Hay mucha gente que ha teorizado sobre este tema, pero nadie se ha aproximado tanto a su dimensión teórico-práctica como nuestro Gigante Comandante Hugo Chávez. En el 2.006, cuando recién declaraba el carácter socialista de la Revolución Bolivariana, explicó con claridad meridiana, lo que pensaba sobre este tema. Al respecto dijo: ¨El camino más expedito para alcanzar la sociedad más justa, a la que todos anhelamos, se consigue con una alianza entre el socialismo y el liberalismo, una vez que el socialismo haya dejado a un lado el estatismo y el liberalismo el capitalismo¨. Interpretemos lo que el Gigante quiso decir y su pertinencia en el debate socio-político de estos días, próximos al III Congreso del PSUV.
Creo que Chávez, antes de hacer esta declaración, hizo un profundo análisis de la sociedad venezolana y de la viabilidad del modelo que proponía a todos. Primero, él sabía que nuestro País no disponía en el corto y mediano plazo de la capacidad militar, financiera, tecnológica y geopolítica para desarrollar y proteger nuestra principal riqueza: La faja petrolera del Orinoco y que para hacerlo, tenía que buscar alianzas estratégicas con países que pondrían como condición la adopción de un modelo social y económico de equilibrio, con hegemonía de la ideología de las fuerzas políticas que lo habían llevado al poder, lógicamente. Segundo, para impulsar la Revolución Bolivariana, había que impulsar la integración latinoamericana soñada por nuestro libertador, en donde predominaban, para ese entonces, gobiernos plurales, no afectos a radicalismos políticos, sino a modelos de equilibrio con justicia social. Tercero, había que romper con la visión unipolar e imperialista del mundo, fundamentalmente con la hegemonía imperial de los Estados Unidos, que por siglos habían considerado a América latina como su ¨Patio trasero¨ y eso, era más viable, con un modelo de equilibrio, engarzado en sus diferentes corrientes ideológicas e históricas por el Bolivarianismo.
Chávez no sólo fue crítico de los males del capitalismo, de sus perversiones. Sino, que también criticó las limitaciones y desviaciones del llamado ¨Socialismo Real¨, por eso él insistía en que la Revolución Bolivariana, debía de ser ¨Creación heroica¨, ni calco, ni copia de nada. En esa idea, se apoyó en el pensamiento indoamericano y citaba a Mariátegui con mucha frecuencia.
El título VI de la Constitución Bolivariana, del sistema socio- económico, interpretó a Chávez en su concepción social y política.
Así pues, el socialismo a la venezolana que nos legó Chávez, no propone como modelo social y económico al socialismo Marxista- Leninista que no reconoce la propiedad privada, ni la idea de la ¨Dictadura del proletariado¨ de Lenin, ni otras estrategias políticas esbozadas por teóricos e ideólogos Marxistas, como la monopolización estatal del comercio exterior, ni la estatización de la banca y de todos los medios de producción, ni modelos cerrados, burocratizados que restringen, en nombre de la justicia social, la libertad y la democracia. Todo lo contrario, Chávez siempre nos invitó al debate, para definir un Socialismo a la Venezolana, inspirado en nuestra historia libertadora, en la vía pacífica, humanista y democrática, en la inclusión social, en las comunas y movimientos sociales como forma de organizar al pueblo, en la satisfacción de las necesidades sociales como motivación productiva y no en el lucro egoísta, en la posesión popular y del estado de sólo los medios de producción estratégicos, en la democracia participativa y protagónica, en la unión cívico-militar como sostén de la república, en la economía productiva capaz de autoabastecernos, en el antiimperialismo y anticolonialismo, en la autodeterminación de los pueblos, en la solidaridad y hermandad internacional, en el apego a nuestra Constitución Bolivariana, entre otras cosas.
En relación a las regulaciones a la economía privada, para equilibrar el modelo socio-económico que diseñaba, condenó el monopolio, el oligopolio, el latifundismo, la especulación, el afán de lucro, él firmó el primer decreto semilla, de lo que es hoy, la Ley Orgánica de Precios Justos para regular la tasa de ganancia, él estimulaba al empresariado nacionalista, promulgó la Ley del Trabajo, de los Trabajadores y trabajadoras para protegerlos de los abusos del capital.
En suma, Chávez soñó con una sociedad justa, ética, socialista a la venezolana, Humanista, que respetara al ambiente, inspirada en los valores patrios, que hubiera equilibrio real entre el trabajo y el capital, que la hegemonía del estado estuviera en manos del pueblo organizado, en la paz, en la democracia participativa y protagónica, en la suprema felicidad social. TODO DENTRO DE LA CONSTITUCION, NADA FUERA DE ELLA.
Esta propuesta ha sido catalogada como reformista por algunos ideólogos que quieren meter la Revolución Bolivariana en los moldes de otras revoluciones socialistas, que tienen o tuvieron condiciones históricas y políticas diferentes a nuestro País. La diferencia de Chávez con estos teóricos es que el Gigante, no sólo estudió nuestra historia, sino que la hizo. Por eso conoció nuestra Patria como nadie y sabía lo que más nos convenía y si era históricamente viable. Un líder con los pies en la tierra.
¡CHAVEZ VIVE!