Ante la explicada decadencia política antiética mundial, ante un mundo que se desmorona frente a miles de millones de ciudadanos vendados y ante la oprobiosa amenaza de guerras y de muertes, asumimos con el pecho pletórico las banderas del chavismo, que no es más que una lucha sin cuartel por la construcción de un mundo mejor, posible y necesario, que permita asegurar la permanencia y continuidad de la especie humana y su medio ambiente.
Podría sonar muy generalizado y utópico, pero es la resistencia política moral y ética ante las depravaciones sociales, ante las injusticias, ante la indolencia, ante la insensibilidad y ante el entierro espiritual y humano. Por eso se elevan las banderas del socialismo lideras en un proyecto que bien supo conceptualizar, planificar y empezar hacia la concreción absoluta como lo hizo el comandante Hugo Chávez Frías y que salió a la luz aquella mañana del 04 de febrero del 92; para decirle “¡ya basta!” a un sistema político cruento, corrupto, injusto, mediocre, que había empujado en Venezuela, un país que flota en un mar de riquezas petroleras, a más del 84 por ciento de la población nacional, a la pobreza generalizada sin acceso a la educación, la salud, la cultura, el deporte y lo más importante, a hacer que el pueblo fuese partícipe de la gestión pública y constructor de los sueños colectivos de equidad y justicia social.
Por eso se es chavista, porque el rostro de ese morador de los campos de Sabaneta supo entender y atender las necesidades del pueblo humilde y trabajador y su obra se ve reflejada en tanta inclusión que apenas intentaremos detallar, porque su grande amor está en habernos estimulado a seguir forjando nuestra propia emancipación, que no es otra que la misma libertad que nos fue dada por la gracia Divina.
Se es chavista porque está en las misiones educativas que van desde la Robinson I y II, Ribas, Sucre, proliferación de las Universidades Experimentales, Unefa, UBV, ampliación de la matrícula educativa desde la inicial hasta la universitaria y una educación de calidad en valores e historia que nos identifican como pueblo; la creación de Barrio Adentro para llevar salud en donde no llegaba la medicina, la construcción de miles CDI, salas de rehabilitación, nuevos y mejoras integrales a hospitales, maternos infantiles y cardiológicos, la misión milagro que ha traído luz a tantos y tantos; consejos comunales, comunas, donde el pueblo coexiste con el gobierno en la ejecución de obras públicas; entrega de miles de viviendas a una población que vivía en la penuria y el abandono; construcción de grandes obras de infraestructuras de alta envergadura como puentes, carreteras, avenidas, escuelas y liceos bolivarianos a lo largo y ancho de la patria; acceso a la alimentación como un derecho de todos y todas los venezolanos con un sistema que ha permitido que Venezuela sea uno de los países donde mejor se alimenta gracias a Mercal, Pdval, Casas Comunitarias, PAE, entre otros; proliferación de medios de comunicación garantizando la participación en la democratización de la comunicación visto en más medios populares y alternativos, así como un inmenso aumento de prestadores de servicio radial FM y nuevas televisoras regionales; motivación y apoyo a la cultura y el deporte, estimulando a una generación de oro, no sólo por las medallas y triunfos sino por la colectivización en la participación de una juventud que se levanta con altos grados de esfuerzo deportivo y cultural; un saneamiento y estímulo a la participación electoral en todas sus dimensiones, llegando hasta el más recóndito lugar del país; unas políticas internacionales pluralistas, soberanas e independientes; un respeto hacia la ciudadanía en general garantizando su libres capacidades expresivas dentro del marco constitucional; una tolerancia monumental con los factores opositores que han demostrado en reiteradas ocasiones vinculación con comportamientos apátridas que han lesionado y enlutado familias y a quienes más temprano que tarde llegará la justicia; un estímulo a la producción y vuelta al campo a vigorizar las tierras fértiles que nos dan el alimento pese a una acechanza sucia y macabra por destruir la economía por parte de una oposición que aviva la inflación, la usura, la especulación, el acaparamiento y el contrabando de extracción e interno; por la sonrisa de los niños y niñas de la patria cuando reciben las millones de computadoras Canaimitas; por la misión Amor Mayor para llevar alegría a los abuelitos de la patria; por los millones de pensionados que ahora son dignificados con una remuneración justa por su aporte en su juventud al desarrollo de esta gigante Venezuela; por las garantías comunicacionales con los dos satélites en órbita; por mejorar las condiciones a todos para un mejor turismo interno y externo que se ha demostrado en todos los asueto donde cada vez más venezolanos gozan de las bendiciones naturales de este país: playas, montañas, médanos, llanos, museos, historias, fiestas y la alucinante magia de la variopinta gastronomía y música de pueblos y de su gente espectacular…
Seguir enumerando razones por la cual somos chavistas, haría falta mucho papel, pero lo más bonito es que dejó un legado donde todos tenemos ese compromiso de seguir avanzando a espacios cada vez más plenos de felicidad y dignificación para nosotros mismos, para nuestros niños y las futuras generaciones.