad que deseen dar su vida por hacer cada día de este suelo un país mejor, próspero, vigoroso, fuerte, libre, soberano, y pleno de justicia e igualdad social.
El pueblo ha sido tolerante de ver como algunos en nombre de la revolución han pisoteado nuestros sueños y han elevado sus intereses particulares; es por ello que en estas venideras elecciones del 08 de diciembre vamos todos confiados con la escogencia de los mejores candidatos a Alcaldes y Concejales en todo el país, vamos a trabajar duramente para sus triunfos y vamos a maximizar la disciplina revolucionaria sin desviaciones de manipulaciones de alguno que no entienda que este es un proyecto chavista y no de algunos que quieran sacar provecho personales.