Cabría preguntar...

No soy abogado, ni constitucionalista, pero si soy uno de los muchos que votamos mayoritariamente por una constitución que desde entonces, junto al plan de la patria, se han vuelto lectura obligatoria y motivo de estudio y seria discusión para los venezolanos preocupados por el futuro del país.

Basándonos entonces en la constitución, cabría preguntarle al Sr, Borges, a los Sres. Guanipa, florido y a los demás diputados sin rostro, o a la Sra. Tintori y demás "damas de blanco", o más bien viudas negras, como financian sus tan frecuentes viajes al exterior, los hoteles 5 estrellas, transporte de lujo y demás gastos para ir por el mundo hablando mal de Venezuela y solicitando una intervención extranjera.

Habría que preguntarle a ciertos periodistas y a algunos ciudadanos críticos del accionar de las fuerzas del orden por el uso de bombas lacrimógenos o gases tóxicos, como ellos los llaman, de forma muy adrede, para crear una matriz de opinión internacional muy negativa y peligrosa, dada la actual situación global, si los gases provenientes de la quema de cauchos y basura, que los "luchadores de la libertad" utilizan como forma "de protesta pacífica" y que todos debemos respirar sin mascaras que nos protejan como a ellos, no violan la constitución y afectan la salud de los ciudadanos. Preguntarles también si esos gases y las piñitas de C4, los cohetones con clavos y vidrio, las bombas molotov y las potentes chinas con metras, son menos letales que los perdigones.

Deberían preguntarse, los que aseguran que el ejecutivo ha roto el orden constitucional, si el prohibir el libre tránsito de los ciudadanos con barricadas, guayas y aceite quemado no violan flagrantemente el artículo 50 de la constitución que según ellos defienden. Deberíamos preguntarnos si el desacato de los diputados opositores de la Asamblea Nacional no viola descaradamente el artículo que obliga a los poderes a colaborar entre ellos, y el que declara a al Tribunal supremo de justicia como el máximo intérprete de nuestra constitución, constitución que es la norma suprema que deben respetar TODOS los ciudadanos venezolanos tengan el cargo que tengan.

Podríamos seguir enumerando varios artículos más que los diputados de oposición, sus seguidores y muchos de los medios, siguen violentando a diario pero solo voy a nombrar uno más el artículo 153 "la republica promoverá y favorecerá la integración latinoamericana…" articulo violado descaradamente por varios diputados y algunos ciudadanos que solicitaron y apoyaron la intención de que Venezuela fuera excluida del Mercosur, y que reniegan y atacan al A.L.B.A, Petrocaribe y la Unasur, todos importantes instrumentos para la integración.

Además de todo esto, bien sabemos que tanto aceptar dinero de gobiernos u organizaciones extranjeras para llevar a cabo acciones desestabilizadoras como el solicitar una intervención extranjera en nuestro país son considerados TRAICION A LA PATRIA!

Algunos dicen que aquí no hay libertad de expresión y critican la ley resorte aprobada en el 2006, pero cabe preguntar si en verdad queremos envenenar a nuestros niños y jóvenes con la propaganda de guerra, y la apología al crimen, a la violencia y al sexo indiscriminado que la gran mayoría de los medios y en especial las redes sociales, transmiten sin ninguna vergüenza o reparo.

Así que preguntémonos, se debe violar la constitución para protegerla? Debemos destruir la patria para tumbar un gobierno con el que no estamos de acuerdo? Debemos ceder nuestra autonomía, nuestra soberanía y dignidad a fuerzas extranjeras para cambiar un "modelo" que no nos gusta, porque no se parece al gringo? Si se continúa tratando de incrementar la espiral de violencia, la desestabilización económica y la subsecuente destrucción del tejido social de la nación, ninguno de los dos bandos podrá gobernar, a no ser sobre las cenizas de nuestra amada Venezuela.

No me canso de decirlo, ni la oposición podrá jamás acabar con el chavismo, ni el chavismo podrá nunca acabar con la oposición, no todos en el gobierno y el estado son ineptos o corruptos, ni todos en la oposición son traidores, corruptos y vende patria. En ambos lado hay gente buena y decente.

Resolvamos nuestros problemas entre nosotros, en paz y con dialogo, como gente racional y consiente. La violencia, las guerras y las intervenciones solo benefician a unos pocos miembros de las elites tanto de un lado como del otro, pero sobretodo benefician a las poderosas elites financieras globales y su industria militar, las cuales nunca han sido electas por nadie.

Para finalizar, les recuerdo que la constitución estipula que todos tenemos el derecho y el DEBER de participar, tanto en la construcción como en la defensa de la nación, y esto se logra CONSTITUCIONALMENTE, por medio de la organización popular, y este gobierno (aunque algunos no estemos totalmente de acuerdo con todas sus decisiones y acciones) y nuestra constitución fomentan y amparan todo tipo de formas de organización de los ciudadanos con fines pacíficos y en beneficio de la patria.

Aunque no lo digan, la derecha SI tiene un plan de gobierno, pero al igual que hizo con los rostros de la mayoría de sus diputados, lo mantiene oculto, y ese plan no es otro que regresarnos a la larga y oscura noche neoliberal que propicio el caracazo y la rebelión del 4 de Febrero.

No nos equivoquemos, no nos dejemos engañar ni nos caigamos a coba, instalar otra vez un régimen neoliberal en nuestro país con sus privatizaciones forzadas y la tan cacareada y dizque necesaria austeridad, pasaría inevitablemente por la derogación de la constitución y el estado de derecho que nos dimos en la primera y única constituyente popular de la historia. Lo que implicaría un golpe de estado y muy probablemente una guerra fratricida. En verdad, no creo sea eso lo que queremos la gran mayoría de los venezolanos.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1431 veces.



Gustavo Corma


Visite el perfil de Gustavo Corma para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Gustavo Corma

Gustavo Corma

Más artículos de este autor