Continuamos acentuando el trabajo ideológico y revolucionario en todos los espacios. Son estos los días en que las fuerzas de avanzada nos movemos al unísonos desplegados por toda la patria llevando las buenas nuevas de nuestro proyecto socialista, difundiendo el legado de Chávez, visitando los hogares de la patria motivando a la participación e inclusión no sólo en las venideras elecciones de alcaldes y concejales sino en las respectivas activaciones en las soluciones de los problemas puntuales locales en cada una de las comunidades.
Estos son los días en que nuevamente la patria nos llama a persistir en que todos los funcionarios públicos y autoridades competentes comprometidos con esta visión social de un hombre y una mujer integral fructífera en la sociedad, la familia, la comunidad y Venezuela, tenemos el impostergable trabajo de extender la pedagogía del amor, que no es otra que maximizar la enseñanza de expansión de valores y virtudes que vayan concatenados a la ayuda de unos a otros a fin de dibujar sobre el lienzo territorial la morada de paz que todos deseamos para nosotros mismos y para nuestros descendientes y herederos de un mundo mejor.
No nos queda otro camino que seguir surcando las sendas del amor; más aún, cuando nos encontramos frente a un mundo torcido, machucado, truncado por una serie de vicios, desvirtudes, desaciertos, plagados de contraculturas degenerativas que pululan por doquier, una carencia generalizada de talentos para la probidad y una irónica exaltación del oprobio y la conducta nefanda de países poderosos que no tienen escrúpulos para imponer su hegemonía aplastante sobre las vidas de niños y niñas y sobre la humanidad misma.
Es por eso que debemos comprender que ante las reacciones violentas, ante las agendas del terror que nos desea imponer el sistema malvado del imperio norteamericano a través de sus reptiles apátridas incrustados en una oposición insana, tenemos que seguir alimentando la paciencia, la paz y el amor como respuesta consciente, ponderada y virtuosa para no caer en su trampa de llevarnos al colapso total como país, como pueblo, como gobierno y como revolución.
Su plan es precisamente ese, ir golpeando en todas las áreas de nuestra cotidianidad a fin de buscar crear un ambiente de anarquía, de ingobernabilidad, de protestas generalizadas, de malestar colectivo, avivar las condiciones para un supuesto sacudón social que desestabilice el país a ver si de esa forma el colectivo se cansa y deciden cambiar sus preferencias políticas y logran ganar en las mayorías de las alcaldías del país este próximo 08 de diciembre e iniciar la lucha por la conquista de la toma del país.
Su libreto es ya viejo, pero hay que estar alerta porque siempre nos sorprenden con una que otra mínima diferencia, un libreto que pese a los daños económicos y sociales que ha ocasionado al país no logra sus objetivos porque en el pueblo existe una clara convicción política apegada al legado de Chávez de construir un país cada vez de mayor inclusión y justicia social, mediante un accionar político de unidad, disciplina, plena de valores de solidaridad, de paz y de amor.
No podemos caer en sus trampas ya escritas en su agenda de violencias, tenemos que deslastrarnos de mezquindades, de envidias, de enemistades, de pleitos, de desesperos, de angustias y tener la certeza que nos asiste la verdad y el amor. Tenemos que tener la convicción que vamos edificando la sociedad de resistencia a ese modelo oprobioso y satánico del consumismo voraz y mortal. Somos hechos del barro de nuestros Libertadores y de nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez, ante sus constantes saboteos, mentiras, engaños, manipulaciones, tretas oscuras, malas intenciones y perversos deseos que se produzca un desorden social, caminemos enseñando con el amor, avivando la esperanza, teniendo la paciencia y confianza en un gobierno revolucionario pacifista y unido en lucha, batalla y victoria.
