¿Será que hay un privilegio para algunos jerarcas del PSUV que les permite criticar de manera pública, lo que algún miembro del gobierno hacen y no lo califiquen de renegado o insidioso o cualquier otro apelativo mas denigrante? ¿Será que el camarada Elías Jaua cuando “llevo las riendas de nuestra seguridad alimentaria” y después la dejó en manos de su carnal Juan Carlos Loyo, ambos olvidaron que había un Plan de la Patria, donde de manera general se planteaba “Lograr la soberanía alimentaria para garantizar el sagrado derecho a la alimentación de nuestro pueblo” y que este olvido trajo como consecuencia gran parte de lo que estamos viviendo hoy? Caramba camarada, con esto no estamos defendiendo al ministro de Petróleo Eulogio Del Pino (una suerte de Gustavo Rossen versión 2.0) pero usted como miembro de nuestro parlamento, de la dirección general del PSUV, miembro reiterativo del gabinete del Gobierno Bolivariano y desde nuestro lejana vista de pueblo, amigo del compañero Presidente Maduro, está viendo la viruta en ojo ajeno con una viga en el suyo.
En el Sur del Lago por ponerle solo un caso compañero Elías, no se pudo eliminar definitivamente el latifundio, ni se logró realizar un proceso de organización y zonificación agroecológica en base a las capacidades de uso de la tierra y ni hablar de crear un sistema de catastro rural para garantizar el acceso justo y uso racional del recurso suelo. No compañero. Aquí se pasó de un sistema feudal y esclavista explotador, a uno anacrónico e improductivo. Las tierras que fueron expropiadas por justicia y ley ahora están totalmente abandonadas o devueltas con mayor “legalidad” a los terratenientes y el campesino aun más pobre y la única tierra que les queda es la de sus uñas, cuando rasgan esos suelos abandonados. Ahora los campesinos tienen su quince y último, pero siguen sin la tierra haciendo mas rico al hacendado. Ahora el plátano, la carne, la leche, el queso, las frutas, los huevos y las aves que esta enorme planicie aluvial surlaguense produce, ya no recala aquí, se va para otros destinos muchas veces mas allá de nuestras fronteras, porque se le vende al mejor postor y este no es precisamente el campesino, que es el que origina estos alimentos
Si el ministro Del Pino o cualquier otro miembro del gobierno hace público un anuncio, creo que esta decisión (por una lógica nada extraña, porque la lógica es lo usual) previamente la debe haber conocido y aprobado el Compañero Presidente Nicolás Maduro. Por eso camarada Elías, todos los que sentimos este proceso como nuestro y velamos por su permanencia en diferentes magnitudes y esfuerzos, pero con la necesaria autocrítica; debemos hacer las observaciones hacia el y que la crítica sea generadora no solo de debate sino de revisión y no tirar piedras al vecino cuando nuestro techo es de vidrio. En este sentido, se debe rescatar una de las tres “R” que el camarada Comandante Chávez nos planteó con denuedo, como lo es la RECTIFICACIÓN y que muchos responsables del gobierno la pelotea, porque les causa escozor o no consideran su aplicación en ellos. Y eso va para todos.
De tal manera camarada Elías, cuando “los mandos revolucionarios” de nuestra política van a lavar los trapos rojos estratégicos, tienen que hacerlos en casa, para que después puedan colgarlos en la ventana hasta que se sequen y el pueblo verá si fueron bien remojados y sin manchas. De esta manera, ese mismo pueblo sin jerarquía individual pero como poder soberano colectivo, será el que emita la última opinión.
*Ingeniero