Cuando el gobierno giró a la derecha, hacia el capitalismo, se produjo en la masa chavista gran confusión: el rumbo al Socialismo, que tanto había costado perfilar con nitidez, fue degenerado con ambigüedades teóricas y acciones inexplicables. En la práctica, se concretó una alianza con la burguesía, mendoza y cisneros dictaron cátedra de economía, fedecámaras canta como gallo, critica, la mud dialoga y pone condiciones.
El vacío que presagia tempestad se hizo presente: no hay definición del objetivo histórico, el rumbo es errático, se desconoce el camino, la Revolución ha perdido identidad, claridad en sus rasgos. Caro le están saliendo los flirteos con la oligarquía. Ahora las palabras, las declaraciones, los intentos por maquillarse de socialismo se los traga el tenebroso vacío, es como un pozo que succiona lo falso. Todo es gris.
Tenemos una psiquis y una práctica cada vez más capitalista, y un gobierno que sigue enmascarado con un discurso Socialista, no termina de dar el Salto Atrás y hacerse capitalista asumido. Este vacío, este claroscuro, como diría Gramsci, es propicio para el surgir de los monstruos.
Los acontecimientos negativos se suceden con velocidad y no se ven, no se analizan: en SIDOR queman camisas rojas, los obreros marchan por las calles, el ejército refuerza su contingente en la zona. Todo esto con un gobierno, con un Presidente Obrero... y no se estudia el fenómeno, se despacha acusando a los dirigentes, es decir, atacando al problema en su superficie. No se percibe la causa de fondo: hay un vacío ideológico.
La alta abstención para el Congreso Histórico del PSUV es "explicada" con cabriolas matemáticas, que transforman una catástrofe política en una "victoria histórica". Se evade el fondo del asunto: hay un vacío ideológico.
El vacío ideológico que hoy sólo asoma será llenado por nuevo liderazgo, por quien presente a la masa, hoy sin rumbo creíble y querible, una meta, una razón de vida. Intentará ser el anarquismo, pero más posibilidades tiene el fascismo, será necesaria la represión para el reacomodo que precisa el capitalismo.
¿Qué hacer?
Lo primero es reconocer que hay un vacío, y luego recomponer la ideología de la Revolución, restituir la coherencia entre el discurso y la práctica. Veamos.
Al girar hacia el capitalismo, con la excusa de que se trataba de elevar las fuerzas productivas, se desató en el interior de la masa y de la dirigencia revolucionaria el egoísmo, base psíquica del capitalismo. Es que el capitalismo es un sistema, donde va su relación económica, va también su ideología, su espiritualidad.
Surgieron como hongos los capitalistas internos. Se persiguió a las ideas revolucionarias, se las calificó de infantiles, de extremistas, etc. El dogma del capitalismo se hizo hegemónico: "Si tú estás bien, todo está bien"; la salida individual, egoísta, desplazó al sentido del deber social, se decretó una especie de "sálvese el que pueda".
Las organizaciones sociales profundizaron su mentalidad fraccional, cada unidad por su lado, siendo meta en sí misma, se afirmó el egoísmo colectivo. Los dirigentes sindicales se refugiaron en el economicismo, la política grande fue sustituida por los intereses de la fábrica. En el partido surgieron los grupitos y los pequeños intereses regionales. Se potenció la tendencia a la conducta mercenaria, a la fidelidad por la compensación material.
Es necesario restituir la coherencia, para eso es necesario volver a Chávez, allí está el Plan de la Patria, el segundo objetivo, el Socialismo verdadero.