Cuando la LUCHA viene de allá lejos, de esos tiempos de torturas, desaparecidos y una cantidad de esfuerzos titánicos, por encontrar este camino que ahora transitamos. Cualquier dificultad parece una nimiedad, sin embargo se hace difícil: por un lado las contradicciones internas, para no terminar de reconocer, la formación y el pensamiento crítico, como sustento en el tiempo; por encima de cualquier otro valor: por el otro la extrema, que empieza desde los grupos fascistas de adentro, con los que nos enfrentamos hoy día. No tienen identidad política, ni de ningún tipo: el combate se presenta; más con los internos, que con los enemigos verdaderos: que desde el exterior intervienen, con objetivos precisos de evitar el avance del proyecto de PATRIA grande.
La LUCHA como todo esfuerzo desgasta: Pero este tiene otro matiz, por dentro pretende desmoralizar, crea vergüenza y pena, estar luchando con traidores en el mismo terreno; donde deberíamos unidos, estar construyendo PATRIA.
Es bueno recordar a los combatientes de siempre; que parece estuvieran olvidando. Una revolución, no es un árbol estático, que se ve crecer desde la distancia: tampoco una rueda que se tira a rodar sin rumbo por una bajada, esperando que se acabe la inercia y cuando se detenga, nos acercamos a ver si queda otra bajada, para lanzarla nuevamente y que siga rodando.
Una revolución; es una PATRIA en ebullición; que pone lo más grande de sus esfuerzos, para que la sinergia la sostenga; mientras se van engranando piezas, que le darán estabilidad en el tiempo y cada batalla se presenta importante en el proceso de construcción; que desde la lucha clandestina donde empezó a formar este sueño, tienen un sólo destino, la mayor suma de felicidad posible.
Cuando las dificultades vienen desde la formación y del tiempo, son las mismas y no se debilitan, el horizonte no se pierde y la fuerza crece en la medida que el combatiente se va convenciendo, que PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIM PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA