Aunque en este inicio del 2015 ya la ferocidad opositora antipueblo ha mostrado sus colmillos por los medios azuzando al desánimo, a la anarquía, a salir a las calles a destruir todo con tal de salir del gobierno chavista; el partido de gobierno la gente del Psuv, de las fuerzas revolucionarias y el gran polo patriótico, continúan su organización por defender con una clara convicción los intereses de las mayorías, los intereses del pueblo venezolano. La primera derrota se la llevaron con el llamado a paro que hicieron donde nadie se les sumó. Pero cómo pretendían que se les sumara si a esta hora del partido ya todo el mundo sabe que son estos factores apátridas, grupo de empresario que se fueron atornillando y vestidos de ovejas jugaron con los dólares del pueblo para crear este clima de desabastecimiento, en un país, que pese al daño tremendo que han he3cho a la economía, aún se erige sólido, consolidado y vigoroso para seguir al frente de todas sus responsabilidades con una sociedad digna que ha apoyado este proceso desde el mismo año 92 cuando aquel 04 de febrero madrugó Chávez para alzar la voz de los más necesitados.
La oposición lacaya ha sido tan subterránea que aún no asumen la responsabilidad del fracaso al llamado al paro. Se evaden las culpas de haberse quedados íngrimos ante un pueblo trabajador y luchador que salió a las calles a cumplir con sus respectivas jornadas. Así han sido, así se han comportado durante todas sus penumbras y oscuras andanzas desde el año 98, desde que llegó a la silla de Miraflores el arañero de Sabaneta, el popular Tribilín, quien encarnaba el mismo pueblo que durante décadas fue soslayado de los proyectos de dignificación social por las razones de apetencia descomunal e inhumana de una clase política servil a los grupos económicos del país.
Aún en los medios oímos y observamos a muchos voceros antichavistas que balbucean cualquier tipo de manipulación con el objetivo de crear la zozobra, de generar matrices de desaliento, insultando a las autoridades establecidas, insultando a las mayorías y con posiciones de intolerancia política y racial. Todo unos comunicadores que violan el articulado vigente a fin de conseguir torcer la preferencia de quienes han optado por los caminos de la revolución Bolivariana y Chavista que ahora bien preside el compañero obrero Nicolás Maduro.
La toxicidad de la oposición continuó su periplo por los medios con una matriz dirigida a vociferar sobre un 2015 nefasto que llevaría a la total destrucción de la economía. Sin duda, en este inicio del 2015, la oposición golpista asomó su verdadero rostro y sus verdaderas intenciones al tocar al unísono temas sensibles para generar violencia en las calles, lo dicen y sugieren abiertamente, el ataque sicológico y de crear zozobra ante la crisis económica; es la bandera que enarbolan diariamente en los medios radiales, escritos y electrónicos. Buscan sumar voluntades a sus nefandos propósitos de asirse del poder político y económico de Venezuela.
Mientras esto sucede, la revolución no detiene su rueda hacia el socialismo. La historia reciente ha enseñado que a cada ataque y amenaza del imperio, que es el verdadero enemigo, la revolución sale fortalecida y madurando el socialismo. Como se inició el 2014 se inició el 2015, con los ánimos exacerbados de la irracionalidad y odio de una tozuda oposición diabólica que no cede de sus egoísmos y mezquindades contra el pueblo. Y ante esta situación, como ya se sabe, no se debe mirar para un lado ni para el otro sino enfocar la mirada hacia Chávez, nuestro faro, hacia la victoria, hacia la paz, hacia el amor. Mientras ellos, como lo dice una linda comunicadora, reinciden en el odio y la violencia; que fue justamente lo que vimos en la instalación de las cámaras municipales del país donde ellos tuvieron mayoría que se insultaron, se desgreñaron y se dijeron de todo, por ver quien asumía el rol de presidente. Caso contrario con el chavismo, que se instalaron en santa paz, en armonía, en clara convicción revolucionaria, en disciplina y organización. La misma que se tendrá en todos los escenarios que se presente porque se está segurísimo que el camino de la revolución es la victoria.