Si algo es muy complicado y difícil en estos días, es intentar escribir un artículo sobre Fidel Castro. La dificultad no es sólo ahora, siempre fue y será muy difícil escribir un artículo sobre Fidel Castro. Claro, un gusano se le puede hacer muy fácil escribir un artículo sobre Fidel, como le es fácil a CNN iniciar hora, la apertura de una posible “revolución de colores” en Cuba, pensando que Cuba es Fidel y que Fidel ya no está. No entiende que está.
Cuba es un producto de Fidel. En otras palabras, Cuba es algo más que Fidel que fue para lo que trabaja Fidel. Cuba es la suma de un trabajo que está bajo la dirección de Fidel Castro, pero que el propio Fidel se tomó el tiempo para asegurar (con muchos más Fidel), que Cuba es (y será) lo que ha sido hasta ahora. Un país, una nación con dignidad. No es muy fácil entender, como esa “pequeña” nación, le ha ganado la batalla al país que ha destruido a más de media humanidad e insite en acabar con lo bueno que va quedando de este mundo.
No es fácil ahora, escribir un artículo sobre Fidel. En estos días están “lloviendo” artículos, reseñas, vídeos sobre Fidel. Artículos de personas que lo conocieron de trato y comunicación, artículos de personas que han trabajado su trayectoria y artículo y notas de personas, que sienten por Fidel una admiración. En ese cruce de visiones, uno puede quedar muy mal parado.
Puedo decir, atendiendo un poco a lo que he leído en estos días, que Fidel es (no fue) un marxista como muy pocos. Puedo también repetir lo que también he leído y decir, que es (no fue) un auténtico revolucionario y el político más destacado de todo el siglo XX y lo que va del siglo XXI, porque con su verbo, pensamiento y su hacer lo hace una de las personas claves en el proceso de descolonización de una gran parte de la humanidad. Sobre esto y mucho más, hay un mundo de evidencia irrefutables. Fidel es la figura clave en los procesos de descolonización y si me lo permiten; Fidel es un Marx que trascendió al otro. No se limitó a describirnos cómo es el capitalismo y sus consecuencia. Este Fidel el cubano, hizo posible la tarea de transformar el mundo. La transformación de este mundo la tiene Fidel bajo control y lucha por eso.
Fidel con el Che encendieron las llamas de una linea política que podemos resumir como de “liberación nacional”. Esa línea tal vez tuvo sus tropiezos y el costo de haber perdido físicamente al Che, pero visto ese proceso hoy, con los problemas que confrontó la izquierda durante los cuatro últimas décadas del siglo XX; el saldo hoy es positivo.
Hoy tenemos un mundo, que no es mejor que ayer, pero se tiene la convicción que la lucha es posible. Fidel sembró esa idea de una lucha por un mundo y una vida mejor. Le preocupa y ocupa el rumbo que está tomando la vida. Sus alertas y banderas la tiene en sus manos. No la soltara.
Continuara Fidel con su labor humanitaria por el mundo. Es una cosa muy humana, que viviendo Cuba con las restricciones que le impone el bloqueo, Fidel destine parte de su constancia para repartir solidaridad por el mundo. Una solidaridad, que es lo que mejor define a Fidel. Solidaridad con los pueblos donde el capitalismo desde mucho tiempo, realizó el trabajo de destrucción humana, que tradicionalmente hace.
No me interesa hoy dentro de esta “lluvia” de artículos sobre Fidel, destacar si es el mejor marxista y el mejor revolucionario que tiene mundo. Me interesa, destaco y confirmo, que Fidel es el hombre más humano y solidario que vive hoy en en un mundo, que está amenazado por un sistema y una cultura que se sostiene bajo la (única) lógica de la destrucción.