He leído todos, casi todos los artículos publicados por Toby Valderrama a lo largo de la existencia de Un Grano de Maíz y www.elaradoyelmar.tv. Hasta donde he podido leerlo; el Profesor Toby Valderrama ha hecho planteamientos que el propio Chávez ha recomendado leer. En aquellos momentos y ahora, planteaba o sugería la discusión de temas trascendentes para el proceso. Temas puntuales y focales. Independientemente que comparta algunos o todas las ideas de Toby, no debo dejar de reconocer sus aportes. Negarlo es mezquino. Muy mezquino. Abrir una “discusión” con Toby en los términos planteados por Sant Roz es desperdiciar una oportunidad y mostrar un cierto lado no muy a tono con la academia.
Hoy bajo situaciones muy concretas y que pueden y deben ser objeto de un debate, Toby Valderrama ha tomado varios puntos y lo ha venido revisando con sentido crítico. Hasta donde he podido leerlo, capto su sentido crítico, argumentativo y sus angustias. Si me coloco en los zapatos de Toby Valderrama, pienso y creo, que Toby desearía estar equivocado sobre los planteamientos que ha formulado. Jamás en esto últimos trabajos donde se muestra beligerante con ciertas medidas que ha asumido el proceso, ha descalificado y ofendido a nadie. Por el contrario, desde su perspectiva ha señalado situaciones que podemos tomarla para un debate que en estos momentos parece ser muy necesario. Este proceso hoy reclama un gran debate de ideas.
Puedo o no puedo estar en sintonía con los señalamiento del Profesor Toby Valderrama. Pero no estándolo y teniendo la oportunidad de expresarlo como parte de un debate, debería desde luego utilizar ideas y argumentos que me permitan expresar mis puntos de vistas. Eso es lo que idealmente convendría en una polémica entre dos personas con nivel académico y vinculado políticamente a un proceso y en donde uno, independientemente de sus antecedentes, que los ignoró, ha trabajado en sintonía con algunas ideas y así ha venido asomándolas.
Leí un artículo que recientemente publicó en Aporrea el Profesor Sant Roz con el título: “Toby, colócate en el lugar de Maduro, tú no lo harías mejor. Muy seguramente, muchos camaradas de este lado se frotarían las manos. Yo, ofreciéndole anticipadamente mis disculpa al profesor Sant Roz, sentí pena y tal vez un poco de vergüenza, porque por bruto tal vez; leí el artículo más de una vez y no encontré una razón o una idea que me hicieran entender y comprender que el profesor Toby Valderrama anda divariando, desorientado y como se dice en criollo, “meando fuera del perol”. Tal vez esté equivocado y en este trabajo de Sant Roz se expresaron ideas en las cuales se argumentan las críticas a Toby Valderrama y por eso anticipadamente, ofrezco mis disculpas.
Al plantearme la lectura del artículo de Sant Roz, esperaba meterme en la lectura de un debate y no en una simple y burda descalificación, que incluso teniendo razón, carece de significado porque la izquierda que Sant Roz Militó y en la que militamos muchos entre los años sesenta y noventa del siglo XX, nunca logro superar el 4% histórico. No es el argumento (léase descalificación) apropiado para el debate que esperaba observar. Yo también conozco muchas gentes humildes, pobres, profesionales y técnicos que nunca fueron de izquierda y ahora están dentro del proceso y eso no los descalifica para un debate. Es más, los trabajos de Toby no se pasean por esos temas. Si Sant Roz tiene el derecho a entrar a un debate por su antigüedad en la izquierda y haber sentido cercano el plomo y el olor pólvora, debe hacerlo con ideas y razones.
No creo que vaya trabajarlo con esa “idea” de no estuvieron antes. Yo vi a mucho come candelas en Bandera Roja masticando candela. Ese “yo lo conozco y nunca lo vi de revolucionario” tiene muy poco que ver con los planteamientos que ha formulado Toby Valderrama y con el título del artículo.
Veamos esto:
“Yo estoy seguro que él no va a coger pa’l monte, alzado, porque nunca lo hizo cuando nos disparaban a mansalva los adecos y copeyanos. Yo conozco al profesor Toby desde hace tiempo, y nunca le vi nada de revolucionario, sobre todo cuando había miles de razones en Mérida para ser demandado por atacar a degenerados potentados del empresariado, del gobierno o de la iglesia: o para estar preso o para padecer juicios sumarios por parte de la puta Universidad de Los Andes”.
Toby Valderrama hasta donde he podido leerlo no ha dicho que Maduro no esté haciendo nada y que se “encuentra dormido en los laureles”. Ha sostenido que algunos de los movimientos que se están realizando apuntan a lo que yo llamo un “socialismo capitalista”. Por supuesto, no he leído en los artículos de Toby “atacar de manera frontal, con nombre y apellidos, a tanta gente que desde el gobierno le hace daño a la revolución”. Toby no ha personalizado el intento de una discusión y habla de las situaciones del proyecto y esto es un poco mas serio que los “argumentos” que utiliza Sant Roz.
Lo más cercano a una “explicación” de Sant Roz, es la referencia que hace sobre a Vicente Azurerro, que entiendo trata de usarlo para descalificar a Toby, pero no aborda o revisa las situaciones que concretamente ha plasmado Toby en parte de sus últimos trabajos. En verdad, le ofrezco mis disculpa anticipadas a Sant Roz, pero sentí pena al leer este artículo. Sant Roz, perdió una gran oportunidad para promover un debate que si a ver vamos, tiene algunos importantes interlocutores con señalamientos bien críticos y constructivos. En vez de descalificar, pudo haber aprovechado sus ideas para desmontar las situaciones que ha puesto Toby en sus últimos trabajos. Bien que Sant Roz olió la pólvora y sintió los plomos de AD y COPEI y si lo desea, pensaremos en un estatua por ese sacrificio, pero no el asunto temático de Toby Valderrama.
No es Toby nada más. Ahí están las reflexiones de Víctor Álvarez, que son dignas de ser parte de este gran debate que cada vez luce necesario y vital para el proceso. No sé si Víctor Álvarez sintió el plomo y el olor de la pólvora. Sino sintió eso, por supuesto no vale pensar y reflexionar sobre situaciones del proceso, porque el camarada Sant Roz es de la idea que no merece opinar.
