Trataré de ser conservador, para evitar cualquier comentario que pueda crear la mínima duda a los que el dogma no permite aceptar pensamiento crítico y agreguen a esta nota insinuaciones divisiónistas.
Lo que estamos tratando por nuestros medios en revolución, con pocas excepciones; no se distancia de la deformación que durante los últimos tiempos, vendió el imperio como entretenimiento.
Pareciera que en nuestro consciente, no hemos entendido que una revolución propone cambios y su premisa más importante tiene que ser "construcción para lo humano y conservación del planeta; sacar lo viejo que daña, para que nazca lo que ayudará a establecer, lo que nos acerqué a la mayor suma de felicidad posible"
Tenemos que entender, que si permitimos que la forma alienante siga socavando; los intentos por encontrar fondo en el esfuerzo, serán inútil y la obstrucción no permitirá avance.
En las intenciones de cambiar (que las hay) El facilísimo ha sabido infiltrar representantes y tiene adeptos.
Tomando en cuenta que esa cultura se instauró en la revolución, por un descuido que tuvimos al principio, al no exigir compromiso a los que aceptamos acompañarán este intento.
Tenemos que entender nuestra culpa; la prepotencia esta instalada con poderes que no pueden ser sustentados con valores revolucionarios; pero son aceptados por la cultura instaurada y se extiende hasta receptores que no pueden defenderse del ataque, porque no hay diferencia con la alternativa.
Señores seguidores de esta trinchera a los que corresponde tratar y profundizar este tema; la omisión no puede ser la justificación, para que la incertidumbre, el pasado y la deformación sigan socavando los simiente de este esfuerzo que es necesario estabilizar, para concretar definitivamente la opción que no dejaremos de acompañar, aunque tengamos que enfrentar todas estas desviaciones que nacen con vicios que no hemos podido exterminar.
No hagamos de la vanidad un estandarte mediático, sólo el reconocimiento de las dificultades, puede hacer que la enfrentamos con la responsabilidad que exige tal debilidad; que pareciera inofensiva, pero es la punta de lanza del imperio, para mantenernos en sumisión y la LUCHA y el grito de PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE, nos permitirá confirmar que SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.