Cada día, me sorprendo más de nuestra capacidad (léase incapacidad) para asumir la crítica y autocrítica. Sabemos que la construcción de algo que no sabemos qué es, no es algo fácil y no debe ser muy corto plazo. Entendemos esto, pero lo que es difícil de entender, es cómo no entendemos los gazapos que nos meten.
En el 2007, era muy común ver a un camarada con su Proyecto Nacional Simón Bolívar (PNSB) bajo el brazo. Verlos así, entendía que era para consumirlo (leerlo y analizarlo). Se hacían talleres sobre el PNSB. Vino el Programa Patria y sucedió igual; la militancia de todos los estratos con su librito debajo del brazo. Luego llego la ley Plan de la Patria y hay talleres y se siente la necesidad de que la militancia conozca el contenido de la ley.
Pero cuando expresé en las primeas lineas de esta nota, que cada vez me sorprendo más de nuestra incapacidad para la critica y la autocrítica, es por una cosa sencilla. Leí todos estos documentos, pero ahora decidí releerlos todo a la vez y me encuentro realmente con el mismo documento escrito en tres ediciones. Uno ligeramente diferente al otro en la forma, pero con la misma cosas dichas tal vez de otra manera. No se conoce una evaluación, pero es muy evidente que no hay avance en los aspectos fundamentales de estos tres documentos.
Ya creo haberlo dicho en una oportunidad anterior; en la ley plan de la patria se lee que la meta de crecer entre un 3 y 4% anualmente el PIB, se expresa muy nítidamente, que este crecimiento se sustenta en la explotación del petroleo. Nada distinto a lo que sucedía antes de 1998 y todo lo contrario a lo que se sostenía en el PNSB. En el PNSB, en una de sus páginas se lee: “El modelo productivo responderá primordialmente a las necesidades humanas y estará menos subordinada a la reproducción del capital”.
¿PSUV demuestren que esto no es así?. Ofrezcan datos que me permitan justificar, que desde el 2007 hemos avanzado un “pelito” en “responder primordialmente a las necesidades humanas y no al capital” y bajo la propuesta de un desarrollo endógeno que está en todos estos planes, pero caminamos en ruta contraria.
Pero para mayor asombros sobre nuestra incapacidad de autocrítica y crítica y la piel delicada que tenemos cunado se ofrecen crítica, me permito reproducirle parte de un párrafo de un trabajo del Centro de Investigaciones y Formación Obrera, que es para enfriarle el guarapo a cualquiera.
“No solamente los ingresos petroleros representan más del 90% de las exportaciones del país, tal como en la década de 1970, sino que a ello se añade el hecho de que dichas exportaciones en la actualidad están representadas por un mayor porcentaje de petróleo crudo. Efectivamente, hasta finales de la década de 1980, las exportaciones de productos de refinación de petróleo superaban el 30% de las exportaciones totales, durante los años noventa empieza a manifestarse un declive que encuentra su punto mínimo en 2003 como resultado del paro golpista de aquel año. En la actualidad, los productos refinados de petróleo solo alcanzan el 14% del total de las exportaciones. Este hecho reviste especial importancia en virtud de que la refinación de petróleo es una actividad manufacturera, que implica agregación de valor”i. (subrayado es nuestro)
Este simple dato, desmonta lo que allá en el PNSB se nos decía de Producción social y sobre el modelo productivo endógeno. Este modelo socialista y lo demuestra el estudio que acabo de citar, esta aniquilando pequeños iniciativas productivas, pero aunque no lo dice el estudio ya citado; Venezuela se llena de Grandes Centros Comerciales y eso es una señal, distinta a lo que se llamó en una oportunidad y ya no se oye con frecuencia; socialismo del siglo XXI. Yo he nota ese vació con esa frase.
Si desean un datos más para entender nuestra incapacidad para la crítica y autocrítica, veamos las empresas básicas de Guayana y sus niveles de producción. En una nota que leí , se dice que la producción en estas industrias se derrumbó en “un 33% en el período enero a mayo de 2014 comparado con el período enero a mayo de 2013, con una producción de 0,697 Mt en 2014 versus 1,04 Mt en 2013ii.
En otra nota de prensa, se logra leeer esto: “En los primeros cuatro meses de este año, la estatal logró colar 379 mil toneladas de acero líquido, el equivalente a lo que en 2007 -en la administración del consorcio argentino Ternium- registraba en un mes”iii