Indudablemente el modelo fracasó, maquillar o tratar de acomodar el capitalismo solo puede conducir al fracaso. El capitalismo no tiene arreglo.
El modelo capitalista sobretodo en su etapa de imperialismo neoliberal a nivel global, nos demuestra cada vez más su incapacidad para acabar con la miseria, la desigualdad, las guerras interminables y la ya casi inevitable destrucción del planeta, esto no es raro porque todos estos males son causas directas del “modelo “y son parte del macabro plan de las elites financieras que se alimentan y benefician inmensamente de la tragedia humana.
Entendamos que quienes controlan la economía mundial, imponen a sangre y fuego su plutocracia internacional por medio de la financialización de la economía y el fraude generalizado, convirtiendo al capitalismo tradicional en un casino perverso donde la banca siempre gana. Lo que este reducido grupo de psicópatas predican y practican ya no puede llamarse ni siquiera capitalismo, mucho menos libre mercado, al contrario de aquellas viejas teorías “Keynesianas “de invertir y crear empleos bien pagados, para generar “progreso” lo que hoy vemos a nivel mundial es la precarización del empleo, austeridad sin fin, desahucios, desempleo , miseria y desesperanza, y esto genera conflictos y migraciones masivas , situaciones que son aprovechadas por estas elites enfermas de poder para enriquecerse aún más y poco a poco ir instalando gobiernos cada vez más represivos, que eliminan sin complejos las libertades individuales y violan impunemente los derechos humanos.
El Comandante Chávez lo tenía muy claro cuando ordenó con voz fuerte y clara “comuna o nada”. El sistema global está llegando a su punto de quiebre y aquí en Venezuela las contradicciones de tratar de sacar adelante una revolución con “las armas melladas del capitalismo”, bajo el ataque constante y destructivo de la derecha nacional e internacional nos han traído al borde del desastre. Los venezolanos nos dimos una de las constituciones más avanzadas, que obliga al estado a facilitar la transferencia del “poder” al pueblo organizado, léase como poder, la salud, vivienda, trabajo digno, alimentación y educación, derechos que no sirven de nada si no ayudan al pueblo a crear conocimiento. Un conocimiento propio, basado en la solidaridad, la ética y la moral, valores indispensables para sobrevivir el inevitable desmoronamiento del modelo capitalista.
Cuando hablamos de comunas nos referimos a comunidades organizadas, autosustentables e independientes, llevando a cabo sus propios proyectos locales de agricultura, energía, conservación del agua y la tierra y que puedan comerciar de forma solidaria, justa y complementaria con otras comunidades similares. Lograr la transición gradual de una forma de producción y consumismo intenso y exagerado a una economía social que dé prioridad al ser humano y a la protección de la naturaleza.
Difícil? Sí, pero no imposible, que llevara tiempo? Sin duda, aunque no nos queda mucho, el momento de comenzar es ahora. Casi 6 millones de venezolanos estamos conscientes de que Chávez no aró en el mar. Organizarnos y empezar a crear conocimiento es hoy más necesario que nunca, y el hecho que tengamos un presidente que nos respalda, y un tren ejecutivo que aunque plagado de ineficiencia y con muchos de sus miembros aferrados a sus jerarquías burguesas, no nos es totalmente antagónico lo hace viable ´.
Deberíamos preguntarnos todos con sinceridad, cual es el país y el mundo que queremos para nuestros hijos y sus hijos. Un país arrodillado, entregado a una burguesía parasitaria rendida a esas perversas elites financieras internacionales que sin piedad siembran el mundo con guerras y miserias y nos conducen a la extinción, o por el contrario hacer realidad el sueño de Bolívar, de Martí, Sandino y Chávez, una Latinoamérica unida, fuerte y digna, con dirigentes que manden obedeciendo, un continente sin guerras, sin hambre y sin miseria, donde ya no exista la desigualdad. El momento de actuar es ahora!