Entrando en la onda del III Congreso del PSUV, hay formas políticas que es necesario aclarar, sobre todo a la hora del compromiso histórico que nos toca vivir en este proceso irreductible e irreversible de la Revolución Bolivariana. Mucho se habla sobre la importancia de convertir al PSUV en vanguardia revolucionaria. Es decir, pasar del hecho meramente electoral, al signo de expansión del proceso de cambio de estructura política, económica, social y cultural del país.
Venezuela es un país politizado, aquí se desayuna, almuerza y cena con política, y esto es una maravilla. Quienes piensan que el país está “polarizado” es decir, dividido en dos partes iguales se equivocan. Casi una veintena de procesos electorales lo confirman. El Proceso de cambio de estructuras ha ganado con solidez el 98% de todos los comicios que se han presentado desde diciembre 1998. Podríamos decir sin ser un erudito en numerología, que la proporción de votos sigue estando en 60-40. Claro está, esta diferencia a tenido sus altos y bajos, sabemos que los hechos políticos-económicos-sociales, son tan variables que a veces estas en la cresta de la ola, y amaneces tragando arena en el fondo del mar. Pero en resumen, creemos que el piso electoral chavista sigue siendo una proporción mucho más grande que la oposición, que por cierto, hace aguas en estos últimos días, por sus errores y horrores políticos. Pero sigamos con el tema del PSUV.
El PSUV se crea en virtud de la necesidad de traspasar la barrera electoral (antiguo MVR) hacia un partido de vanguardia revolucionaria que, unirá las fuerzas progresistas de toda la sociedad venezolana, que incluye; la Fuerza Obrera, Los Estudiantes, Las Amas de Casa, Intelectuales, Sindicatos, Gremios etc. Esta condición debió pasar primero por la depuración del MVR (partido aluvional), de aquellas fracciones que en el marco del clientelismo y de la infiltración aun forman parte del PSUV. Esta depuración se hace necesaria y urgente, para poder eliminar de raíz aspectos negativos del partido. El Presidente Hugo Chávez estaba muy claro hacia donde debía ir el PSUV. Pero muchas veces la dinámica que imponía Chávez, dejaba muy atrás al partido, y daba la impresión- y a si lo era- que Chávez iba por un lado y el PSUV por otro. Ese acompañamiento necesario no era posible. También era vox populi, que la bancada legislativa arropaba al PSUV. Los diputados y algunos ministros nunca en su accionar político pidieron recomendaciones o análisis de los militantes del PSUV. Se dio algo que muchos teóricos definen como un “fin en sí mismo”, es decir, ministros, diputados y afines estaban por encima del Partido Revolucionario. Esto debe terminar, si es que queremos transformar el partido en vanguardia. Más allá de la expresión “Correa de Transmisión” que a muchos no le gusta, creemos fielmente que el PSUV debe ser doble “Correa de Transmisión”. Una, entre el partido y las organizaciones obreras, campesinas, estudiantiles etc. Yuna segunda, entre el resultado de la primera y el poder político central, llámese; presidente, gobernador o alcalde. El PSUV debe transcender lo meramente electoral - que por supuesto es necesario, pero como sabemos, eso tiene su tiempo y espacio definido -, hacia un “Desparramiento” de ideas, acciones, debates, en todos los espacios de la vida pública venezolana, debe cubrirlo todo, sobre todo en aquellos sectores que aún se mantienen al margen de la Revolución Bolivariana. La vieja concepción de “Masa” ya no cuadra en nuestro mundo político. Son pocos los venezolanos que se dejan manipular por politiqueros de turno. Tanto es así, que el fracaso del fascismo-terrorismo de la guarimba se debió mayormente por la cultura política que magistralmente transformo a la “masa” en un ente político. Esa antigua “masa” manoseada por las elites que dominaban el espectro político en la IV república se ha transformado, y ahora saca sus propias conclusiones y difícilmente son manipuladas. He allí el fracaso de la guarimba. El paso histórico entre Masa-Ente Político-Vanguardia Revolucionaria, es una tarea indispensable del PSUV. Chávez solo pudo llegar a crear al “Ente Político”, es hora de formar la vanguardia.
Los cuadros parecieran ser redundantes con la vanguardia, pero no necesariamente. El cuadro político tiene sus obligaciones y un marco conceptual (teórico - programático) que lo puede transformar en vanguardia, si lo desea. El Chavismo como forma política tiene muchos simpatizantes, aquí y en el mundo entero. Quienes simpatizan con la Revolución Bolivariana, no necesariamente simpatizan con algunas acciones de orden económico provenientes del poder político central. Esto lo hemos visto en algunas reacciones del llamado “Chavismo Light”, que a veces siente descontento por la crisis económica actual. Aun así, existen una gran cantidad de simpatizantes, que aun sin ser cuadro político, conoce y estudia muy bien la política, se interesa y, a la vez, se inclina por el sistema bolivariano. De hecho, a veces se da un fenómeno que, un simpatizante puede convertirse en un militante temporal, al apoyar y sentir atracción por alguna política social del gobierno bolivariano. Es decir es Militante de una causan justa, aun siendo esta, coyuntural o permanente.
Los Militantes son todos aquellos que pertenecen al PSUV y son entes activos en la difusión de las ideas programáticas del ideario bolivariano-chavista. Estar inscrito en el registro del PSUV, no necesariamente te convierte en Militante activo, cuadro y vanguardia. Aquí podríamos decir que pudiera estar la figura de un Militante “Pasivo”, que su accionar es meramente electoral a nivel nacional y para cargos de gobernanza. Ejemplo; las Elecciones del III Congreso Ideológico y Programático donde la abstención fue alta. No así, en las votaciones para Presidente, Gobernadores y Alcaldes. El concepto de Militonto, cuadra más en el campo de la reacción. Son militantes de la derecha que desconocen porque tienen que movilizarse, o pegar afiches, o ir a una concentración, es más, cuando la guarimba , muchos no sabían porque estaban protestando. Este es un grave problema interno de la derecha venezolana.
Por último, dejamos un concepto que es muy utilizado por políticos de la derecha y de la izquierda. “El Pueblo”. Según la teoría política y derecho constitucional: “El pueblo es el sujeto de la Soberanía Nacional, entendida como Soberanía Popular”. La palabra “Pueblo” proviene del latín pópulus. Que es el conjunto de personas de una nación. Ahora bien, el término “pueblo” es utilizado por los políticos de izquierda y de la derecha para definir a las poblaciones de menores recursos, sectores cautivos que pueden generar votos a la hora de elecciones. Esto muy bien puede entenderse en el lenguaje populista de ciertos políticos. Pero la contradicción principal esta, en que, el proceso bolivariano lucha por erradicar o extirpar el cáncer de la pobreza, y que esta se presenta en ese sector denominado “pueblo”. Cuando estos sectores depauperados por el sistema de explotación imperante en el país, saltan de su condición de extrema pobreza a un nivel de satisfacción de sus necesidades básicas, así, como, convertirse en sujeto de derecho político y que interviene, ejerciéndolo, incluso en el gobierno, este sujeto pasa a ser “ciudadano”.
La revolución busca y ha avanzado mucho al respecto, de convertir al “Pueblo” en “Ciudadanos”. Aunque a muchos “Camaradas” les da piquiña utilizar la palabra “Clase Media”, el presidente Chávez, se imaginaba una gran Clase Media venezolana, donde hoy, lamentablemente existe pobreza. Es una tarea del PSUV, coadyuvar al logro de esta meta.
En Conclusión: El PSUV, debe alejarse del clientelismo, amiguismo, burocratismo y dejar de ser un fin en sí mismo. A su vez debe mantener una unidad centralizada sobre los grandes problemas estructurales del país. No dejarse arropar por los oportunistas profesionales, tampoco por las maniobras de algunos asambleístas, que más allá de su buena fe, entorpecen el desarrollo de las acciones. El PSUV debe convertirse en el ente rector, director de la organización política. El PSUV debe tener presencia en todas o casi todas las organizaciones, desde los sindicatos, concejos de obreros, cooperativas, concejos comunales, comunas, hasta en las asambleas de ciudadanos. El PSUV debe afinar su “Unidad Ideológica” y “Unidad Orgánica”. El dogmatismo, enfermedad infantil de los dogmas debe erradicarse por completo. Una vez Lenin dijo…” No basta titularse como vanguardia”….Nosotros decimos; hay que estudiar mucho y tener muchas cualidades éticas y morales para llegar hacerlo…
Llego la Hora…. Venceremos¡¡¡